Mercado sin pulgas
Bolognesi no solo prolongaba su buena racha fuera de Tacna. También extendía a tres las victorias consecutivas sobre Melgar, un rival de toda la vida, en la propia Arequipa, además de colocarse a tiro en la lucha por la punta. Pero en las postrimerías, apareció el ecuatoriano Richard Mercado, puso la cabeza y decretó el 1-1 final.
Fotos: Prensa FBC Melgar
Es el clásico más antiguo del sur del país, y acaso por eso, a Melgar una tercera derrota consecutiva en casa ante Bolognesi sabía a rocoto insoportablemente picante. El año pasado, el Coronel lo goleó en el Apertura 2-5 en cancha de la UNSA, y en el Clausura lo venció 0-1, en un cotejo que representó un punto de inflexión en la campaña tacneña hacia el título.
Probablemente, ni lo uno ni lo otro le hayan importado mucho a Richard Mercado. El ecuatoriano solo va hacia delante, salta para imponer su corpulencia, choca permanentemente con los rivales; pero sí, las lucha todas. Como a los 88, cuando un nuevo triunfo tacneño al pie del Misti parecía sellado y el ecuatoriano, tras un centro de Arismendi desde casi la línea del mediocampo que aparentemente era inocuo, se elevó al borde del área, cabeceó hacia arriba e imprimió al balón suficiente efecto como para que sombreara a Diego Penny y cambiara la historia del partido inaugural de la sexta jornada del Apertura.
PÉGATE CONMIGO
El partido tuvo etapas marcadas. En la primera, los esquemas cerrados de los técnicos hicieron que las primeras líneas de volantes cargaran con el trámite del juego. En Melgar, Ferrari cerró el rombo con Zeballos cuando quiere ponerle nuevo aire a su carrera, corre como si tuviera 20- y Coaguila a los lados, en clara predisposición defensiva. En Bolo, Reynoso guardó gente para el choque del martes frente a Cienciano por Copa Libertadores y puso a Yancarlo Casas junto a Jaime Linares.
Fue, justamente, el ex rosado Linares quien protagonizó la mayor parte de acciones bruscas de la fracción inicial, fuera infraccionando o siendo infraccionado. Pero ninguna de ellas superó al extraordinario blooper que el cotejo regaló: minuto 38, desborde del mexicano Cortés -una vez más: no puede ser suplente- y desesperación de Walter Zeballos por detenerlo. El juez Diego Haro no pudo retomar la diagonal de la jugada, y cuando la Macha se barrió, Cortés pasó de largo y las piernas del volante dominó arrasaron con el réferi y lo mandaron al suelo. Felizmente, Haro no es Eduardo Lecca ni Zeballos, Chemo del Solar, por lo que el cotejo se siguió jugando sin sanciones.
LLEGAN LOS GOLES
En
ataque, Bolo colocó dos delanteros -había estado jugando con solo un hombre
en punta-, pero el colombiano Barros estuvo ligeramente desenfocado del área,
que es la zona que mejor conoce. Así, las opciones pasaron más por los pies de
Gonzales Vigil, quien después de haber disparado una vez al palo de Rodríguez
sobre el inicio de la segunda parte, aprovechó una descoordinación de la última
línea rojinegra para lanzarse solo en contragolpe y definir un mano a mano con
tiro cruzado a la derecha del uruguayo, tras buen pase de Chávez.
Melgar se vio rápidamente anonadado. Bobadilla echó mano de sus cartas ofensivas. Entraron Gárate y Arismendi, pero el libreto era el mismo: buscar que alguna pelota le llegara limpia a Ibarra -bien controlado por el mexicano Ostersen- para que la mandara al fondo. Mercado, el bullidor ecuatoriano, las peleaba todas a los lados para buscar la habilitación hacia el Checho.
Y cuando el partido se moría, Mercado se olvidó de las barridas, buscó el área, saltó, se dio cuenta de que era más alto que todos y la mandó a guardar. Penny, el único jugador del campo que lo superaba en estatura, no pudo llegar a su cabezazo bombeado. Quizá Bolo siga sin perder en Arequipa, pero un clásico cuyo resultado cambia sobre la hora siempre permite sonreír al que escribe el último párrafo de los noventa minutos.
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La ficha del partido
¿Cuál había sido el último 1-1 entre Melgar y 'Bolo'?
