No queda nadie en Milán
Se cerraron los partidos de vuelta de los octavos de final este martes con el partido pendiente entre Inter de Milán y Liverpool. En gran actuación, el conjunto inglés se encontró con un gol de Fernando Torres en la segunda mitad para enterrar las esperanzas de la oncena nerazzurra, que no pudo reeditar el nivel de las presentaciones que ofrece a nivel doméstico.
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Fotos: inter.it
Tras el duro revés en Anfield -expulsión de Materazzi y lesión de Iván Ramiro Córdoba incluidos- el Inter tenía la difícil misión de revertir la serie y marcar tres goles, esperando no recibir el gol que sepultara definitivamente sus opciones a la 'Orejona'.
Desde el arranque, al conjunto de Mancini se lo vio nervioso,
ansioso por hilvanar jugadas en el área rival, pero se encontró con un
Liverpool que venía a hacer el negocio, a jugar con calma. La improvisada
defensa central formada por Burdisso y Rivas demostró no estar para las grandes lides
europeas y falló groseramente en salida en diversas ocasiones, lo que colmó de
sustos la Curva Nord
del Giuseppe Meazza.
Sobre los 30', Julio Cruz
recibió un pase brillante de Zlatan Ibrahimovic para quedar cara a cara frente
a 'Pepe' Reina, pero el argentino mandó el balón ancho desde una
inmejorable posición. El Liverpool sufría las arremetidas valientes de Javier
Zanetti por la izquierda, pero la ineficacia en el toque final le negaba al
cuadro de casa la ventaja en la primera mitad. Los reds no
atacaron con peligro, pero los errores de la defensa interista les facilitaron llegadas.
MÁS DE LO MISMO…MÁS DE NADA
En el segundo tiempo, Roberto Mancini pensó en la prórroga antes que en los goles que debía anotar para llegar a ella. Ibrahimovic se perdió una ocasión clarísima, idéntica a la de Cruz en el primer tiempo, pero se fue ancha ante la mirada desconsolada de una hinchada que tres días antes celebró el Centenario del club por todo lo alto.
Mancini no hizo cambios sino hasta después de que un golazo de Fernando Torres le arrebatara la esperanza a un desesperado Inter. Minutos antes, Nicolás Burdisso había sido injustamente expulsado por doble amonestación, cortesía de un juez noruego (Tom Hennings) que no estuvo a la altura del choque. Al Inter le faltó un creativo entonado, y eso teniendo a Figo y Jiménez en la banca. Al Inter le faltó un delantero veloz y encarador, teniendo a Suazo entre los suplentes. Se despide el Inter de sus sueños de Champions por este año, con el sinsabor de siempre, y con un Marco Materazzi que quizás no logre consolar el sueño hasta dentro de unos meses.
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Para mi es un DT mediocre que tuvo suerte de tener buenos jugadores en el Inter
