Paraguay - Venezuela: Punto y Final
La frecuencia: América Televisión
Peter Arévalo como narrador, y Erick Osores comentando, estuvieron llevando esta semifinal en la que hicieron un gran esfuerzo para sacar adelante la transmisión de un partido en el que los pocos momentos de emoción no dieron mayor margen para destacar. Aún asi, resaltó el momento en que se cortó la señal del partido, que fue felizmente subsanado de manera rápida colgándose de una señal alterna hasta solucionar el inconveniente.
La pizarra: Ta...Ta cerrado
Un 4-línea-2 en el que se priorizó el orden defensivo fue el que dominó el accionar paraguayo. Pero si la idea inicial era contrarrestar los ataques venezolanos, al final los neutralizados acabaron siendo sus propios delanteros, aislados la mayor parte del partido del resto de sus compañeros que permanecieron retrasados y sin mayor tino para desdoblarse. Aún asi, el mediosector guaraní se vio superado en muchas ocasiones por el rápido traslado que por momentos hacían los venezolanos, con un Néstor Ortigoza que estuvo en una mala jornada. El equipo de César Farías salió con un 4-1-3-2 en el que lo más llamativo resultó el retraso de Giácomo di Giorgi en la volante, quien siempre estuvo atento para ordenar y cubrir las salidas de sus compañeros cuando salían de su ubicación para sumarse al ataque, algo que sucedió en varias oportunidades ante la escasa presencia ofensiva de su rival. Por lo demás, el planteamiento de Venezuela hizo que su juego se diera más por los costados, lugar en el que las marcas paraguayas lograron asfixiar la mayoría de incursiones de la vinotinto, con un Rondón que luchó siempre por encontrar espacios.
Los cambiazos: ¿Apuesta a ganador?
Con una variante obligada en cada equipo por problemas físicos, ambos técnicos dispusieron de sus restantes cambios para intentar engrosar y mejorar el volumen ofensivo de sus dirigidos. En Paraguay, el ingreso de Marcelo Estigarribia supuso la apuesta de Martino por emparejar el trámite en el que se encontraba envuelto en el segundo tiempo, cuando eran dominados por su rival, pero con escasos resultados. Lo mismo se dio con Osvaldo Martínez, que intentó asociarse más con sus compañeros, pero que solo ayudó a mantener un mayor control del balón. En Venezuela hicieron su ingreso los teóricos delanteros titulares que, en el tiempo que estuvieron, generaron más de un problema para la retaguardia guaraní. Sin embargo, la apuesta de Farías al retirar del campo al 'Maestrico' González cuando Juan Arango -su otro creador- se encontraba sentido, podría considerarse excesiva.
El capo: Justo Villar
Más oportuno que nunca estuvo esta noche el nuevo arquero del Estudiantes de Argentina, quien al menos realizó dos atajadas fundamentales durante el partido, además de otras que también resultaron importantes. Ya en los penales, tanda en la que parecía su equipo había depositado toda su fe para avanzar, Villar tuvo su mejor aparición atajando el único remate que los venezolanos no atinaron a convertir.
El extraviado: Lucas Barrios
Opaquísima actuación la del argentino nacionalizado paraguayo, a quien solo se le vio en todo el partido al momento de ejecutar su remate en la tanda de penales. Si bien el ataque paraguayo careció de mayor apoyo de sus volantes, el esfuerzo desplegado para rebuscársela arriba estuvo ausente en Barrios, en comparación de su compañero de ataque que las luchó todas.
Jailaits
De menos a mas o menos: Tras un frío iniciar, el equipo de César Farías fue el que contó con algunas ideas para inquietar la valla de su rival. Sin embargo, ellas se fueron esfumando, tanto por las intervenciones del arquero paraguayo como por la poca precisión e infortunio de sus atacantes. Tan pobre estuvo esta mitad que lo más recordado acabó siendo una acción anulada.
En el reino del frío: Y no precisamente nos referimos al clima, si no al trámite del partido hasta el final del mismo. Salvo por los primeros minutos de la segunda mitad y el inicio del tiempo extra, el resto del encuentro fue una invitación para cambiar de canal hasta que llegara el momento de unos penales que estaban más que cantados. Frío encuentro, donde el cálculo paraguayo se hizo sentir fuertemente.
El punto de la muerte: Un punto para cada uno tras 120' de juego, pero no precisamente el que se encargó de definir al segundo finalista. Por segunda vez consecutiva, los remates de penal favorecieron a Paraguay, que esta vez tuvo en Justo Villar al héroe que los metió en una final que resulta increíble por la forma como se ha dado: sin victoria alguna. Para Venezuela, en cambio, las buenas intenciones mostradas durante el partido cayeron en un saco roto; sí, roto de angustia por ver como se les escapó una final que estuvo tan cerca.
Fotos: AP y Reuters
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escrito por hugo , July 21, 2011
escrito por lolo de caujul , July 21, 2011
escrito por leo , July 21, 2011