Foto: AFPEn un movido encuentro que contó con muchas situaciones para los dos lados, Barcelona fue más otra vez de la mano de Damián Díaz y se impuso con claridad por 3-1 a Progreso. El cuadro torero será el rival de Cristal en la segunda fase de la Libertadores.

Hay risas y sonrisas. Los de Guayaquil ya habían vencido en la ida, y cerraron la serie con otra contundente victoria para un global de 5-1. Y la diferencia así de larga ha sido en el juego también. Tal vez no daría para extenderse si el rival hubiera sido una perita en dulce, pero habría que acotar lo bien que ha respondido Progreso a pesar de la fragilidad defensiva que le terminó costando el pasaje. Los dos Martínez, Fidel y Emmanuel, sin duda volvieron a destacar en Barcelona, pero todas las luces terminan recayendo en quien hace de este equipo un equipo: Damián Díaz. Y es que el argentino aporta mucho más allá del gol: repartir asistencias y hacer jugar al resto son sus principales méritos. A partir de él, el cuadro torero se supo mejor, se hizo mejor, y demostró ser mejor.

La Pizarra: Libretos intocables

Barcelona SC: El equipo mostaza saltó al campo con un 4-2-3-1, siempre con Díaz como eje y manija del equipo haciendo las veces de enganche, y tanto Fidel como Emmanuel Martínez cumpliendo con labores de extremos a perfil cambiado. El único delantero fue Jonatan Álvez. Las variantes de Fabián Bustos no tocaron el esquema.

Progreso: Por su parte, la visita jugó con un 4-3-3. El mediocentro, y hombre más estático, fue Gonzalo Andrada, quien dejó las labores creativas a Mathías Riquero y Rodrigo Viega. Los extremos, Alexander Rosso y Santiago Gáspari, trataron de abastecer al 9: el espigado Álex Silva. Leonel Rocco tampoco tocó el sistema, ni siquiera con los cambios.

El Capo: Siempre presente

Como en Montevideo, el rosarino Díaz dio la hora y se fue ovacionado por el Monumental guayaquileño. (Foto: AFP) 

Sin hacer un partido particularmente especial, Damián Díaz volvió a ser la figura del Barcelona y del partido. Siempre claro en las descargas y generando opciones de gol para sus compañeros en ataque, el rosarino fue clave para el triunfo. Además, se hizo presente en el marcador con el primer tanto de la noche guayaquileña.

Kazuki Ito: Duro, pero justo

A pesar de que el paraguayo Arnaldo Samaniego terminó pintando de amarillo hasta a seis jugadores en el campo, las amonestaciones estuvieron justificadas: o bien fueron para castigar entradas duras o bien respondieron a calmar la tensión que se generó en algún conato de bronca. El único error notable del partido de parte del réferi fue no cobrar una falta en el área en contra de Jonatan Álvez cuando el partido ya estaba 3-1.

Los Goles

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Fotos: AFP


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La ficha del Barcelona SC 3 - Progreso 1

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