Foto: Prensa FPFPerú le hizo un partido parejo a un Uruguay desdibujado, pero terminó derrotado 0-1 por el tempranero gol de Ginella. La blanquirroja fue al frente, aunque con bastante desorden, y el propio Nolberto Solano acabó expulsado en medio de reclamos.

Miguel Marca | @migueelmarca
Redactor

La etapa electoral le llegó también a la selección nacional Sub-23, que tras el partido del sábado 25 ante Paraguay dejó a Nolberto Solano en la dura -o sensata- decisión de ser determinante en cambiar al único delantero que enfrentaría a un irregular Uruguay. El DT envió así al frente a un Sebastián Gonzales que, cual político, se encontró perdido en el campo y explicó que el ataque blanquirrojo luciera desorientado y desprolijo. De ese modo, Uruguay no se despeinó y el remate de Francisco Ginella a los 11' le bastó para cerrar las opciones de Perú, puesto que el DT Gustavo Ferreyra no titubeó en replegarse y apelar a un juego bastante agresivo con la anuencia del árbitro Ángel Arteaga, a quien se le fue el partido de las manos cuando debió expulsar a algún jugador celeste. Esa tarjeta roja sí la vio Solano, quien reclamó de modo airado un evidente foul a Fernando Pacheco en el área charrúa que no fue sancionado como penal.

La Pizarra: Se caen las torres

Uruguay: Gustavo Ferreyra utilizó un esquema 4-3-1-2 en la primera mitad, en el que fungieron de atacantes Diego Rossi y Federico Viñas -quienes no son los habituales delanteros que acostumbra emplear la selección charrúa y más bien se prestan a evitar la salida limpia del rival-. La celeste tuvo a Juan Manuel Sanabria como creador de juego, mientras que Manuel Ugarte y Francisco Ginella se dedicaron a la destrucción. Para la segunda mitad, el esquema varió a un 4-línea-2 con una táctica defensiva en la que quedaron sueltos Viñas y Rossi, limitados a procurar sorprender con alguna contra.

Perú: Nolberto Solano siguió utilizando un 4-2-3-1, con variantes como el ingreso de Eduardo Rabanal, quien ya había sido titular en la primera fecha ante Brasil. Además innovó con el ingreso de Sebastián Gonzales en el once, a modo de darle la confianza tras su anotación y empuje ante Paraguay, pero no existió respuesta prolija del atacante. En el juego no hubo brillantez y solo el ingreso de Jairo Concha -sumado al juego de Fernando Pacheco- le dio un dinamismo distinto a la Sub-23 peruana.

El Capo: Le apagaron el momento

Pacheco destacó pese a la derrota. Acá para el balón delante de Rossi. (Foto: Prensa FPF) 

Fernando Pacheco es de lo más notable en la selección peruana Sub-23. Su juego pícaro y entusiasta ha exigido a las defensas de los rivales; en esta oportunidad Uruguay lo sufrió y el peruano generó hasta dos tarjetas amarillas, a Emanuel Gularte y Mathías Laborda. Quien también debió ser pintado de amarillo fue Agustín Oliveros, quien le entró de modo desleal al ahora jugador de Fluminense. Lo que sí terminó pagando Pacheco fue su poca capacidad de pegada al arco, aun cuando un tiro mordido que envió se estrelló en la base del poste izquierdo uruguayo. Otro detalle es el penal que generó pero que el árbitro ni se inmutó en cobrar.

Kazuki Ito: Sin palabras

Nefasta actuación de Ángel Arteaga, quien desde el inicio del partido tuvo una actuación deplorable. El juez no cobró evidentes faltas y se le escaparon varias amonestaciones, en especial las que debió hacer a Agustín Oliveros o a José Luis Rodríguez.

El Gol

Las Fotos

Fotos: Prensa FPF


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La ficha del Perú 0 - Uruguay 1

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