Solanitamente uno
Daniel Reátegui | @danielreateguiw Redactor |
En un torneo corto no está permitido saltar a la cancha con tibiezas, tal como se mostró Perú en el primer tiempo de su estreno en el Preolímpico Sub-23 Colombia 2020. La blanquirroja respetó mucho a la 'Canarinha': la esperó en mitad de cancha con mente en hacerle daño de contra pero, salvo Fernando Pacheco, los hombres de ofensiva -Christopher Olivares y José Daniel Rivera- no estuvieron a la altura de las circunstancias. Bajo esas condiciones, Brasil adelantó las líneas y desarrolló su juego a partir de la claridad en la distribución de la pelota que mostró Bruno Guimarães, volante central con despliegue y con fútbol. Lo cierto es que en la previa se esperaba lo peor de Perú y aunque los triunfos morales no existen, la segunda etapa dejó la sensación que la blanquirroja puede ofrecer más de lo estimado.
La Pizarra: Pausa frente a intensidad
Brasil: El 4-3-3 de André Jardine tuvo como valor fundamental a Bruno Guimarães, volante central que entiende perfectamente el juego. Junto a él, Pedrinho y Matheus Henrique sirvieron de mecanismos para descargar la pelota. Para los románticos, los dos extremos -Paulinho y Antony- no solo desbordaron permanentemente en la primera mitad, sino que a veces hacían la diagonal para aparecer como '9' netos, cuando Yuri Alberto se recogía: por esa vía llegó el único gol de partido. Los cambios introducidos en los 20 minutos finales no alteraron el sistema y se acomodaron a la estrategia de Jardine: regular el juego.
Perú: Nolberto Solano dispuso un 4-2-3-1 con Aldair Fuentes y Jesús Pretell repartiéndose las labores de la línea media. El jugador de Cristal tuvo mayor despliegue y claridad en el juego, mientras que el de Alianza Lima se desdobló en el segundo tiempo, a modo de aprovechar la pasividad de los brasileños. Más adelante, José Daniel Rivera fue por derecha, Yuriel Celi quedó en el centro y Fernando Pacheco -impetuoso desde el primer tiempo- por izquierda. Arriba, quedó Christopher Olivares, peleado con la pelota. Cabe precisar que Marcos López aportó mucho en la pelota parada y en los desbordes en la segunda mitad, hasta que se lesionó luego de caer mal en un salto. El ingreso de Kevin Sandoval por Rivera le dio otro aire a Perú, pues a diferencia del ex jugador de Unión Comercio, el de Cristal pisó el área para permitir a Olivares recogerse, sobre todo cuando este sintió físicamente el rigor del juego.
El Capo: El cerebro arquetípico
Nacido en Río de Janeiro en 1997, Bruno Guimarães no solo tiene ascendencia sobre sus compañeros -no en vano lo designaron capitán del equipo- sino que también es el líder futbolístico de este Brasil Sub-23 y lo demuestra en el césped. Recibe la pelota en la cabeza de su propia área, la conduce y distribuye tanto para Pedrinho como Matheus Henrique; y cuando ve el espacio producto de los movimientos de los atacantes, filtra balones a la espalda de la zaga contraria. De esa manera cayó el gol de Paulinho. Para la segunda mitad, el hombre del Athletico Paranaense -y pretendido tanto por el Arsenal como por el Benfica- siguió al pie de la letra lo que normalmente proponen los entrenadores de la 'Canarinha' cuando están con el marcador a favor: regular el trámite y esperar el error del contrario para liquidar.
Kazuki Ito: Buen Ángel
La cuarteta comanda por Ángel Arteaga no tuvo problema alguno en la dirección del juego. Los jugadores observaron una correcta conducta, tanto que únicamente se mostró una amarilla: a Aldair Fuentes en la segunda mitad. El juez venezolano estuvo correcto en las determinaciones de las faltas y no inclinó la cancha para lado alguno.
El Gol
#PreolímpicoSub23 #Colombia2020 🇨🇴 || 🇧🇷 1-0 🇵🇪
— Daniel Reátegui Wong (@danielreateguiw) January 20, 2020
⚽️ 44’ GOL @elnueve_pe DE @CBF_Futebol: Gran pase de Guimaraes para que Paulinho defina por entre las piernas de Solís. @DeChalaca 👉 https://t.co/zhvKMP6s9N pic.twitter.com/QxCutAxw85
Las Fotos
Fotos: Prensa FPF; AP
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