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Universitario anunció a Gregorio Elso Pérez como su nuevo técnico para 2020. ¿Por dónde pudo haber pasado esta decisión y qué puede esperar a los cremas bajo el mando del entrenador uruguayo?
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Mariano Elías | @marianoeliasfut Redactor |
Escribir detalladamente acerca de la trayectoria y el palmarés de Gregorio Elso Pérez Perdigón (Gregorio Aznárez, Uruguay, 16 de enero de 1948) daría para una columna o incluso un artículo entero. En todo caso, cabe resumirlo brevemente: llegó a Peñarol en 1993 y ganó cuatro títulos seguidos hasta 1997 como parte del Quinquenio de Oro aurinegro. Desde entonces, poco fue lo que logró hasta hoy: apenas un Clausura paraguayo con Libertad en 2010. De igual modo, es un técnico histórico, con un legado impresionante y con muchísimas credenciales para llegar al Perú.
Su llegada se trata, sin duda, de un salto de calidad para Universitario, y una apuesta diferente al perfil de los últimos técnicos que trajo el club. Pérez es un entrenador muy equilibrado, no solo quizás en lo futbolístico sino también en lo emocional, muy acertado siempre al declarar y con una predisposición a no exponerse a situaciones mediáticamente lamentables.
Esto fue probablemente algo de lo que ha venido careciendo la 'U': un DT ecuánime y sereno que pueda manejar esa presión en aumento que implica la cantidad de años sin salir campeón y el venir siendo superado recientemente por sus dos principales rivales, que sí están logrando llegar a pelear instancias importantes. Y esto fue algo que ni Pedro Troglio, ni Nicolás Córdova ni sobre todo Ángel Comizzo supieron manejar.
El reto futbolístico es, quizá más que ser campeón, volver al menos a ese pelotón de los de arriba en el que Universitario no logra mantenerse hace un tiempo. Y ahí es donde habría que ver cómo podría ayudar el perfil de juego de Pérez, que como se sabe, es un técnico old school, muy pragmático y que puede ser ultradefensivo si tiene que hacerlo.
La ventaja que tendrá hoy en Universitario es que Comizzo dejó un equipo relativamente sólido en defensa, con un plantel mucho mejor armado en la zona posterior que en la delantera y un arquero como José Carvallo que puede salvar alguno que otro partido si es necesario. Además, como casi siempre ocurre con estos técnicos tan bien referidos en su país, es muy probable que traiga uno o dos jugadores de jerarquía para pelear este tipo de torneos en los que no se partirá como principal candidato.
Lo que, por otro lado, resulta hasta inevitable -por lo menos- intuir es que en tienda crema han visto al frente y han querido seguir un ejemplo. Contrataron al máximo mentor de Pablo Bengoechea cuando este era futbolista y quien quizá constituya una de sus principales influencias como técnico. El ‘Profesor’ llegó a Perú con Alianza Lima en una situación más crítica y logró no solo manejar la presión, sino construir las bases de un equipo que volviera a ser ganador.
Por eso, la llegada de Pérez resulta, por lo menos para quien escribe, una apuesta interesantísima desde el punto de vista de la rivalidad con los blanquiazules, porque ahora en los clásicos habrá dos técnicos que se van a estudiar a la perfección y que serán el foco de muchas historias antes de cada partido. En cierto modo, podría ser también una oportunidad para disipar un poco esta rivalidad y generar algo de unión entre ambos clubes. Pero eso no puede saberse ex ante.
Lo que sí se sabe es que una primera excelente señal es la iniciativa de Pérez de adelantar la pretemporada al 18 de diciembre para prepararse para la Copa Libertadores y la Liga 1 del próximo año -aun cuando finalmente podrá empezarse solo el 26 de diciembre, por compromisos vacacionales adquiridos-. Y es cierto que todo se ve en la cancha, pero también se pueden sentir algunas cosas desde la predisposición del técnico; y también es cierto es que Gregorio Pérez, de momento, sí la ha tenido. Habrá que ver qué pasa.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Víctor Martínez; paraguay.com
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