Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comLa Costa Norte arde a lo largo de todo su litoral, pues los equipos más populares de Chiclayo y de Piura dirimen uno de los Clásicos Norteños más decisivos de la historia... en Trujillo. Hace 30 años, en otras circunstancias, Grau y Aurich chocaron en el Mansiche, también para definir una llave.
    Roberto Castro | @rcastrolizarbe
    Director General

El norte del Perú es futbolero y por tanto reúne diversas rivalidades. Pero ninguna, por lo menos en el plano interdepartamental y en lo que concierne al fútbol profesional, tiene tanto abolengo como la que pone frente a frente a Atlético Grau de Piura y Juan Aurich de Chiclayo. Ambos equipos chocaron por primera vez en la élite en el Descentralizado 1967, y desde entonces protagonizan el Clásico Norteño más puro y genunino.

Lo curioso es que Trujillo, a través de Carlos A. Mannucci, reclama también para sí el protagonismo en clásicos del norte del país, en su caso quizá de manera más pronunciada frente a Aurich. Como fuere, lo concreto es que las circunstancias de este 2019, con Grau y Aurich luchando por llegar a esa Liga 1 en la que el cuadro carlista ya está, han puesto a ambos equipos frente a frente en la hora decisiva nada menos que en el estadio Mansiche, dado que el estado del césped del César Flores Marigorda de Lambayeque -donde el 'Ciclón' funge de local- es lamentable y que mover la localía de Aurich a Olmos, casi tan cerca de Piura como de Chiclayo, equivalía a cederle parte de la localía al 'Patrimonio'.

Ese encuentro de ambos en Trujillo tiene un antecedente importante. La gran diferencia de ese triple choque de hace treinta temporadas fue que rojos y albos no se medían en procura del ascenso, sino de rehuir el descenso, en la única otra definición directa que los había puesto frente a frente hasta estos días.

Capítulo uno: con chifles

Foto: diario El Tiempo de Piura 

La temporada 1989, una de las más confusas y enredadas de la historia de la Primera División peruana, estaba estructurada por primera vez en dos torneos Regionales, jugados en cada semestre con el Torneo Plácido Galindo al medio. Los descensos de categoría en cada una de las Zonas (Metropolitana, Norte, Centro, Sur y Oriente) se dirimían, en modo algo absurdo, por las ubicaciones al final de cada Regional: el último del I Regional debía medirse con el último del II Regional de su respectiva Zona en duelos de ida y vuelta. Eso equivalía a decir que el equipo que terminara colero en el I Regional tenía indefectiblemente 50% de posibilidades de perder la categoría independientemente de cuán bueno fuera su rendimiento en el II Regional -salvo el utópico e improbable caso de que ganara la Liguilla contra los representantes de todo el país y lograra la clasificación a la Copa Libertadores-.

Para remate, en la Zona Norte el enredo en 1989 era mayor pues estaba dividida en dos grupos, los últimos ubicados de cada cual se medían para definir al último de cada Regional. Mientras en el I Regional Grau tuvo una importante participación y llegó al cuadrangular definitorio de la Zona Norte, Aurich fue último del grupo A y luego quedó colero absoluto al perder en llave a doble partido ante 15 de Setiembre de Trujillo. En el II Regional, se invirtió la figura: Aurich logró llegar al cuadrangular -a costa de un reclamo que su delegado, Mario Sifuentes, elaboró para dejar fuera en mesa a Atlético Torino-, en el cual fue eliminado por UTC; mientras que Grau quedó último de su grupo y luego acabó de colero absoluto tras ser superado por Libertad de Trujillo en duelo extra jugado en Chiclayo.

Para consumar el mareo, los partidos entre Grau y Aurich para dilucidar la baja quedaron establecidos para el verano del año siguiente, como se acostumbraba en la época. Así, el 14 de enero de 1990, ambos equipos se vieron la cara en el Miguel Grau de Piura, ante apenas 1,135 aficionados que dejaron en taquilla 11 millones 392 mil intis (el equivalente exacto a S/.1.39 de la actualidad). El cuadro local llegó sucedido pues en la madrugada previa su DT Juan Moreno había sido internado de emergencia por un aparente preinfarto, pese a lo cual el 'Patrimonio' salió como una tromba hacia el arco del experimentado César Sono. El único gol se produjo a los 18': el lateral Óscar Aranda reventó el arco del 'Ciclón' con un violento derechazo, y así Grau mantuvo la ventaja ayudado por la expulsión a los 52' de Galdós en filas rojas por agresión al capitán albo Jorge Zúñiga, bien advertida por el juez José 'Paquirri' Ramírez.

Capítulo dos: con chiringuito

En el Elías Aguirre, Aurich pasó por delante a Grau, pero la diferencia de goles no contaba para resolver la llave. (Foto: diario La Industria de Chiclayo) 

La revancha quedó pactada para el domingo siguiente en el Elías Aguirre. Ese 21 de enero de 1990, fue más bien Aurich el que salió obligado y lanzado al frente. Apenas a los 5 minutos de juego, Wigberto Manrique trabó en el área alba a Carlos Guillén, y el juez Carlos Rivero Jr. cobró sin dudar. Frente al balón se paró el capitán del 'Ciclón', el 'Flaco' Ramón Perleche: el disparo seco puso arriba al cuadro chiclayano.

Las alrededor de 2 mil personas presentes en el coloso del Paseo del Deporte empujaron al local a la victoria a como diera lugar, ante un rival que daba algunas licencias físicas -Jorge Zúñiga y Jorge Celi, en especial, lucían muy cansados-. Así, se facilitaron las cosas para el show individual de un hombre en particular: Pablo Montero. El habilidoso volante hizo de las suyas y se consagró a los 65', cuando dribleó con categoría a Marcel Miranda y batió al portero Wilmer Ahumada. Pocos instantes después, el propio Montero repitió el plato y selló el 3-0 que, de acuerdo con las bases, obligaba a la disputa de un tercer encuentro en el lapso de 48 horas en cancha neutral.

Capítulo tres: con shámbar

Finalmente el cotejo se programó 72 horas después, en el Mansiche de Trujillo. En una tarde soleada, Grau salió al césped de la Ciudad de la Eterna Primavera con Wilmer Ahumada en el arco; Alfonso Taboada, Jorge Zúñiga, Juan Suárez y Adolfo Colchado en defensa; Gerardo Saavedra, Jorge Celi, Wigberto Manrique (reemplazado por Óscar Aranda) y Julio García Lapouble en mediocampo; Sixto Talledo (Marcel Miranda) y José Checa en el ataque. Aurich, en tanto, lo hizo con César Sono en el arco; Ángelo García, Ramón Perleche (Adolfo Deza), José Pérez y Ronald Talledo en defensa; Jonel Pérez (Waldo Suárez), Jorge Pairazamán, Carlos Guillén y Pedro Montero en la volante; Juan Quevedo y Luis Chavieri en ofensiva.

Foto: diario La Industria de Trujillo 

Aurich empezó mandando en el campo, pero un contragolpe albo rápido obligó al golero Sono a ceder un rebote en una intervención cuando corrían 22'. Lo aprovechó Sixto Talledo para batirlo y poner arriba al 'Patrimonio', aunque esa ventaja no duraría mucho: a los 39', un desborde de Chavieri forzó una falta que el juez Juan Carlos Miranda sancionó como penal. Perleche, un especialista, cruzó el tiro a la izquierda de Ahumada y selló el empate.

Dos minutos luego Sixto Talledo volvió a marcar, pero el gol fue anulado por posición adelantada. El auténtico desequilibrio llegaría en el complemento, cuando el capitán Perleche causó baja por una lesión en filas del 'Ciclón'. Y entonces, empezó el show de García Lapouble. El referente albo sacó lo mejor de su galera, y puso el segundo tanto albo a los 55' de penal, luego de un foul cometido a Manrique. A los 71', el zurdo marcó el tercer gol y segundo de su cuenta personal, al sombrearle con elegancia el balón a Sono. Y a los 76', García Lapouble selló el 4-1 con un tiro cruzado desde la izquierda.

Ese hat trick salvó a Grau, pero no bajó a Aurich. Y es que oportunas gestiones de la dirigencia del 'Ciclón' -siempre con Mario Sifuentes como delegado protagónico- habían logrado que, aun cuando no estaba así establecido en bases, ya que la Zona Norte había contado con solo nueve clubes en 1989, se ampliaran los participantes a diez para la temporada siguiente. De la Etapa Interregional de la Copa Perú había ascendido el campeón Deportivo Pacífico, y por ende Aurich fue destinado a jugar una revalidación con Morba FBC del distrito trujillano de La Esperanza. El 'Ciclón', sin embargo, no pudo sonreír y perdió también ese repechaje, por lo que nuevamente Trujillo fue testigo de un golpe al orgullo chiclayano, algo que sus hinchas esperan no vuelva a suceder treinta años después.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: diarios El Tiempo de Piura, La Industria de Chiclayo y La Industria de Trujillo


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