Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comLa fase de grupos de la Champions llegó a su cuarta fecha con distintos protagonistas, entre jugadores y clubes. La máxima competición continental europea parece confirmar que la paridad ha vuelto a su primera instancia.

Manolo Núñez | @Manolonf
Columnista Editorial

La presente fase de grupos de la Champions League llegó a la cuarta fecha con tres clasificados: Bayern, Juventus y PSG. Pero a lo largo de sus fechas han sido distintos los protagonistas de la presente edición, desde el sorpresivo Slavia Praga empatando en el Camp Nou, o hasta el noruego Erling Haland del Salzburg, quien con siete anotaciones es el máximo goleador de la competición.

Se puede afirmar que lo visto la temporada pasada ya es una realidad: se acabaron la época de las superestrellas y los superequipos. Es verdad que, sin dudas, los grandes siguen siendo los favoritos para alzar el título a final de temporada, pero ya no se ve una superioridad abismal de parte de algunos. Lo más saltante es el caso de los equipos españoles: pese a que el Barcelona es puntero en su grupo, por juego y resultados, no tiene asegurada su clasificación en un grupo con otros grandes continentales como el Borussia Dortmund y el Inter.

El Real Madrid es otro ejemplo. Pese a la contundente goleada sobre el Galatasaray, su caída en París y posterior empate ante el Brujas en casa muestran a un equipo al que le cuesta los partidos. Ni los poderosos equipos ingleses -especialmente el Liverpool y el Manchester City- pasan por encima de sus rivales. Por eso también ahora se puede disfrutar de equipos de "segunda línea" como el Ajax, el RB Leipzig o el Lyon.

Cristiano dándole paso a Dybala antes de que la Juventus consumara su victoria a domicilio sobre el Lokomotiv. (Foto: diario Marca) 

¿A qué se debe esta paridad? Sin duda, al debilitamiento de algunos equipos no ingleses a partir del envejecimiento de sus plantillas o la partida de figuras. Jugadores superlativos como Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar, Xavi, Andrés Iniesta, Franck Ribéry, Arjen Robben o Luis Suárez, han cambiado de equipo, colgado los botines o simplemente bajado su nivel. Nadie duda de la inmensa capacidad a partir y la dependencia que pueden tener el Barcelona y la Juventus de Messi y Cristiano, pero no se trata de las versiones de ambos de 2013 y eso se siente.

En el caso de los equipos ingleses, pasada la etapa del bajón post Manchester United de Sir Alex Ferguson, el Arsenal competitivo y el Chelsea de la generación de Frank Lampard, son el Liverpool y el City quienes han aparecido como los nuevos mejores equipos de Europa (y del mundo). Son los que marcan la pauta en su torneo local y en el contexto internacional, aunque no son invencibles como lo muestran sus resultados.

Pero, más allá de los motivos, la realidad es que se vie en un momento en que el goleador puede ser un adolescente de 19 años del RB Salzburg, seguido por el mejor delantero del mundo -Robert Lewandowski, del Bayern-. Apreciar que un lateral derecho marroquí del Dortmund promedie un gol por partido en un grupo que su equipo comparte con el Barça y el Inter, o que el partido más emocionante sea un Dinamo Zagreb - Shakhtar. La Champions ha recuperado ese atractivo que tenía hace 15 años con partidos impredecibles desde su fase de grupos, lo que permite disfrutar de la incertidumbre de no saber cuál será el desenlace a final de temporada.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: diario Marca


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