El sentido del nuevo proyecto del 'Bolillo' Gómez: Encontrar su propio Ecuador
El mal momento de la selección ecuatoriana en la Copa América, en el que ha conectado dos derrotas al hilo, lleva a pensar si el proceso tomado por Hernán Darío Gómez ha sido lo mejor para sacar a flote a la 'Tri'. ¿Cuál es el reto a futuro que debe enfrentar este seleccionado?
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Eduardo Tirado | @EduardoTL Redactor |
Las caídas ante Uruguay y Chile, consecutivamente, no hicieron más que reafirmar el mal momento futbolístico de Ecuador. Reafirmación, de todas maneras, si se considera que, en el presente año, son seis enfrentamientos seguidos aquellos en los que no ha podido conseguir victoria alguna. De hecho, fueron cuatro amistosos los que disputó antes de llegar a la Copa América, donde no ha dejado una grata impresión tras caer goleado 0-4 ante Uruguay y 1-2 ante Chile.
Lo cierto es que se habla de muchos factores, pero el más coincidente es aquel que señala a Hernán Darío Gómez como principal actor de esta mala racha. Hay que tener en cuenta que el último proceso largo y sostenido que mantuvo Ecuador antes del primer periodo del 'Bolillo' fue con Reinaldo Rueda (2010-2014), el cual estuvo al frente del proyecto de aquel equipo que logró clasificar a Brasil 2014. Después de ello, tras no conseguir buenos resultados en el país vecino, fue Gustavo Quinteros quien tomó la batuta, pero no logró liderar el grupo con eficacia.
Se ha vuelto, entonces, a confiar en Gómez, quien ya había dirigido desde 1999 a 2004 a Ecuador y logró clasificarlo a Corea/Japón 2002. Sin embargo, si se hace un poco de memoria, el paso ecuatoriano por ese certamen solo fue pasajero, ya que no logró siquiera superar la fase de grupos. Aún así, el técnico colombiano siguió al mando hasta la Copa América 2004 celebrada en Perú, después de la cual terminó renunciando tras conseguir nefastos resultados que lo dejaron con 0 puntos en su grupo.
Como ya se mencionó, quien le siguiera sus pasos sería Rueda, entrenador también de la escuela colombiana, pero con otro perfil. Al respecto, es claro que su paso fue memorable, pese a tampoco conseguir grandes logros. No obstante, se le reconoció el hecho de saber potenciar a un grupo humano de jugadores cuando Ecuador pasaba por un recambio generacional importante. De hecho, muchos de ellos, al día de hoy, significan figuras reconocidas e irremplazables en la selección ecuatoriana, tales como los porteros Alexander Domínguez y Máximo Banguera; el defensor Gabriel Achilier; los mediocampistas Carlos Gruezo, Renato Ibarra y Antonio Valencia; y el artillero Enner Valencia. Sin duda, hombres que representan lo mejor que tiene actualmente este combinado.
Se observa que los ecuatorianos pasan hoy por una situación similar a la que supo torear Rueda en su momento. Sin embargo, es muy discutible el hecho de que Gómez sea el adecuado para llevar a cambio este nuevo recambio generacional que corresponde tras casi seis años después de la clasificación al último mundial que asistieron. Ambos técnicos se vieron enfrentados en la presente Copa América y fue el entrenador de Chile, esta vez, quien salió airoso. A partir de ello, y tras los resultados conseguidos hasta el momento, se puede partir con un análisis que dictaminaría que lo del 'Bolillo', por significativo que haya sido en el pasado, puede que, efectivamente, se haya quedado estancado ahí.
Más aún, con la tercera casilla obtenida por Ecuador en el último mundial Sub-20, se discute con mayor énfasis la posibilidad de traducir esta generación venidera en una que sea parte de este recambio tan necesario en la selección mayor, si es que muchos ya no han empezado a exigirlo. El reto es grande cuando se trata, entonces, de comenzar a reconstruir un proyecto que parece tener base humana sobre la cual trabajar, pero aún no la cabeza necesaria para comenzar a cimentar un grupo sólido para las competencias venideras.
El fútbol actual requiere de técnicos con una visión moderna y estrategias más actualizadas. En ese sentido, la 'Tricolor' tendría que pensar si su presente entrenador cumple con estos requisitos mínimos o si, más bien, mantiene a uno que sigue dirigiendo como en el inicio de los 2000. Para apuntar hacia un futuro más prometedor y encontrar su Ecuador, es necesario dejar atrás viejas glorias e ir a por las nuevas. Por lo pronto, queda en evidencia que hay mucho trabajo por hacer y parece que la situación seguirá siendo la misma, mientras no se considere realizar cambios drásticos que involucren una planificación seria y más analizada. De momento, los resultados no respaldan el proceso actual y podría repetirse la historia de hace quince años: ¿habrá otra renuncia después del posible desacierto de esta competencia? Mientras tanto, el balón rueda; y, como el reloj, no perdona.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: AFP
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