Foto: Prensa Copa AméricaChile goleó 0-4 a Japón en su presentación en una nueva Copa América. Si bien el equipo nipón compite con un once alterno, los dirigidos por Reinaldo Rueda dejaron la sensación de que son capaces de ir con todo hacia la conquista de su tercer título.

Larry Jalk | @LarryJalk
Redactor

El Capo: On fire

Los goles de Vargas, un clásico de la Copa América. Acá grita el segundo de su cuenta personal. (Foto: Prensa Copa América) 

Eduardo Vargas tuvo una noche para el recuerdo. Como es habitual en él en Copa América -torneo del que tras este partido es máximo goleador en actividad-, el ariete del Tigres mexicano respondió con creces y anotó un doblete. A veces dejó su hábitat natural -el área- para ir en procura de ser protagonista del juego asociado de su equipo; en esa búsqueda, encontró primero un golazo desde fuera del área. El otro tanto de su cuenta llegó como a él también le gusta: rompiendo las líneas del fuera de juego.

La Pizarra: En la base está todo

Rueda adaptó a su 4-2-3-1 la escuela chilena tradicional y así pasó por encima al entusiasta equipo de Moriyasu. (Fotos: AFP) 

Japón llegó a este torneo con la idea de probar el equipo que será anfitrión en los Juegos Olímpicos. Así, Hajime Moriyasu propuso el tradicional 4-1-4-1 de la escuela del sol naciente, con Takefusa Kubo -el llamado a ser la estrella de este equipo- como ancla. Gaku Shibasaki, Teruki Hara, Daizen Maeda y Shoya Nakajima buscaron, a su vez, crear juego y aprovechar su velocidad para romper líneas, aunque por momentos lucieron muy desordenados. Y en esa línea también estuvo en esa línea fue la defensa: su ímpetu y ganas de no perder fueron decayendo progresivamente, lo que explica los tres goles encajados en el complemento.

Por su lado, Reinaldo Rueda tuvo al 4-2-3-1 como carta de presentación. Con Vargas como único delantero, Erick Pulgar y Chárles Aránguiz quedaron como volantes de primera línea, mientras que Arturo Vidal se coló como lanzador en el medio de José Pedro Fuenzalida y Alexis Sánchez. Este último, como siempre, fungió como un extremo desequilibrante, mientras que por el lado de Fuenzalida predominó el dos contra uno a partir de la subida constante al ataque de Marcelo Isla. Vidal, por su parte, era por momentos quien conducía los hilos del ataque, sin dejar el espíritu luchador que lo caracteriza para defender cuando su equipo era atacado. Con el segundo tanto en el marcador, Aránguiz también empezó a pisar el área, y en una de ellas asistió para el tercer tanto.

La Clave: esperar el momento

Pulgar, de grato partido, va al cabezazo con Ayase Ueda. (Foto: Prensa Copa América) 

Chile asumió el riesgo de dejar que Japón impusiera su juego. La 'Roja' esperó así el momento perfecto para dar el golpe, y aquel llegó mediante un tiro de esquina. El gol de Pulgar fue clave para afrontar el segundo tiempo: fue el punto de quiebre que terminó intercambiando del todo los roles, pues confirió a Chile el protagonismo y lo convirtió en dominador del juego.

La Joyita: Pulgar arriba

Este cabezazo de Pulgar se transformó en el primer tanto mapochino. (Foto: Prensa Copa América) 

Erick Pulgar, pues, fue el encargado de abrir el marcador. Lo consiguió mediante un potente cabezazo al término del primer tiempo. El volante llegó a elevarse bien en el área y sacar ventaja a la defensa japonesa, para así conectar el esférico y anotar un buen tanto.

El Jugadón: se tomó su tiempo

Aránguiz supera a la carrera a Nakajima. (Foto: Prensa Copa América) 

Suele decirse que hay que tomarse un tiempo siempre para las cosas buenas, y Aránguiz cumplió a la orden esa frase. Luego de desbordar y quedar al borde del área, el volante del Bayer Leverkusen levantó la cabeza, pensó y se tomó su tiempo para sacar el centro; así encontró a Sánchez, quien de cabeza anotó un tanto de magnífica factura para decretar la goleada.

El Tapadón: El pie y un poco más

Más allá de la goleada, Arias tuvo trabajo. (Foto: Prensa Copa América) 

Japón logró reaccionar tras asimilar el segundo tanto. El cuadro oriental contó con opciones claras para descontar, pero la más clara estuvo en un mano a mano entre Naomichi Ueda y el golero chileno Gabriel Arias. El delantero definió colocado al palo lejano del arquero, pero este ya había achicado bien los espacios y evitó la caída de su pórtico con el pie en gran intervención.

La Calamidad: Despachó lo poco que hubo

El mediático Kubo erró una chance clara. Aquí controla el balón delante de Aránguiz. (Foto: Prensa Copa América) 

Ueda protagonizó más de una chance de gol, pues también falló cuando quedó mano a mano con el arquero. Otra fue una de Hiroki Abe, quien había ingresado y tuvo opción de definir, pero decidió enredarse con muchos amagues. Kubo también apareció en la lista: luego de eliminar a sus rivales no pudo definir bien ante Arias. En suma, hubo muchos goles fallados por parte de Japón, que bien pudo haberle dado otro tipo de emoción al partido si hubiera capitalizado las chances.

Kazuki Ito: Por aquí no pasó nada

Díaz de Vivar estuvo atento, como ante esta salida de Nakayama. (Foto: Prensa Copa América) 

Mario Díaz de Vivar tuvo una buena presentación. El paraguayo mantuvo el nivel que exige este torneo durante todo el partido. Lo más interesante fue que no necesitó recurrir al que ahora es pieza fundamental en el desarrollo del juego: el VAR.

Los Goles

Fotos: Prensa Copa América; AFP


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La ficha del Japón 0 - Chile 4

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