Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comEn Colombia se anunciaron cambios importantes en la Liga Profesional Femenina que demuestran un retroceso en la lucha por igualdad entre hombres y mujeres en el fútbol.

Daniel Orrego | @dorrego1411
Redactor

El crecimiento del fútbol femenino en Sudamérica había dado algunos pasos importantes en países como Venezuela y Colombia, incluyendo el primer título cafetero de la Copa Libertadores conseguido por Atlético Huila en 2018.

Sin embargo, la Federación Colombiana de Fútbol dictó una medida extraña en los últimos días a través de la cual bajaba esta disciplina de la categoría profesional a la semiprofesional. Una denominación que se había dado durante un par de años fue degradada tras la decisión del máximo ente del fútbol de ese país.

Los reclamos se escucharon rápidamente. Las futbolistas reclaman que el apoyo no es el mismo para hombres y mujeres, algo común en el deporte, y que esto afecta directamente a las condiciones laborales que habían podido conseguir con el paso de los años.

 

El respaldo ha sido casi unánime no solo dentro de Colombia sino también fuera de ese país. El cambio se basa en supuestos argumentos de que no hay dinero de parte de los clubes, aunque esto ha sido desmentido por algunos dirigentes. Además, empresas privadas y algunos jugadores de la selección masculina también han mostrado su rechazo ante el evidente retroceso que sufriría el desarrollo del fútbol femenino.

Toda era polémica está envuelta en denuncias de acoso sexual y laboral, irregularidades y vetos a jugadoras que reclamaban mayores derechos dentro del combinado nacional. Otra muestra de que el fútbol no está fuera de una lucha que lleva décadas para que mujeres y hombres cuenten con las mismas oportunidades dentro de la cancha y fuera de esta.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: AS Colombia


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