Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comSporting Cristal presentó un reclamo para anular la expulsión de Emanuel Herrera. Si finalmente procedía su petición, esto no tendría por qué haber marcarcado necesariamente un mal precedente, como se ha venido afirmando.

Mariano Elías | @marianoeliasfut
Redactor

El fútbol peruano ya conoce lo que significa que se reviertan decisiones erróneas de los árbitros, tal como para muchos fue la que tomó Miguel Santivañez en Huancayo al expulsar a Emanuel Herrera por una supuesta agresión a Luis Maldonado. Un caso emblemático es el de Gustavo Rodas en la final del Descentralizado 2010, a quien se le quitó la expulsión para el segundo partido definitorio, pese a finalmente no haber sido considerado por Franco Navarro. El caso inverso ocurrió en 2017, cuando a Mauricio Viana se le suspendió con una resolución pese a haber recibido tarjeta amarilla por golpear a Jesús Arismendi.

El torneo no se iba a desnaturalizar si se modifican errores en primera instancia, pero sí es necesario demostrar con certeza absoluta estos errores. Hoy, con la multicámara y la cantidad de repeticiones que brinda la televisión, hay aspectos que se pueden detectar en flagrancia, y si la falla es evidente, es completamente justo que se amplíe, reduzca o que se anule una sanción. En caso una situación no sea 100% comprensible con los recursos que brindan las transmisiones, la única referencia clara es el informe del árbitro, que puede ser erróneo, pero al que siempre hay que considerar.

Es válido mencionar los antecedentes o casos similares, pero hay que hacer también especificaciones del caso. Cuando se absolvió a Rodas en 2010, Manuel Garay se mostró bastante indignado porque se cambió su decisión, pese a haber videos que sí evidenciaban una clara agresión del argentino. El argumento de la Comisión de Justicia de la ADFP fue, en ese entonces, que no se especificó en el informe a quién había sido la agresión, y que el juez se había basado en versiones de sus asistentes. Aunque el caso más emblemático sucedió con Carlos ‘Kukín’ Flores en el Apertura 1998, fecha 4, en un Boys - Alianza en el que fue expulsado por, supuestamente, pelear una pelota de manera malintencionada con el arquero aliancista Jorge Battaglia. Al final, la CJ decidió perdonarle la roja a Flores al constatar en video que la falta había sido en realidad del guardameta paraguayo.

 

Más allá de si fue una resolución fundamentada o no, el caso no es igual al de Herrera y Maldonado. Santivañez, en el informe que ya circuló por redes, indica agresión mutua y especifica que el goleador rimense golpea a su rival con el puño y con el pie. Al ver los videos o escuchar versiones se podrá considerar exagerada su decisión, y es por ello que el proceso que realizó Cristal fue el correcto: reclamar ante la comisión correspondiente y buscar fundamentar correctamente que el árbitro erró. Santivañez también tuvo que fundamentar lo que colocó en su informe y los encargados tomar la decisión de ratificar o anular la sanción, lo que finalmente ocurrió con la ratificación de la suspensión para el goleador argentino. Así de simple.

No se puede tampoco, sin embargo, dejar sin consideración el informe del árbitro cuando las imágenes no son tan claras. Y si en él hay especificaciones certeras, la situación es más difícil de revertir. Finalmente, lo ideal es que cada sanción esté correctamente fundamentada y, si se llega a la conclusión de que fue errónea, que por lo menos tenga lógica y no sea totalmente arbitraria, como tantas veces ha ocurrido en el fútbol peruano.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: Pedro Monteverde / DeChalaca.com


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