Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comEl fútbol peruano afronta un año fundamental para medir su grado de crecimiento. Con seis competencias en juego, ¿seremos capaces de dejar de lado la vocación autodestructiva en caso las cosas no salgan tan bien?

Adrián Cabrejo | @adriancabp
Director periodístico

El 2019 no es un año cualquiera para el fútbol peruano. Las implementaciones de la Liga 1 y la Liga 2 constituyen un magnífico primer paso para institucionalizar y mejorar la organización de nuestro siempre querido campeonato, pero también importa -y mucho- lo que puede suceder con las distintas selecciones. Este año está cargado de fútbol, tanto que podemos terminar empachados y con una grave indigestión si no se afrontan los compromisos y se evalúan los resultados con la madurez necesaria para analizar todo lo que puede suceder.

El Sudamericano Sub-20 será la primera gran prueba de un año cargado con un Sudamericano Sub-17 y un Mundial de la categoría que se disputarán en nuestro país. También está la Copa América y probablemente el inicio del proceso clasificatorio rumbo a Qatar 2022. Y no hay que olvidar que los Juegos Panamericanos también tienen al fútbol como una de sus disciplinas. Es bastante para una selección que acaba de participar en una Copa del Mundo por primera vez en los últimos 36 años.

Por eso es importante que quienes toman las decisiones en el fútbol peruano tengan la frialdad suficiente para sostener los proyectos que actualmente se llevan a cabo; proyectos que, sobre todo en el caso de menores, intentan descentralizar cada vez más el fútbol con el desarrollo de torneos en distintas categorías. No hay que olvidar que los proyectos no se sostienen solo en personas; se sostienen en ideas. Los nombres pueden pasar, pero si existe una idea sólida entonces se podrá continuar y mejorar sobre la base de ella.

 

Lo que suceda este 2019 probablemente marque la pauta de lo que serán los próximos tres años. No sirve de nada regresar al Mundial después de casi un tercio de siglo si tiramos por la borda todo lo avanzado hasta ahora. Pase lo que pase, es momento de alcanzar la madurez necesaria para mantenerse a flote en un año lleno de retos en el que los inquisidores de siempre estarán atentos al primer tropiezo para hacer lo único que saben: destruir.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com


Comentarios ( 0)add
Escribir comentario
quote
bold
italicize
underline
strike
url
image
quote
quote

busy