Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comEl 2018 falleció Alberto Tejada Burga, primer árbitro peruano en dirigir un partido por Eliminatorias y quien desarrolló una dilatada trayectoria que no pudo ser premiada con la posibilidad de formar parte de una Copa del Mundo.

Daniel Reátegui | @danielreateguiw
Redactor

Corrían los primeros años de la década de 1950 y en el arbitraje nacional marcaba época el réferi inglés Charles Dean, traído al país como parte de un esfuerzo dirigencial por alcanzar la ansiada profesionalización del balompié. A contramano de lo que reza uno de los cánones del fútbol de que cuanto menos notoria sea la presencia del árbitro en la cancha, mejor habrá dirigido, Dean era un personaje en aquellos años, con una autoestima por las nubes y tan cotizado como el mejor jugador de la época.

Pese a ser programado por la Asociación Central de Fútbol (ACF), ente que organizaba el torneo de Primera División, para dirigir el juego entre Sport Boys y Mariscal Sucre del sábado 20 de agosto de 1954, Dean estuvo inubicable en aquella Lima que ya empezaba a crecer desordenadamente. Incluso algunos cronistas de la época señalan que el árbitro inglés se escondió para no dirigir dicho partido y hacerse extrañar en medio de una disputa económica con la Federación Peruana de Fútbol por un aumento de sueldo. Ante la imposibilidad de ubicarlo, a la mañana de aquel sábado los directivos chalacos y dinamiteros optaron por un bisoño Alberto Tejada Burga para que conduciera el juego, quien así, sin esperarlo y sin tiempo para procesar la responsabilidad que asumiría, marcó su debut como árbitro en un partido de Primera División.

El debut de Tejada bien pudo significar su despedida pues incurrió en diversos yerros: en el complemento sancionó un penal controvertido a favor de Boys —crónicas de la época indican que la mano en el área del jugador de Sucre, Eduardo Rodríguez, fue casual—. cuando el marcador estaba igualado a un gol. Fernando Olaechea ejecutó la falta y adelantó a los rosados. Posteriormente, Tejada no sancionó dos faltas en el área rosada que a juicio de los jugadores dinamiteros existieron y, para cerrar su controvertida actuación, sufrió un calambre en el epílogo del juego, pese a lo cual, enrazado y corajudo, desestimo ser atendido por el masajista, conduciendo los últimos minutos con una visible cojera, recibiendo severas críticas de la prensa.

Rumbo a la Copa del Mundo

Las actuaciones de Alberto Tejada Burga en el circuito local le iban a dar la posibilidad de moverse afuera. (Foto: Luis Amaya) 

En 1962, Sudamerica se aprestaba a organizar en Chile la fiesta ecuménica del balompié por tercera vez, luego de hacerlo en Uruguay 1930 y Brasil 1950. Un peruano fue designado por primera vez para dirigir un partido de esa naturaleza en un proceso clasificatorio. La responsabilidad recayó en Tejada, quien para aquella época, ocho años después de su inesperado y accidentado debut, ya aparecía como un árbitro asentado y con experiencia. Así, el 29 de marzo de 1961 condujo en San José, Costa Rica, el partido por el Grupo Final de la Concacaf que disputaron los ticos y Antillas Holandesas, duelo que se saldó con una estrepitosa goleada por parte de los locales por 6-0.

Posteriormente, en las Eliminatorias de México 1970, Tejada Burga condujo el debut de Brasil, que buscaba llegar a  México para borrar la mala imagen que dejó en Inglaterra 1966. Así, Tejada se cuadró en El Campín de Bogotá el 6 de agosto de 1969, en el cómodo triunfo de los brasileños por 0-2 sobre los cafeteros gracias a un doblete de Tostao. Finalmente, cuatro años después, Tejada Burga fue designado para dirigir el Paraguay-Bolivia por las Eliminatorias para Alemania 1974. El partido jugado el 30 de setiembre de 1973 en Asunción se saldó con un categórico 4-0 a favor de los guaraníes, triunfo con el cual igualaron la línea de Argentina, quien completaba el grupo; sin embargo, a la semana siguiente, los albirrojos sucumbieron 3-1 en Buenos Aires y le dijeron adiós al sueño mundialista.

Sueño trunco

Pese a haber dirigido en tres Eliminatorias, Tejada Burga no pudo concretar la ilusión de conducir un partido en la Copa del Mundo. Fue incluido en la nómina de árbitros preclasificados para México 1970 y quizás fue cuando tuvo las mejores posibilidades, pues llegaba con 46 años, en plena madurez de la carrera arbitral, con amplia exposición y experiencia a nivel internacional.

De a pocos, Tejada Burga se ganó un nombre en el plano continental. (Foto: El Gráfico) 

Sin embargo, pese a estar preclasificado, Tejada Burga no fue designado en la nómina definitiva. Algunos creen que lo ocurrido el 7 de abril de 1969 en el Maracaná pudo haber sido decisivo para que no viajara a México. ¿Qué sucedió aquella noche? Tejada dirigió el amistoso entre Brasil y Perú que se saldó con el triunfo de la local por 3-2, luego de ir 0-2; partido que se recuerda por la descomunal batalla campal gatillada a partir de una agresión de Gerson a Orlando ‘Chito’ De la Torre a los 41 minutos. Tras la bronca y con el partido suspendido por Tejada, el equipo peruano se dirigió al vestuario y tomó la decisión de no salir para la segunda mitad. En aquel momento, Joao Havelange, entonces titular de la Confederación Brasileña de Deportes, acudió al vestuario nacional y luego de persuadir a Didí, logró que los peruanos volvieran al campo de juego y consiguió que el juego se reanudara. Este desliz —haber reanudado un juego que había suspendido— pudo haberle restado meritos en sus pretensiones de asistir ak Mundial; de igual modo, pudo haber significado la primera muestra de la habilidad de Havelange por cuidar, preservar y hacer prevalecer el producto fútbol por encima de todo, incluso por sobre la autoridad del réferi.

La noticia de que Tejada Burga no estaba considerado en la nómina definitiva de árbitros para México 1970 fue conocida por el árbitro en los vestuarios del estadio Nacional durante el entretiempo de un partido por el Descentralizado. Años después, su hijo Alberto Tejada Noriega contó que dicha noticia conmovió y golpeó duramente a su padre, pues sabía que aquella era la última oportunidad de poder dirigir en una Copa del Mundo por la edad que alcanzaba en aquel momento: 46 años. Relata Tejada Noriega que aquella noche de 1969, cuando apenas tenía 13 años, su padre, desolado por la noticia, y derramando lágrimas sobre el hombro de su adolescente hijo, le preguntó: “¿Qué tiene ese chico que yo no tenga?”, refiriéndose al árbitro uruguayo Ramón Barreto, de 31 años, elegido finalmente por FIFA para acudir a México, en lugar del peruano.

Le sacó roja

Debía jugarse el partido de vuelta por la final de la Libertadores de 1967 en el Centenario, entre Racing Club y Nacional de Uruguay, para dilucidar al campeón, luego de que la ida en Avellaneda había terminado 0-0. La Confederación Sudamericana de Fútbol designó a Tejada Burga para conducirla, pero días antes del 25 de agosto de 1967, arribó a Lima un exdirignete de la AFA, Víctor Hipólito López, quien buscó a Tejada en el Seguro Social donde laboraba y le espetó que Racing “debía ganarle” a Nacional. Asombrado por el tono de las palabras del argentino, inmediatamente Tejada formuló la denuncia por intento de soborno en la Comisaría de Cotabambas, conduciendo hasta ella al ciudadano argentino en compañía de un efectivo del orden. Posteriormente, la policía peruana liberó a López alegando que no había mérito para procesarlo pues lo que él había manifestado a Tejada era simplemente el deseo de que Racing ganara y que ello no configuraba un delito.

Recorte de La Crónica en un hecho que marcó un escándalo. (Recorte: diario La Crónica) 

Estallado el escándalo y luego de que Racing deslindara de López y se comprometiera a colaborar con las investigaciones, la CSF determinó cambiar al árbitro del partido, designando al también peruano César Orozco, quien tuvo una correcta actuación en el 0-0, que obligó a jugar un desempate en Santiago de Chile, con triunfo de Racing. Haya sido un simple deseo, manifestado de manera impertinente ante el responsable de ejercer justicia en aquel partido o un intento de soborno, lo rescatable es la conducta firme de Tejada Burga, sin vacilaciones para zanjar con el hecho y denunciarlo directamente ante las autoridades correspondientes, en salvaguarda de su honor.

Aún con la desazon por no haber sido elegido para arbitrar en México 1970, Tejada Burga recibió un reconocimiento a su trayectoria al haber sido designdo para dirigir el partido de vuelta de la final de la Copa Intercontinental de 1970, disputada entre Feyenoord y Estudiantes de La Plata. El partido de ida finalizó 2-2 en La Bombonera, mientras que el partido de vuelta disputado en el estadio De Kuip en Rotterdam, finalizó 1-0 con gol de Van Daele, logrando así el equipo holandés el título. La actuación de Tejada Burga que dirigió sin mayores inconvenientes, alcanzó un hito al ser el primer y único árbitro, hasta la fecha, en dirigir una final de este torneo.

Silbatazo final

Tejada Burga alcanzó otro hito que, en estas épocas parece imposible de lograr, amén de los innumerables cuestionamientos que pesan sobre la actuación y el criterio que aplican los referis al dirigir, acrecentados por lo que muestra la televisión y el VAR: despedirse de las canchas con una cerrada ovación de todo un estadio. Ello ocurrió la tarde del domingo 14 de octubre de 1973 en el clásico entre Alianza y Universitario y con la presencia de 43 mil espectadores. Antes del inicio del juego, Tejada Burga se dirigió al centro del campo, acompañado de las autoridades deportivas de entonces, recibiendo de parte de su colega César Orozco un presente de plata por los 25 años de trayectoria en el referato.

Tejada Burga se despidió con honores del arbitraje. (Recorte: diario La Crónica) 

Culminados los actos protocolares, Tejada Burga hizo sonar el silbato y la pelota se puso en juego simbólicamente, luego de lo cual, Tejada detuvo el juego y caminó hasta el borde del campo, donde lo esperaba el árbitro Oscar Ferreyra, a quien le entregó el silbato para que reanudara las acciones. Retirado del arbitraje activo, Tejada Burga fue instructor FIFA por 20 años y en el plano local presidió la Comisión Nacional de Árbitros (CONAR). Falleció el 20 de enero de 2018.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Luis Amaya, diario La Crónica, El Gráfico


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