Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comAunque hizo un aceptable Torneo de Verano, y en alguna fecha llegó a alcanzar la punta del Apertura, la crisis institucional terminó por liquidar al ‘Canalla’. Un declive progresivo de su rendimiento conllevó a un desastroso Clausura, y a la consecuente pérdida de la categoría.
Kenny Nagahama | @Kenny_Nagahama
Redactor

Las cifras

- El goleador del equipo: Tulio Etchemaite (12 goles)

- El mejor resultado: Rosario 5 – Ayacucho 1 (Torneo de Verano, fecha 11)

- El peor resultado: Rosario 0 – Cristal 8 (Clausura, fecha 15)

- Cantidad de jugadores empleados: 42

- Cantidad de jugadores Sub-20 empleados: 8

-Técnicos: 3 (Pablo Abraham, fecha 1 del Torneo de Verano a fecha 5 del Torneo de Verano; Rainer Torres, fecha 6 del Torneo de Verano – fecha 8 del Clausura a fecha 15 del Clausura; Fernando Nogara, fecha 7 del Torneo de Verano a fecha 7 del Clausura)

La pizarra

La táctica que predominó en el once titular de Sport Rosario a través del año fue el 4-2-3-1, con algunas variantes ocasionalmente. El 4-3-2-1 fue la segunda más utilizada, quizá considerando la cantidad de hombres en el plantel cuyas características les permitían jugar en primera línea. Sin un conductor claro –como lo fue alguna vez Pablo Lavandeira-, y tras la partida de su primer goleador (Tulio Etchemaite), además de los problemas internos, el juego del equipo fue yendo en decadencia hasta tocar fondo en el Clausura.  

El arco del ‘Canalla’ tuvo como dueño absoluto a Salomon Libman desde la temporada pasada, hasta que dejó el club por temas extra futbolísticos. A partir de entonces, entre Luis Llontop y Juniors Barbieri se dividieron equitativamente el puesto para los 24 partidos restantes (coincidentemente, recibiendo también la misma cantidad de goles). En la zaga central, quien casi siempre estuvo fue Carlos Beltrán, seguido de Erick Rossi. Ante la polifuncionalidad de algunos defensores, no hubo una línea de cuatro que salía de memoria, por lo que los relevos José Cánova y John Tapia tuvieron la posibilidad de sumar una cantidad aceptable de minutos.

Si bien se puede considerar que Ronaldo Andía –por derecha- y Farihd Jasaui –por izquierda- fueron los laterales habituales del equipo, en aquellas variantes al 4-2-3-1 (por ejemplo, al jugar con una línea de tres o de cinco), estos a veces pasaron a jugar más adelante. De esta manera, Anghello Vera y Rossi -centrales por naturaleza- tuvieron que jugar por las bandas ocasionalmente. Esto limitó de cierto modo la capacidad ofensiva del equipo, especialmente tras la partida de Christian Adrianzén.

En primera línea, la dupla habitual estuvo conformada por Carlos Uribe y Paulo Goyoneche, ambos jugadores con buen disparo de larga distancia; con Uribe con una mayor capacidad para el despliegue y para romper líneas. Sebastián Ternero y Antonio Gonzales tuvieron la posibilidad de alternar en el puesto, mientras que Beltrán era una opción más cuando no era utilizado en la defensa central. Al jugar con tres al medio, uno de estos últimos podía sumarse, o como se dio en la recta final del Clausura, se colocó a Gerald Távara acompañando a Uribe y a Goyoneche.

La segunda línea de volantes estuvo normalmente compuesta por un tridente, el cual tampoco salía de memoria ante la posibilidad de los volantes de jugar en cualquiera de los puestos. Christofer Gonzales habitualmente jugó por el medio y fue el más alto valor de este sector mientras estuvo en el equipo. Carlos Olascuaga, Christian Adrianzén y Rolando Arrasco fueron por las bandas. Cuando se empleó el 4-3-2-1, fue Olascuaga quien acompañó a ‘Canchita’ detrás del punta, y cuando este último se fue, jugó normalmente junto a Juan Diego Gutiérrez. Las veces que Távara no jugó en primera línea lo hizo en la segunda, y fue donde mejor rindió. Raúl Tito fue siempre el principal relevo para cualquier posición de esta volante. Las bajas del equipo obligaron a que constantemente haya variantes tanto posicionales como de nombre.

Puede decirse que el ataque de Rosario tuvo a dos argentinos en buen nivel individual: Tulio Etchemaite y Alan Murialdo. Etchemaite igualó la marca del goleador de 2017, Janio Pósito, tras jugar casi la mitad de minutos que este último disputó con camiseta del ‘Canalla’. Marcó dos tripletes (ante UTC y Ayacucho), y su partida a Melgar coincidió con el declive del equipo. Murialdo también hizo un buen trabajo, y logró marcar diez goles en medio de un conjunto que no tenía un buen juego colectivo. Carlos Olascuaga, el tercer goleador, jugó también algunas veces como único punta.

Foto: Prensa Sport RosarioEl capo: Carlos Uribe (12.55)

El ex Universitario, ya con un buen recorrido en Primera, fue quien terminó el año como capitán, y también como lo más regular de un club que perjudicó a sus jugadores y terminó descendido a partir de sus problemas internos. Tras cumplir temporadas regulares estos últimos años en Cienciano, Alianza Atlético y en el propio Rosario, hizo todo lo que pudo para intentar darle algo de equilibrio al juego del equipo. Sus pases, movilidad y disparo de larga distancia aportaron siempre, y al menos se despidió de la categoría con un golazo mediante esta vía en el Callao.

Foto: Prensa Sport RosarioLa mejor contratación: Tulio Etchemaite (12.78)

Como se mencionó en el párrafo de la delantera, lo de Etchemaite en Rosario merece ser destacado, especialmente por su buen promedio goleador, los dos tripletes y la diferencia que hizo cuando no estuvo en la cancha. Marcó la diferencia en la primera parte del año como ejecutor de penales y una buena técnica y potencia para pegarle al balón.

Foto: Visión Deportiva HuarazLa revelación: Gerald Távara (13.60)

El joven volante prestado de Cristal cumplió buenas actuaciones en los partidos que disputó como titular en la recta final de la temporada. Mostró ser un zurdo muy técnico, ejecutor de tiros libres y con la capacidad para hacer jugar a un equipo. Si bien el que fuese colocado en primera línea en algunos partidos lo alejó de la que demostró ser su posición ideal (detrás de la delantera, donde pueda moverse por todo el frente de ataque), definitivamente es un jugador que promete.

Foto: Alfredo OsorioLa decepción: Junior Aguirre (11.00)

El hábil volante, quien destacó en Comerciantes Unidos, llegó a Huaraz para el Clausura en vista de que pueda aportar algo distinto. Lamentablemente pasó desapercibido cuando le tocó jugar, y no fue capaz de mostrar sus cualidades que en su momento emocionaron al público en Sullana hace unos años. 

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Prensa Sport Rosario, Alfredo Osorio, Visión Deportiva Huaraz


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