Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comHa cumplido 50 años uno de los jugadores con mejor cartel que llegaron a Alianza Lima en los años noventa. Hamilton de Souza 'Careca', subcampeón olímpico con Brasil en 1988, jugó una sola temporada en Matute, en la que entre el cupo de extranjeros y su baja adaptación al medio no pudo brillar del todo, aun cuando dejó varios buenos goles de cabeza.

    Roberto Castro | @rcastrolizarbe
    Director General

En el fútbol peruano de los noventa jugaron Maradona y Careca. Y no precisamente porque el Nápoli de finales de los ochenta haya venido a presentar sus últimos cartuchos en estas canchas.

La diferencia es que mientras Raúl Maradona llegó a jugar a Deportivo Municipal en 1998 tras haber jugado indoor soccer en algún tramo de su carrera, el Careca que dos años antes ancló en Alianza Lima sí contaba con buen cartel. Era exsubcampeón olímpico con Brasil y 9 veces seleccionado con el 'Scratch', además de haber tenido momentos de brillantez tanto en su país con Cruzeiro como en Portugal con el Sporting. Poco de lo cual reflejó en Matute.

Raposa de cuna

Hamilton de Souza nació en Passos, Minas Gerais, el 27 de setiembre de 1968. En el romanizado argot futbolístico brasileño, fue más bien conocido como Careca II, para no ser confundido con Antônio de Oliveira Filho, el afamado Careca dos veces mundialista y socio de Diego Maradona en el Calcio; ni con Carlos Alberto Bianchezi, también llamado Careca III, quien hizo carrera goleadora en el fútbol mexicano y llegó a jugar por el 'Scratch' en la Copa América 1991.

Careca comenzó muy joven en Cruzeiro, aunque su carrera comenzó bajo la conducción de Carlos Alberto Silva. (Foto: Hoje Media)Los inicios de Careca II se comenzaron a gestar cuando tenía trece años. Fue observado en el preliminar de un amistoso jugado por los juveniles del Cruzeiro en Passos por Rossi, entrenador de las divisiones menores del club raposa, y por Ary da Frota Cruz, director del fútbol base. Ellos lo incorporaron al club y vieron cómo en 1986 un técnico que sería determinante en su carrera, Carlos Alberto Silva, lo promovió dio la chance de debutar en el primer equipo azulado.

En filas raposas, el talento de Careca en el ataque y su buen desempeño en el juego aéreo, apoyado en sus largas piernas y su 1.86 de estatura, lo convirtieron en figura estelar del ataque. Desarrolló una importante sociedad con un tocayo suyo: Hamilton Lima, con quien vivieron una gran jornada de gloria el 2 de agosto de 1987. Un total de 77,449 personas poblaban las tribunas del 'Mineirao' para ver la definición del Campeonato Mineiro con el clásico entre el Cruzeiro y el Atlético, cuando apenas reiniciado el segundo tiempo el lateral Genilson robó un balón por la banda izquierda. Tocó el balón hacia Hamilton Lima, quien acababa de ingresar por el lesionado Vanderley, pero con inteligencia él solo hizo un amague y dejó pasar el balón para la fulgurante aparición de Careca, quien apareció como una luz por la media luna y lanzó un zapatazo violento y esquinado que venció al portero João Leite.

Careca para entonces ya se había hecho de la camiseta '10' del Cruzeiro, pese a ubicarse como delantero neto de área. Su magnífico cabezazo se hizo su mejor sello y de hecho le permitió reeditar la faena tres años después en una nueva final del Campeonato Mineiro. Otra vez el 'Galo' estaba al frente y a los 55', a la salida de un córner, se coló por el segundo palo para poner la testa y vulnerar el pórtico del golero Rómulo. Para entonces, ya estaba en el corazón del hincha raposa.

La plata no llega sola

Careca, en el once titular junto a Taffarel y Romario. (Foto: Prensa Cruzeiro) 

Ya en 1987, Carlos Alberto Silva había pasado del Cruzeiro a la selección brasileña y con él decidió llevar a Careca para hacerlo parte de la Sub-23 que disputó los Panamericanos de 1987, en Indianápolis. Allí lo reubicó como volante ofensivo, para que disputara los cinco partidos -cuatro de ellos como titular- de la campaña que deparó al 'Scratch' la medalla de oro en la competición. Le correspondió anotar un gol en la victoria por 3-1 sobre Cuba.

La consagración llegó al año siguiente, cuando esa misma base de los Panamericanos, que ya contaba con nombres como Claudio Taffarel en el arco o André Cruz en la defensa, se potenció con otros como Jorginho, Geovani, Bebeto y Romário para disputar los Juegos Olímpicos de Seúl. La campaña de esa 'Canarinha' fue brillante: con Careca otra vez como titular en todos los encuentros, se llevó por delante a Nigeria (4-0), Australia (3-0) y Yugoslavia (2-1) en primera fase, además de Argentina (1-0) en semifinales. Sin embargo, en la final, disputada el 1 de octubre de 1988, no pudo con la Unión Soviética en la que brillaban Alexei Mikhailichenko e Igor Dobrovolski, que le ganó por 2-1 y se quedó con la medalla de oro.

De esa manera, Careca estaba totalmente encaminado a ser parte del equipo que buscaría la Copa América para Brasil en casa en 1989 y el título mundial un año más tarde en Italia. Pero Carlos Alberto Silva, su mentor, fue relevado del banquillo verdeamarelho con la asunción de Ricardo Teixeira como nuevo presidente de la CBF. Con la llegada de Sebastiao Lazaroni, apenas fue llamado para un cuadrangular amistoso en Dinamarca y un amistoso disputado contra el Milan en junio de 1989, tras lo cual no volvió a ser convocado.

Al otro lado del charco

¿Cómo un jugador de buen cartel -en la imagen disputando la Copa UEFA 1990/91 con el Sporting Clube- llega al Perú? (Foto: Diario Público)

Después del título mineiro con el Cruzeiro en 1990, Careca llamó la atención del Sporting Clube de Portugal, que lo fichó para jugar la Primeira Liga de la mano de la llegada como entrenador del exmundialista brasileño Marinho Peres, quien lo solicitó como refuerzo. Su debut fue inmejorable: en la primera jornada del fútbol luso, el cuadro verdiblanco goleó 3-0 al Vitoria, y él abrió la cuenta a los 65'.

En ese Sporting, Careca jugaba como volante ofensivo por izquierda; al otro extremo del campo su comparsa era nada menos que Luis Figo. En su primera temporada, marco ocho goles en 30 partidos, y además convirtió uno en Copa UEFA: fue en la goleada por 7-0 sobre el Timisoara rumano. Sin embargo, para 1991/92 su presencia disminuyó: apenas pudo jugar en dos encuentros del campeonato portugués y uno en la Copa UEFA, por lo que acabó siendo transferido en la temporada siguiente al modesto Famalicão, en el que jugó 10 veces más antes de retornar a Brasil.

De regreso en casa, ya en 1994, tuvo un nuevo paso por el Cruzeiro en los tiempos en que Ronaldo hacía su aparición con camiseta raposa. De allí fue transferido al Ponte Preta, y para 1996 le llegó una oferta para una etapa de su carrera que, misteriosamente, es omitida por todas las referencias y entrevistas que hay en el ciberespacio sobre su trayectoria: Gilberto Alves 'Gil' lo convocó para acompañarlo en su aventura al frente de Alianza Lima en el Descentralizado peruano.

Escala en Matute

Careca demoró un poco para adecuarse al fútbol peruano. En su debut amistoso fue volante ofensivo. (Recorte: Suplemento Deporte Total, Diario El Comercio) 

Sí: en diversos sitios de Internet se detalla que en 1996 Careca pasó por Atlético Mineiro, el archirrival de Cruzeiro, pero como es sabido ese año estuvo en el Perú junto a su compatriota Marcelo Bujica, pedidos ambos expresamente por Gil como refuerzos de un cuadro íntimo que buscaba sacudirse de la larguísima racha de dieciocho años sin campeonar.

El estreno extraoficial de Careca con camiseta aliancista se produjo en un recordado amistoso ante Lanús jugado el 5 de marzo de 1996 en Matute. Esa noche, ocupó la volante como único hombre de creación, pues Gil dispuso un tridente ofensivo con Darío Muchotrigo, Bujica y Waldir Sáenz. Ese atrevido esquema le pasó onerosa factura al cuadro íntimo, pues en fantástica noche de Claudio Enría, el cuadro granate aplastó 0-4 al elenco blanquiazul en su propia cancha.

Como es típico en el medio, y más en los noventa, ante la derrota los dardos comenzaron a apuntar directamente a los refuerzos, en especial a Careca, que más allá de algunos balones aéreos no había podido entrar mucho en acción antes de ser reemplazado por Marco Valencia. Cinco días después, el cuadro íntimo sostuvo un nuevo amistoso en Arequipa: Careca volvió a ser titular, esta vez con el respaldo de tres volantes de marca, y participó de la caída blanquiazul por 2-1.

Al margen de los goles, el paso de Careca por el Perú fue relativamente fugaz. (Recorte: Diario Líbero) 

Sin embargo, para el estreno oficial en el Descentralizado, ante Deportivo Pesquero en Chimbote, Gil afrontaba un problema: el cupo de extranjeros estaba limitado a cuatro jugadores en la lista de dieciséis, y además de Careca y Bujica el cuadro íntimo contaba con los argentinos Marcelo Sozzani y Gustavo Tempone -aún no nacionalizado- y el también brasileño Zé Carlos. Por eso, la decisión del DT fue desafectar al ex Cruzeiro, que no pudo ver acción sino hasta el 4 de mayo, cuando hizo su debut oficial en la Primera División peruana en la victoria íntma por 3-1 sobre Cienciano en Matute, cuando ingresó en el complemento por Paulo Hinostroza.

Pero el tema del cupo de extranjeros, sumado a un estado físico que no lucía de los mejores, complotaron para que Careca volviera a confinarse fuera de las convocatorias de Gil. La única forma de que pudiera hacerse un espacio era tomando las escasas oportunidades disponibles, y eso ocurrió semanas luego, el 23 de junio: por la fecha 12, se le dio la chance de ser titular ante La Loretana y destacó en la goleada íntima por 5-0. Eso hizo que el DT le renovara la confianza para jugar el clásico de la semana siguiente ante Universitario, en el que una gran jugada suya derivó en el gol íntimo marcado por Waldir Sáenz apenas a los 4', un minuto antes de que Adrián Czornomaz decretara el 1-1 final.

Fue entonces cuando comenzó la mejor etapa de Careca en Alianza. En el partido siguiente, ante Deportivo Municipal en Matute, convirtió su primer tanto con la blanquizul al abrir la cuenta con un muy buen golpe de cabeza, aunque el encuentro acabó 2-2 con cuatro tantos marcados en los últimos 15 minutos. Una semana más tarde volvió a marcar ante Sporting Cristal, aunque el juez Alberto Tejada le anuló ese gol, cuando ya celebraba con la tribuna Sur, por supuesta posición adelantada que al parecer no existió. Y en la siguiente fecha, nuevamente anotó de cabeza, frente a Deportivo Pesquero, pero otra vez Alianza cedió un 2-2 en Matute.

Luego de su paso por Alianza Lima, Careca terminó su carrera en el ascenso de Brasil. (Recorte: Suplemento Deporte Total, Diario El Comercio) 

En las siguientes tres jornadas, Gil mantuvo a Careca como titular, pero ya reubicándolo como delantero, su demarcación original, en los duelos ante Guardia Republicana y San Agustín. Luego se mantuvo alternando, pero ya viniendo del banco: volvió a anotar goles, siempre de cabeza, ante Sport Boys en un nuevo 2-2 en Matute y en la goleada íntima por 6-0 sobre Alianza Atlético. Más bien, fue titular en los dos encuentros que Alianza disputó por la Copa Conmebol ante Emelec, en el primero de los cuales -jugado en el estadio Nacional- abrió la cuenta para la victoria blanquiazul por 2-1.

El último partido de Careca en Alianza se produjo el 3 de noviembre, en la derrota íntima por 2-1 ante Cristal en el cierre del Descentralizado. Luego de eso, no integró las nóminas en los duelos de la Liguilla que clasificó a la Libertadores como subcampeón al cuadro victoriano, y cerró su periplo por Matute con 18 partidos jugados (16 en el torneo local) y 5 goles anotados (4 en el torneo local).

La vida post

Después de su salida de Matute, Careca ancló en el Londrina para jugar la Serie B brasileña. Empezó así un periplo de estancias semestrales en diversos clubes: se marchó al Coritiba, luego al ignoto Democrata de Governador Valadares y después al Villa Nova, sin mayor estabilidad futbolística.

Careca se ha reencontrado con Hamilton Lima, su antiguo socio de ofensiva, como entrenadores de las divisiones menores de Cruzeiro (Foto: Hoje Media) 

Finalmente, en 1999 fichó por el América de Minas Gerais, en el que un año después, apenas a los 32 de edad, colgó los botines debido a una lesión en la rodilla. Según sus propias declaraciones a UOL en la década pasada, haber sido bastante aficionado a la vida nocturna en sus épocas de joven melló su estado físico y le impidió consagrar una carrera prometedora.

No obstante, el tiempo nunca está perdido cuando se quiere al fútbol. Careca optó por estudiar para DT: se recibió en 2003, y cinco años después Atlético Mineiro lo incorporó como ojeador para captar talentos para sus divisiones menores. Pero su gran sueño se consumó en 2010: volvió a Cruzeiro, ahora como entrenador de las divisiones menores, en las que su cumpleaños 50 lo ha encontrado como asistente principal del equipo juvenil. Allí se ha reencontrado con su antiguo compañero Hamilton Lima, también DT de las fuerzas básicas azules, mientras ve cómo su hijo Careca Jr. hace su propia carrera en el Itapirense de la Serie C. Y desde lejos, acaso, recuerda Matute como un paréntesis de esos que confiere la vida.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Hoje Media, Prensa Cruzeiro, diario Público; recortes: diario Líbero y Suplemento Deporte Total, diario El Comercio


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