Foto: ConmebolEstudiantes aguantaba muy a su estilo los embates de Gremio y hacía el negocio en Porto Alegre, pero en los descuentos un cabezazo de Alisson forzó la tanda de penales. El yerro de Campi mantuvo al campeón vigente -después del susto- en carrera.

Daniel Reátegui | @danielreateguiw
Redactor

A QUIEN MADRUGA NO NECESARIAMENTE SE LO AYUDA. Gremio salió decidido a dar vuelta a la serie y ello se notó en la formación que envió Renato Portaluppi, pues alineó a Jael de punta (no inició en la ida) y a Everton de extremo. Ambos, justamente, elaboraron el primer gol del partido cuando el reloj apenas marcaba 6': asistencia de Jael, pique al vacío de Everton, dominio algo defectuoso del esférico y un bote bien aprovechado para ganarle el duelo a Jonathan Schunke y sombrearle la pelota a Mariano Andújar, quien se quedó a medio camino. Pero cuando la hinchada tricolor deliraba con el gol que le daba la clasificación, una combinación entre la insistencia de Lucas Rodríguez y un error garrafal de Pedro Geromel permitió al 'Tití' quedar mano a mano con Marcelo Grohe y definir de izquierda al primer palo, para empatar e inundar de temor el Arena do Gremio.

AQUÍ TE ESPERO. El mejor sistema de juego es aquel que atrae el éxito; por eso, es incorrecto tildar de manera peyorativa a tal o cual equipo por defensivo. En línea con su historia, el objetivo del 'Pincha' en Porto Alegre era mantener la valla invicta; por ello, esperó a Gremio en su propio campo, y solo salió un poco en la jugada en la que logró el empate. Antes y sobre todo luego de ello, lo del 'León' fue simple: tres zagueros centrales al fondo, dos laterales que formaban una línea de cuatro con Rodrigo Braña e Iván Gómez, luego Rodríguez y Matías Pellegrini abiertos y listos para el pelotazo en una contra y arriba, solo, el prometedor Francisco Apaolaza. El planteo le daba resultado a Leandro Benítez, pues entre Schunke, Gastón Campi y Fabián Noguera absorbieron a Jael, quien después de la habilitación a Everton en el gol anduvo desconectado del juego.

SACÓ DEL BANCO PARA OBTENER EL PASAJE. Renato Portaluppi movió el banco en el entretiempo e hizo ingresar a Allison por Ramiro, en procura de mayor presencia por el extremo derecho. Dicen que el fútbol es contagio y que basta que entre un jugador con la chispa necesaria para que todo el equipo termine por iluminarse. Y así, con el ingreso de Allison, tanto Jael como Jailson y Luan se asociaron e inquietaron el fondo pincharata; con eso volvieron figura a Andújar, quien en una ocasión desvió un derechazo de Pedro Geromel y en otra, se encomendó a la Virgen de Las Cenizas para que el remate de Luan chocara primero en Noguera y luego se estrellara en el parante y se perdiera afuera. Sobre el final, ingresó Pepe, quien por la derecha también desbordó constantemente a Carlo Lattanzio; sin embargo todo centro al área era bien despejado por Schunke, Campi y Noguera.

Francisco Apaolaza y Walter Kannemann se enfrentan en el juego aéreo. (Foto: Conmebol) 

PINCHA EL LABORATORIO. Cuando la desesperación de la torcida tricolor y de los jugadores locales se  tornaba en penosa agonía, a los 93'+ un desborde de Everton provocó que Facundo Sánchez trabara al extremo cearense. A la salida de la falta, cobrada por Luan, apareció Alisson corriendo desde la media luna hacia el extremo derecho del área, y llegando justo para desviar la pelota con la frente y enviarla al ángulo superior derecho; lo hizo con tanta fuerza que el manotazo de Andújar no pudo evitar la caída. Una jugada de laboratorio ante los inventores de la jugada preconcebida.

PENA Y LAMENTO. El gol agónico de Allison definió el partido, pues ya era muy tarde para que Estudiantes ensayara alguna reacción, aunque ganó un córner sobre los 94'+ que el paraguayo Éber Aquino no dejó ejecutar. Ello generó reclamos pincharratas, aunque con el tiempo ya cumplido el réferi actuó de acuerdo con el reglamento. Ya en la ronda de penales, todos acertaron salvo Gastón Campi, lo que dejó vivo en la Libertadores al campeón vigente: un equipo con talento pero también con músculo para luchar, y es que su propio nombre lo obliga a mantenerse unido y luchar hasta el final por sus objetivos.

Fotos: Conmebol


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La ficha del Gremio 2 (5) - Estudiantes de La Plata 1 (3)

 

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