Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comA un mes luego de la derrota de Perú ante Dinamarca por la primera fecha del Mundial, en el país se sigue escuchando reproches e insultos hacia Christian Cueva, quien falló un penal en ese partido. La reacción solo es un reflejo de muchos defectos que acumula el Perú como sociedad.

 

Manolo Núñez | @Manolonf
Columnista Editorial

Han pasado más de 30 días desde el debut de Perú en Rusia 2018. Un partido que marcó el regreso de la selección a la competición más importante de fútbol y que se terminó perdiendo en un disputado encuentro ante Dinamarca. Es imposible no recordar que Christian Cueva erró un penal cuando el partido seguía empatado sin goles, y su equivocación ha estado en la memoria durante todos los días de competición por varias personas que no superan esa derrota.

Hubo varias excusas para recordarlo. Siendo quizás el colmo el hecho de que Croacia -a quien Perú derrotó en un amistoso en marzo- llegara a la final y que Francia, con quien la selección compartió grupo, se haya terminado alzando con el trofeo. Para este último caso se usó el argumento de que "se le hizo partido".

Los insultos y memes solo han servido para reflejar una serie de defectos que acompaña a la sociedad peruana y que no tienen su origen en el fútbol. Poco importó que los primeros en apoyar a Cueva fueron sus propios compañeros dentro del campo apenas terminó el partido. Así como tampoco importó el hecho de que Perú fallara ocasiones clarísimas en ese partido por demérito de otros jugadores.

Christian Cueva y el penal que erró ante Dinamarca. (Foto: AFP) 

Pero el análisis facilista es lo que suele primar y en este caso el único culpable de la derrota y posterior eliminación es Cueva porque desperdició un penal. Está claro que reducir todas las posibilidades de Perú a una sola jugada es una forma simplista de abordar el tema y muy alejado de lo que realmente pasa en el deporte, en donde las cosas no se concatenan de manera secuencial. Introducir una nueva variable puede cambiar el resultado, incluso para peor.

El fútbol no puede ser reducido a un solo hecho, más allá de que el ejercicio pueda ser hasta entretenido posteriormente, como desde DeChalaca hemos hecho desde hace muchos años en nuestra sección Virtual Replay. Pero no suma si sirve para individualizar el error o fortalecer la idea del "casi".

La eliminación de Perú, en el imaginario de varios, es culpa exclusiva de Cueva. Por esa jugada. Porque siempre alguien tiene que ser culpable de toda la derrota, una persona antes que el colectivo. Es más sencillo atacar a un individuo que reconocer los defectos de la selección en sus partidos que llevaron a no poder superar la primera ronda. Claro que hay varios que llevan el error al hecho de que les "malograron su Mundial", como si los jugadores no estuvieran compitiendo por ellos antes que por cualquier otra persona.

Perú fue muy superado por Francia. (Foto: AFP) 

La historia se pone peor si evaluamos que -medio en broma, medio en serio- varios señalan que con ese penal Perú era cuanto menos cuartofinalista. Entonces se revive la idea del "casi". El verdadero cáncer de una sociedad a la que le cuesta reconocer la derrota y trabajar para ganar el siguiente partido, sin importar de qué cancha estemos hablando. Es más fácil reducir todo a que estuvimos a un paso del éxito, incluso cuando eso es más ficción que realidad.

Finalmente, es positivo -y hasta inexplicable- la defensa que ha tenido Cueva en las últimas horas luego de un video en que un hincha lo insulta. Es inexplicable porque lo defienden los mismos que han estado compartiendo memes burlándose de él durante 30 días. Lo cierto es que como sociedad futbolera -y sociedad en general- hay que pasar la página para mirar hacia adelante, que el futuro cercano nos depara serios problemas a los que hay que hacer frente de inmediato.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com


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