Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comComo en Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, el Mundial Rusia 2018 sufrió una vez más los estrictos requerimientos de la FIFA en la construcción o modernización en los estadios. Así la creatividad percibida en la parte externa de los escenarios deportivos desaparece al ingresar a ellos.

 

Diego Urbina | @diegourbina1495
Redactor

Cada catro años, los mundiales de fútbol brindan a los amantes del balompié las más grandes manifestaciones futbolísticas. Pero no solo eso, pues para algunos sirve también para mostrarle al mundo grandes expresiones arquitectónicas a través de los estadios elegidos como sedes para el torneo. Los doce colosos elegidos para albergar a la Copa del Mundo en las once diferentes ciudades son sin lugar a dudas monumentos impresionantes que no desentonan a los encuentros que acogen. Cada uno de los estadios vistos por fuera generan un impacto pocas veces visto por sus imponentes estructuras, que se esfuman al ingresar a ellos.

La principal causa de dicha desilusión se debe al desmesurado parecido que hay por dentro entre cada uno de los escenarios. Las exigencias del ente máximo del fútbol mundial para la construcción de los colosos deportivos, lamentablemente ha ocasionado que tanto como televidentes como asistentes a los estadios caigan en una monotonía que por algunos momentos hace olvidar el evento que presencian. La extremada estandarización propuesta por la FIFA genera que ver los encuentros del certamen sea casi una rutina. Pasando desde el estilo de construcción de las gradas y camerinos hasta las medidas de los terrenos de juego; cada partido se ha convertido en una ceremonia repetitiva que bordea los límites del aburrimiento.

Por ejemplo, el máximo ente del fútbol en sus "Recomendaciones técnicas y requisitos para la construcción o la modernización de estadios de fútbol" especifica, recomienda y admite únicamente que las dimensiones del terreno de juego sean 105 metros x 68 metros. Mientras que para el área verde que va de muro perimétrico a muro perimétrico debe medir 120 metros de largo y 80 metros de ancho.

 

Además todo estadio está obligado contar con una tribuna de honor ubicada entre la parte baja y parte alta de las tribunas. Esta deberá disponer de una entrada propia separada completamente de la del público. Se deberán instalar como mínimo 300 asientos plegables, numerados individualmente, acolchados, con brazos y con suficiente espacio para las piernas.

En cuanto a los vestuarios todos deben tener 3 mesas de masaje, bancos para mínimo 25 personas, 1 refrigerador, 1 teléfono y 1 pizarra para instrucciones técnicas. Además deberán estar perfectamente iluminados, contar con suelos antideslizantes, aire acondicionado y calefacción. Mientras que los servicios higiénicos deben poseer 10 duchas, 5 lavabos con espejos, 3 urinarios, 2 secadores de pelo y tres retretes.

Todas estos parámetros, si bien aportan en una mejor organización para la realización de los encuentros limitan la originalidad que algunos profesionales puedan plasmar en las construcciones. Sin embargo al hacer esto se olvidan grandes detalles: la creatividad y la creatividad que hay en el país anfitrión. Tal vez una pequeña dosis de flexibilidad en este aspecto permitirá a los espectadores no sentirse en un espectáculo monótono y rutinario.

Clic aquí para leer el artículo al respecto de Folha de Sao Paulo

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com


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