Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comAlemania salvó un partido muy difícil ante Suecia apelando a su linaje. La Mannschaft naufragaba al borde del mar de Sochi por el gol de Toivonen, pero un segundo tiempo corajudo permitió al equipo de Löw salvar, con diez hombres, un 2-1 rubricado con un golazo de proporciones obra de Toni Kroos.

    Roberto Castro | @rcastrolizarbe
    Director General

Enviado especial a Sochi

Sochi es la sede más calurosa de todo el Mundial y eso es una bendición porque el estadio Fisht, sede principal de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2012, está ubicado a menos de 100 metros de la playa de Adler, nombre de la ciudad que configura una misma metrópoli con la primera. Allí, un día después de que en Rusia se celebrara el aniversario número 77 del Día del Dolor -efeméride que evoca el inicio de la invasión alemana a la Unión Soviética que empezó a desenlazar la II Guerra Mundial-, una Ola tremenda parecía llevarse de encuentro a la Mannschaft campeona del mundo y dejarla afuera en primera ronda.

Esa Ola se apellidaba Toivonen y teñía la marejada de amarillo, aun cuando Suecia hubiera llegado a esta cancha vestida de azul intenso. Las tribunas del Fisht, en su mayoría pobladas de afición escandinava, aguantaron el mål en el final del primer tiempo; no se trata de algo negativo, sino de la traducción de la palabra "gol" en idioma sueco. Porque en el estribo, Marcus Berg, el otro ariete de área de uno de los pocos equipos de la actualidad que juega con doble '9' clásico, cabeceó a boca de jarro para forzar a herr Manuel Neuer a una estirada monumental de esas que han sabido convertirlo en el mejor portero del planeta.

Así, el portero del Bayern Münich terminó de despejar las voces que durante los últimos días habían cuestionado su presencia en el arco teutón después de casi no haber tenido minutos en la temporada europea que pasó por una larga lesión. Sucede que los gigantes, sobre todo en el arco, no necesitan demostrar por qué están de regreso cuando están. Si no hubiera sido por Neuer, con certeza, la maldición que de un tiempo a esta parte ya no es de los campeones de la Copa Confederaciones sino de los campeones mundiales vigentes -les pasó a Italia en 2010 y a España en 2014- habría adelantado a esta ciudad un nuevo capítulo.

Pero estaba él, allí donde no había estado el resto del equipo de Joachim Löw. El planteamiento 4-trapecio-1-1 del entrenador alemán había sido desbocado, demasiado arriesgado en nombre de conseguir los goles que le habían faltado ante México. Con laterales adelantadísimos -Joshua Kimmich sobre todo-, un zaguero central que iba al frente y dejaba descubierta su posición -Jerome Boateng- y un lesionado tempranero -Sebastian Rudy- en una primera línea más pensada en atacar que en marcar, la Mannschaft quedó sobreexpuesta a los contragolpes de la muy ordenada Suecia.

Thomas Müller cuida el balón ante la presión de Andreas Granqvist. (Foto: FIFA) 

La idea ultraclásica de Janne Andersson, con un 4-trapecio-2 en el que los que deben marcar marcan, los que deben crear crean y los dos que van arriba están para meter goles, se dio así un festín de contragolpes en la primera mitad. El más exitoso fue el que culminó Toivonen, con ese sombrero que -con la ayuda de un flojo cruce de Antonio Rüdiger- fue el único capaz de superar al impecable Neuer. Pero hubo más, generadas sobre todo por el noble despliegue de esos aleros inteligentes llamados Viktor Claesson y Emil Forsberg, que ocasionaron daño por las bandas y centros en los que cruces más felices habrían anticipado el auf wiedersehen.

¿Pero cómo así la historia dio un vuelco tan grande en un solo un tiempo para que el campeón vigente acabara estirando sus chances de supervivencia mundialista al duelo con Corea del Sur de la última fecha? Pues a lo panzer puro: más frontalidad canjeada apenas por un poquito de orden en el fondo, que no obstante resultó fundamental. Porque Löw tuvo, en el complemento, la prudencia de priorizar su zona defensiva al punto de haber cerrado filas en torno de sus tres hombres de fondo cuando la roja a Boateng lo dejó con uno menos, como que Julian Brandt -un hombre de buen manejo de balón- ingresó a tapar uno de esos espacios.

Antes, por supuesto, el DT alemán había tenido la fortuna de encontrarse con un gol en el que sus apuestas funcionaron. Timo Werner, algo confundido por derecha en la primera parte, corrió a la izquierda para el segundo periodo y desde allí sacó un centro al corazón del área. Mario Gomez, quien ingresó para hacer bulto, jaló todas las marcas. Y Marco Reus llegó para poner de manera oportuna la pierna y empatar. Tal circunstancia no solo respaldó a Löw, sino que condicionó un complemento en el que para Suecia seguía siendo negocio el resultado con el empate.

Marcus Berg supera en el juego aéreo a Jerome Boateng. (Foto: FIFA) 

Por eso acaso Andersson tomó más precauciones de las debidas, y se olvidó un poco de la contra para apostar por concentrarse en destruir el juego alemán. El resultado fue un partido trabado cuyas compuertas solo se abrieron con la roja a Boateng, y en el que los arqueros seguían siendo fundamentales: no solo Neuer, sino también Robin Olsen -curiosamente, otro portero que superó una lesión antes del Mundial-, que tuvo hasta tres intervenciones fundamentales. La foto, sin duda, lo enmarcará tapándole a Gomez un cabezazo a boca de jarro que pudo desequilibrar el partido.

Esto último parecía resignado a no ocurrir hasta que sobre la hora Alemania recordó, como el día anterior Brasil en San Petersburgo, que hay linajes para los que los partidos jamás están terminados. Y que hay cracks llamados a protagonizar esos momentos. Toni Kroos, el pequeño teutón todoterreno, se despachó con un golazo de tiro libre indirecto con poco ángulo que quedará como postal de la noche sochiana. Y que permite a su selección vivir en una Copa del Mundo impredecible en el trámite pero que en los resultados, al menos en los casos de los muy muy grandes, respalda aún a la historia en este tipo de toma y dacas divididos.

After Party

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El Resumen

 

Los Goles

Fotos: FIFA


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La ficha del Alemania 2 - Suecia 1

 

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