Alianza Lima - Boys: Ensayo y error - De Chalaca | Futbol para el que la conoce

En un partido trabado, Alianza Lima venció 1-0 a Boys en Matute gracias a un autogol de Alejandro Ramos y un penal atajado por Leao Butrón en la última jugada del partido. Ambas escuadras mostraron pocos argumentos ofensivos y un trámite intenso resuelto a partir de errores puntuales.

Eduardo Tirado | @EduardoTL     Redactor

¿Qué hizo Alianza Lima para vencer a Boys, pese a haber sido inferior en el trámite general?

No se exagera si se dice que fue un partido pobre el de Alianza Lima en su presentación en Matute en este Apertura 2018. Ante un rival clásico como Boys, se esperaba que el cuadro blanquiazul mostrara una faceta más protagonista y dejara atrás los fantasmas de la eliminación de la Copa Libertadores; sin embargo, no fue así.

El planteamiento de Pablo Bengoechea fue su conocido 4-3-3, pero esta vez con Janio Pósito como ‘9’ y ya no con Gabrel Leyes en el once inicial. En teoría, el técnico uruguayo apostaba por un equipo que ya se conoce bien y viene trabajando casi medio año junto, mas lo que se vio -especialmente en el primer tiempo- fue un equipo desdibujado y con nulas intenciones de inventiva para generar daño al cuadro rosado. Salvo alguna que otra jugada aislada de Kevin Quevedo o Alejandro Hohberg, la primera mitad aliancista fue un concierto de imprecisiones y errores.

Lo mencionado anteriormente se debió a que el esquema de Boys sí parecía atacar las principales falencias de Alianza, encauzadas principalmente en el cuestionado trabajo de sus laterales, mientras que no parecía haber un plan trazado en la escuadra local. En ese sentido, el 4-2-3-1 de Wilmar Valencia potenciaba el juego por las bandas, donde tanto la sociedad Manuel Tejada - Piero Ratto, como la formada por Alejandro Ramos - Damián Ísmodes, se intercalaban constantemente para atacar y defender. Ante la pobre ofensiva aliancista, era más fácil que el cuadro rosado despegara por los lados e hiciera daño cuando quisiera.

 

Particularmente, su lado más fuerte fue el derecho, donde Ratto se transformó en un dolor de cabeza para la zaga aliancista, pues superó constantemente a José Guidino y ocasionó varios desbordes peligrosos. No obstante, el resto del equipo no se movió con la misma intensidad y, pese a que Boys fue superior en la mayor parte del primer tiempo, no supo capitalizar esta ventaja a su favor.

En el complemento, el desgaste físico pareció pasarle factura a la 'Misilera’, que bajó las revoluciones y se dedicó más a tratar de neutralizar el juego aliancista, el cual pasó de ser nulo a ser escaso. Así, con algunos chispazos de buen fútbol, el local logró colar un par de balones al área para darle algo de trabajo a Fernando Martinuzzi. De hecho, Alianza casi no había contado con remates directos u ocasiones claras de gol en todo el partido y, después de todo, parecía que nunca llegaría al arco rival.

Por su parte, los rosados no encontraban ya cómo hacer daño y Valencia tampoco miraba hacia el banco para trabajar con sus variantes, pensando tal vez en alguien que pudiera cambiar el inequívoco sino del partido que parecía proyectarse en paridad. Ante un silencioso e intuido silencio futbolístico que parecía sellar el empate, el factor error tenía que aparecer para iniciar una cadena secuencial de hechos, cual efecto dominó, que inyectara cierta emoción en el partido hacia lo que quedaba para el final.

 

A los 86’, Hohberg coló un tiro libre al área con intención de centrar y Martinuzzi despejó con los puños; sin embargo, su despeje rebotó en un sorprendido Ramos y se metió en propia valla. El gol blanquiazul llegó y desató la euforia en Matute, pero está claro que esto fue más por demérito del rival que por mérito propio, ya que Alianza no había logrado elaborar una jugada clara de ataque en todo el partido.

Con el marcador en contra, Boys apeló al orgullo e intentó presionar a los íntimos. Pero un Maelo Reátegui y Emiliano Ciucci pasados de revoluciones fueron expulsados y el panorama se complicó aún más a los dirigidos por Valencia. Aún así, pese a tener dos hombres más, Alianza se retiró hacia su propia área para aguantar el resultado, lo que terminó con un conjunto rosado enfilándose todavía en área blanquiazul en los últimos minutos.

El esfuerzo de última hora pareció tener su recompensa. Arón Torres se inventó un penal -que no era- al ser aparentemente trabado en el área. En la última jugada del encuentro, Boys tenía cómo empatar y hacerle así algo de justicia al marcador de un partido que se había mostrado muy cerrado desde el principio. No obstante, Joaziñho Arroé -en una cantada prolongación de sus tribulaciones con la tribuna rosada- no colocó bien su remate y Butrón aplicó toda su experiencia para atajarle el disparo y salvar así el día para Alianza.

 

En síntesis, lo que hizo el cuadro de Bengoechea para ganar fue simplemente equivocarse menos que su rival. Boys pagó caro los hechos de errar sus ocasiones, tener dos expulsados y fallar un penal en el último minuto. Si bien el triunfo cede los tres puntos al ganador sin cuestionamientos sobre el merecimiento de este, la victoria no puede -ni debe- maquillar el mal rendimiento de Alianza frente a un Boys que, si hubiera querido, podría haberse ido con un triunfo del Alejandro Villanueva. 

Puede que el triunfo colabore a mejorar en lo anímico en Matute; eso no se discute. Pero no se debe dejar de observar que hay falencias importantes, como la fragilidad defensiva de los laterales o la falta de gol, que Bengoechea debe comenzar a resolver si apunta a cumplir un buen papel en lo que resta del año en tienda íntima.

Fotos: Pedro Monteverde / DeChalaca.com

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