Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comBarcelona entró al campo del Olímpico creyendo que el encuentro ante la Roma sería un saludo a la bandera y pagó cara la osadía. El juego mostrado por la oncena culé fue en cambio un saludo de muerte ante un grupo de gladiadores romanos que ganaron 3-0 y lograron una heroica clasificación.

 

Diego Urbina | @diegourbina1495
Redactor

¿Cómo se explica la remontada de la Roma en una llave que parecía sentenciada a favor del Barcelona?

Con el 4-1 a favor en la ida de los cuartos de final de la Champions League se daba por hecho que el Barcelona estaría entre los semifinalistas y al parecer este mensaje caló en la interna del equipo catalán. Por visto en el campo de juego, cuerpo técnico y jugadores creyeron que los 90' del duelo de vuelta serían de mero trámite. El irreconocible Barcelona que contó con Lionel Messi, Luis Suarez, Andrés Iniesta y sus demás figuras no pudo mantener ni trabajar su ventaja ante un equipo corajudo que afrontó el encuentro como lo que era: una final.

Los dirigidos por Eusebio Di Francesco le arrebataron a los de Valverde su arma principal; el control de balón, y la hicieron suya a su manera. Con pases largos y transiciones rápidas de defensa a ataque, a 'La Loba' le bastó jugar con tres defensores centrales para contener un ataque inofensivo de su rival pues prácticamente Suárez jugó solo en punta. Pese a que debía acompañar al uruguayo, Messi -al no tener el control del balón- tuvo que recogerse algunos metros y quedar a merced de Radja Nainggolan, Daniele De Rossi y Kevin Strootman, los tres mediocampistas de marca que colocó el DT de la Roma.

Completamente diferente fue la participación de Edin Dzeko que no tuvo necesidad retroceder para participar del juego. El bosnio junto al checo Patrick Schick siempre llevaron peligro a la zaga azulgrana en las jugadas aéreas que iniciaron Alessandro Florenzi, por derecha, y Aleksandar Kolarov por izquierda. . Así llegó el primer tanto del partido a los 6'. Dzeko recibió el balón controló bien dentro del área y la mandó a guardar con la pierna izquierda.

 Manolas y la foto de la locura. Todos celebran la hazaña. (Foto: AFP)

Toda acción que realiza el cuerpo humano se debe a una orden del cerebro, esto lo entendió bien la oncena de 'La Loba' y lo ejecutó de mejor manera pues desconectó del trámite del partido al cerebro del Barcelona: Andrés Iniesta. El español fue intrascendente, no se asoció ni con Ivan Rakitic ni con Sergio Busquets sus compañeros en la mitad del campo. Y a pesar de hacer un partido malo, ni Iniesta ni algún compañero suyo salieron del campo hasta los 81'. La decisión de Ernesto Valverde -DT de Barcelona- de no hacer ninguna variante fue el reflejo del sentir en tienda catalana: la clasificación no corría peligro pese al 2-0 marcado por Daniele De Rossi desde los doce pasos a los 58'.

Valverde esperó a saberse eliminado para intentar dar un giro de timón pues a los 85' decidió el ingreso de Ousmane Dembelé y Paco Alcácer por los imperceptibles Nelson Semedo y Busquets. Tres minutos antes, a los 82' Manolas con un potente cabezazo tras un córner puso el tercero y que a la postre daría la clasificación a semifinales. El conjunto romano trabajó el partido con tranquilidad algo que Barcelona confundió con pasividad y logró una remontada histórica. Los gladiadores romanos disfrazados de futbolistas demostraron -una vez más- que el fútbol no entiende de lógicas y que más pesan los hombres que los nombres.

Los Goles

Fotos: AFP


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La ficha del Roma 3 - Barcelona 0

 

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