Ayacucho - Rosario: Huevos revueltos
Mariano Elías | @marianoeliasfut Redactor |
¿Hubo relación en el resultado y el trámite entre Ayacucho y Rosario?
Era imprescindible para los locales sumar de a tres después de no haber sumado ningún punto en las jornadas iniciales del torneo. Duilio Cisneros, quien debutó en el banquillo ayacuchano, dejó claro que tiene una propuesta distinta de la que ofrecía Carlos Leeb. Los zorros no abusaron, en comparación con campañas y partidos anteriores, de los balones largos ni los centros al área, sino que buscaron elaborar fútbol desde el medio y aportar movilidad en ofensiva.
Así se explicó el gol de Mauricio Montes, que cayó casi por su propio peso luego de que Ayacucho cargara constantemente contra el arco de Salomón Libman. Rosario, por su parte, no encontró orden casi en ningún tramo del primer tiempo y tampoco pudo llevar peligro al arco de Gianfranco Castellanos.
El segundo tiempo se volvió más entretenido y las ocasiones en ambos arcos aumentaron. La visita hizo ingresar a Christofer Gonzales, Christian Adrianzén y Raúl Tito para dar peso al ataque, mientras que Ayacucho apelaba a contragolpes rápidos para eventualmente liquidar el partido. Uno de los principales protagonistas fue, curiosamente, un charco formado en pleno césped que lleno de barro el uniforme de los jugadores y que también impidió la circulación del balón por esa zona.
Pero si bien Rosario insistió y Tulio Etchemaite dispuso hasta de dos opciones para igualar, fue en la jugada final en que Víctor Rossel aprovechó una gran transición para definir bien y marcar el segundo y definitivo tanto. Su celebración, sin embargo, manchó el gol: hizo gestos obscenos en la cara de Libman y fue inmediatamente expulsado por el árbitro Gean Barbagelatta. Un cierre indigno del primer triunfo ayacuchano en la temporada 2018.
Fotos: Ciro Madueño
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