Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comMelgar y Municipal dividieron -dudosos- honores en un partido insípido que denotó su resignación conjunta por su destino en el Apertura. Las broncas del tramo final, incluida una discusión entre entrenadores, enturbió un 1-1 que reflejó mutua impotencia.

    Roberto Castro | @rcastrolizarbe
    Director General

Juan Reynoso versus Gerardo Ameli. Jean Pierre Barrientos versus Eduardo Rabanal. Diego Mayora versus las manos de Diego Mayora. Melgar versus el extrañazo de sus '9' idos y, por ende, encontrado con la impotencia de no poder anotar.

En una tarde arequipeña en la que el único brillo resultó ser el solar, los referidos duelos, por no llamarlos bronquitas de marras, fueron lo único interesante en el estadio Melgar. En medio de un partido comparsa, con equipos resignados a su destino en este Apertura que se les fue y con distintos obstáculos -pero marcados- para llegar al gol, lo de rojinegros y ediles fue discreto y cancelatorio. Y el 1-1 acabó ajustado, incluso vía errores, al trámite contemplado.

Se llegó al gol por bando por errores mutuos. Primero porque Mayora cabeceó al bulto -aunque siempre con presencia que siembra peligro en ataque- y ese peine suyo se estrelló en el pecho de Minzum Quina, capitán de este Melgar de camiseta conmemorativa para Arequipa que hizo dudosa gala a su cintillo al colaborar con el tanto de la sorpresiva ventaja edil. También llamativa fue la forma en que arribó el empate: un desborde de Víctor Cedrón que derivó en un centro que exigió una estupenda volada para la foto de Erick Delgado -más vistosa que necesaria-, cuyo rebote fue tomado por Dahwling Leudo, atento y en función del '9' ausente, para mandarla adentro.

Barrientos supera en el duelo individual a Palomino. (Foto: Miguel Zavala / diario El Pueblo de Arequipa) 

Y ya. Eso fue lo más llamativo de lo visto en cancha fuera de los entuertos del final. Por el lado del 'Dominó', porque este no encontró en el ímpetu y la entrega de Sebastián Bravo esa capacidad autogeneradora de ocasiones funcional al 4-1-2-3 de Reynoso que sí proveían los delanteros que se fueron de sus filas -Emanuel Herrera en primerísima instancia-. El 'Cabezón' quiso corregirlo con abundancia de lanzadores, al hacer ingresar a Luis García y enviar a Omar Fernández como punta solitario. Pero casi como ironía del destino, la respuesta fue un cabezazo en posición de área del colombiano -excelente ariete, pero no '9'- en el que el balón le fue a la cabeza y salió dando botecitos antes de que él pusiera la testa para dirigirlo hacia algún lado.

En la orilla edil, se notó el paso previo de Mario Palomino por Arequipa: con dosificación correcta de energías, el volante -medio hermano de Rinaldo Cruzado- se asentó como un correcto complemento de Armando Alfageme. Pero el traslado de ese buen quite a segunda línea estuvo muy limitado, y ni siquiera la entrada de Masakatsu Sawa mejoró el panorama de conexión con Mayora. Ameli también pensó para el segundo tiempo en Freddy Álvarez como solución -en sustitución de un escondido Álvaro Medrano-, pero el costarricense se la pasó chocando más que organizando y acabó dejando incluso el campo antes del pitazo final para que Héctor Salazar pudiera cerrar la defensa.

Así se fue un partido sin anécdotas y de protagonistas con la mente y la realidad puestas en el Clausura. Y que innecesariamente asistió a un desagradable espectáculo entre bancas de suplentes que, en cierta forma, trasunta la impotencia conjunta de haber visto írseles este Apertura por delante.

Las Fotos

 

Fotos: Agencia Click, Miguel Zavala / diario El Pueblo de Arequipa


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La ficha del Melgar 1 - Municipal 1

 

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