Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comDeportivo Cali sorprendía en Barranquilla, pero Junior lo empató 1-1 por medio de Ovelar. En los penales, el local fue más efectivo y ganó 3-2.

CONFORME A LO PLANEADO. El entrenador visitante planteó un partido en el que anotar un gol fuera suficiente ya sea para ganar por la mínima diferencia e  los noventa; o en el peor de los casos conseguir la definición por penales. Cuidó la ventaja obtenida de forma inteligente y cuando llegó el empate -penal que convirtió Ovelar- supo conservar el empate hasta el final del partido.

CIEGOS EN ATAQUE. Ambas escuadras mostraron pocas ideas en juego ofensivo. Los atacantes se conectaron poco, y cuando lo hicieron; siempre fue lejos del área rival. Las mejores oportunidades fueron de contrataque pero la transición defensa-ataque fue lenta. Los pases fueron interceptados oportunamente por los mediocampistas y defensores, quienes no dudaron en recurrir a las faltas para cortar los ataques de sus oponentes.

LA PELOTITA PARADA. Como es frecuente, en partidos cerrados y parejos las jugadas de pelota detenida son determinantes. En este caso el Junior tuvo dos pelotas paradas a su favor que terminaron en un gol a favor e  irónicamente en uno en contra. El primero de la noche llegó luego de desaprovechar un córner, que terminó en gol de la visita tras una contra que inició y culminó Sambueza. El empate llegó por la vía penal tras una clara falta de Orejuela sobre Escalante.

Yimmi Chará volvió a ser un peligro en el ataque. (Foto: AFP) 

ESTRELLA SIN BRILLO. Para los hinchas barranquilleros Teófilo Gutiérrez llegó al equipo como una estrella, pero su aporte al Junior en esta eliminatoria fue poco o nulo. No apareció durante el partido, fue bien controlado por los defensores rivales, tampoco decidió bien cuando atacó; falló en las jugadas individuales y no acertó en los pases para sus compañeros. Para colmo de males, erró su penal en la definición.

PENAL BIEN PATEADO, ¿ES GOL? Casi siempre que un central patea un penal lo hace fuerte y tratando de ubicar la pelota lo más lejos posible del arquero. Por eso cuando fallan, es común ver que el tiro va por encima del larguero. Néstor Moiraghi ejecutó el quinto penal para el Deportivo Cali, su tiro fue fuerte y al medio. Lamentablemente el defensa argentino no consideró que el portero rival, como raras veces en una definición desde los doce pasos, se quedaría parado al centro del arco y desviaría su lanzamiento.

Los Goles

Fotos: AFP


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La ficha del Junior 1 (6) - Deportivo Cali 1 (5)

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