Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comTras la confirmada salida de Luis Enrique del Barcelona, han sonado varios nombres para sustituirlo. El que más cobra fuerza es el del héroe de Wembley hace exactamente 25 años y actual entrenador del Everton: Ronald Koeman. ¿Es la mejor opción culé para retomar la escuela holandesa?

    Diego Rodríguez | @diroda86
    Redactor

El amor comenzó en 1992, cuando el Barcelona vivía una época de resurgimiento. Si bien en España se mantenía como el máximo competidor del Real Madrid, en el nivel internacional su nombre no pegaba. Había conquistado la Copa de Ferias en tres ocasiones y la Recopa de Europa en cuatro; en ambas competiciones, hoy extintas, erael máximo ganador. Pero su gran deuda era la Copa de Europa, tras haber perdido dos finales: una en 1960/61 contra el Benfica y otra en 1985/86 contra el Steaua de Bucarest. El problema crecía pues los merengues habían conquistado para entonces el trofeo en seis ocasiones, aun cuando el fútbol español como un todo estaba sometido al yugo del Milan de Arrigo Sacchi.

Hoy, 25 años después de aquel mítico gol en Wembley que dio inicio a la era dorada en la que el Barcelona pudo comenzar a considerarse el mejor equipo del mundo, surge el nombre de Ronald Koeman como opción para el banquillo azulgrana, casi en un símil con el rival de siempre. Zinedine Zidane fue héroe en Glasgow de la novena del Madrid, y hoy busca lograr el récord de dos títulos consecutivos en la nueva versión de Copa de Europa, además de estar a punto de ganarle la Liga al cuadro catalán. 'Zizou' ha respondido con títulos a las críticas tácticas y, sobre todo, ha reivindicado la identidad de un equipo a partir de un referente de su mejor época.

La eventual llegada de Koeman como reemplazante de Luis Enrique constituiría un golpe importante pues se tendría un entrenador con el respeto de toda la Ciudad Condal. Este último no fue el caso, incluso, de hombres con más experiencia en banquillos y también representantes de la escuela holandesa como Louis Van Gaal y Frank Rijkaard -este último ganador de la segunda Copa de Europa y primera Champions League blaugrana-, que quedaron como fallidos herederos del doble legado de Rinus Michels y Johan Cruyff.

Koeman en un momento cumbre: celebrando el gol que le dio una Champions al Barcelona. (Foto: twb22.blogspot.com) 

El holandés fue en su época el fichaje más caro del Barca. Además, su trayectoria en los banquillos tuvo dos conexiones con la capital catalana: en 1999 fue parte del comando técnico de Van Gaal y se encargó de la filial, en su primera experiencia como entrenador. Posteriormente, y tras pasar por el Ajax y el Vitesse, recibió un llamado de Joan Laporta, que nunca se concretó en algo más. Llegó a España, incluso, para dirigir al Valencia sin demasiado éxito, aun cuando logró el último título de los ches: la Copa del Rey del 2008. Fue echado, antes que por resultados, pue en la interna no aceptaron sus cambios drásticos -recticencia que acaso explica que, una década después, el Valencia haya coqueteado con el descenso-.

Posteriormente Koeman pasó por el Benfica de Portugal, por más equipos en Holanda y hoy vive su segunda experiencia en la Premier League con el Everton. Su palmarés ha adicionado al récord de futbolista extranjero con más partidos de su época en el Barcelona (264, registro luego superado por Lionel Messi, Dani Alves, Javier Mascherano y Phillip Cocu) un total de ocho títulos como técnico, todos locales.

'Tintín' nunca ha escondido sus deseos de llegar al Camp Nou. Se dice, incluso, que lo haría junto a una de las nuevas joyas del fútbol español: Gerard Deulofeu, propiedad del Everton pero cedido al Milan. Como Zidane en el Madrid, respeto le sobra en un vestuario con egos siempre complicados; y como exdefensa, a priori es indicado para saber reforzar ese punto débil para los blaugranas. Como buen holandés, quizá no apostará demasiado por una cantera que tantos frutos dio, y que hoy sigue buscando sucesores de Carles Puyol, Xavi Hernández e incluso Andrés Iniesta. Pero en un mundo tan globalizado y tan cambiante, Koeman tiene la oportunidad de marcar una nueva tendencia: solo necesita el apoyo del caso y un poco de la fuerza con la que golpeó ese balón hace 25 años para derrotar a la Sampdoria y marcar el inicio de un ciclo exitoso fuera de Cataluña y España.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: twb22.blogspot.com

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