El toque de la prolongación
Gracias a una genialidad de Érinson Ramírez, Alianza Lima recuperó la sonrisa y extendió el descenlace del Grupo B del Torneo de Verano: derrotó 1-2 a Sport Huancayo en la 'Incontrastable' y numéricamente aun puede alcanzar al líder UTC.
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Kenny Romero | @kenny_romero Director Periodístico |
La insistencia, de alguna u otra manera, siempre obtiene algún resultado positivo. De esto puede dar fue Alianza Lima tras su presentación en la 'Incontrastable': aunque con errores defensivos en la primera fracción, batalló, luchó y sobre el cierre del partido ante Sport Huancayo terminó redondeando la faena con un golazo y con tres puntos que aun le permiten mantener la ilusión por llegar a la final del Torneo de Verano.
El inicio de la historia, eso sí, fue desafortunado para los dirigidos por Pablo Bengoechea. El tiro de esquina del paraguayo José Montiel, acaso el hombre más peligroso del 'Rojo Matador' hasta que estuvo en el terreno de juego, desnudó una terrible inseguridad de Daniel Prieto, el meta íntimo que, confundido con la humanidad de Óscar Vílchez, intentó bloquear el remate y lo que generó fue más bien un blooper al batir su propia meta.
No obstante, la reivindicación íntima llegó en el acto con esa aparición fantasmal de Lionard Pajoy, también aprovechando una laguna defensiva del equipo local, para vulnerar las redes de Éder Hermoza, sacudirse de su racha negativa y establecer una paridad que, más por méritos de los anotadores, se dio puntualmente por yerros que saltaron groseramente a la vista. Sin embargo, tras ese empate parcial, la tónica del partido, al menos para efectos de un fútbol mejor elaborado y con más situaciones de vértigo, mejoró.
En Huancayo, una vez más Cord Cleque, por la banda derecha, adquirió un gran protagonismo con sus incursiones y sus habilitaciones, casi a tiro de gol, para Montiel y Carlos Preciado, quienes estuvieron más involucrados en el juego que el único referente de punta, Mauricio Montes, bien controlado por los zagueros blanquiazules. Lo de Alianza, en cambio, pasó más por la posesión del balón del mediocampo para adelante, y allí fue que la figura de Érinson Ramírez, el gran protagonista, fue más determinante que el propio Kevin Quevedo, quien lució errático por momentos y no trascendió sobremanera en el terreno de juego.
De más está decir que los íntimos apelaron mucho al remate de larga distancia, básicamente vía Luis Ramírez o Luis Aguiar, quien ingresó en el segundo tiempo pero cuyo rendimiento fue una sombra de lo hecho en encuentros anteriores. Para el 'Rojo Matador', por supuesto, también fue un recurso el tiro lejano, y hasta incluso estuvo a un tris de convertir de esa manera luego de un potente remate de Luis Trujillo que se estrelló en el palo. En síntesis, ambos gozaron de situaciones de gol (a local hasta le anularon un tanto, vía Montiel, por dudosa posición adelantada), pero solo uno la aprovechó a punta de eficiencia.
Ese fue Érinson Ramírez, el hombre que a los 83' enfiló una corrida que dejó mal parado a Víctor Balta y con un sutil zurdazo vulneró la resistencia de Huancayo. Un golazo, incluso hasta por la concepción de la jugada luego de la gran habilitación de Aldair Fuentes, quien entró para oxigenar la zona de recuperación y en los últimos momentos del juego, apoyó más en defensa y fue responsable de que a los íntimos no le concreten nuevamente.
Por esa razón, el tanto triunfal de los victorianos tiene doble valor: por el contexto en el que se produjo, y también porque en los últimos suspiros del compromiso recobró vida en el Torneo de Verano, pero sin margen de error. A Alianza Lima no le queda otra: ganar sus dos partidos que le restan, el último de ellos ante UTC, el rival al que debe de alcanzar (y que para sus efectos debería perder en la fecha 13 ante Aurich), y forzar la figura para alcanzar el acceso a la final de este certamen.
Fotos: Diario Primicia de Huancayo
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La ficha del Huancayo 1 - Alianza Lima 2
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