Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comAlianza Lima volvió a ganar en Matute con una contundencia que respalda el proyecto de Pablo Bengoechea. Goleó 7-2 a un Aurich con problemas -y no solo en lo defensivo- con cuatro goles de Kevin Quevedo quien sin ser '9' puro sabe muy bien dónde colocarse.
    Diego Rodríguez | @diroda86
    Redactor

En La Victoria hubo dos tiempos diferentes. El primero, si bien atípico, con sus seis goles reflejó mayor equilibrio entre ambos contendientes, por aciertos ofensivos y errores defensivos. En el complemento se desvirtuó el encuentro con el oportunismo de Kevin Quevedo y sus tres goles adicionales.

Algo diferente de este año en Alianza Lima, sin menospreciar experiencias anteriores, es la jerarquía de Pablo Bengoechea. Tipo respetado, inteligente, conciso y realista. No se puede afirmar que los íntimos estén teniendo una temporada excelente; la de hoy es apenas su segunda victoria de local, ambas ante equipos que apenas han ganado un encuentro cada uno (Universitario y ahora Aurich), contra otros tres empates cedidos en Matute. Lo de este domingo 12, fuera de la vistosidad del marcador, es apenas tres puntos que no deben tapar errores de base. La idea no debe tener licencias, y Bengoechea así lo afirma, casi a modo de baldazo de agua fría que apacigua el calor de la goleada.

Hubo cambios en el esquema íntimo. Acaso inspirado en la goleada del Barcelona ante el PSG, el 'Profesor' mandó un 3-4-1-2 inédito. Una táctica que solucionó dos problemas: la irregularidad de sus laterales al tener falencias técnicas de marcaje y la ausencia de un nueve en reemplazo del lesionado Lionard Pajoy. Esta vez no estuvo Paolo de La Haza, y sí empezó Luis Garro, que es originariamente volante y no estuvo reconvertido como Alexis Cossío -quien aportó mucho en ataque- por el otro flanco. Arriba, no puso '9' puros; más bien probó dos con acta de nacimiento de delanteros más retrasados, pero con vocación ofensiva: Germán Pacheco y Kevin Quevedo.

Kevin Quevedo, la figura de la cancha con un póker, supera a Mauricio Mazzetti (Foto: Pedro Monteverde / DeChalaca.com) 

Pero lo más importante para Alianza, acaso, fue que a la volante volvió Óscar Vílchez, y se notó. 'Neka' da otro aire, y hasta Rinaldo Cruzado y su jerarquía están un par de peldaños abajo de todo lo que el seleccionado aporta al colectivo. Adelante, Luis Aguiar con su ambición era un aporte más en ofensiva, y marcó dos tantos que siguen sumando a su efectiva temporada.

Alianza, sin duda, no jugó solo. Enfrente tuvo a un rival que concedió licencias defensivas enormes. Lo de Juan Aurich preocupa: está dicho que su plantel es limitado comparado con los de otras temporadas, y fuera de haber logrado su primera victoria, sus experimentos defensivos son terribles. Lo de Mauricio Mazzetti esta vez fue catastrófico: el argentino tuvo alguna actuación interesante en partidos anteriores por su juego aéreo, pero ante Alianza, ni eso. Le ganaron siempre el uno contra uno y quedó frecuentemente mal parado, sin saber a quien marcar. En el segundo gol, erró no solo en despejar mal, sino en intentar hacerlo al medio.

El partido, pues, reflejó por qué UTC y Sport Huancayo le marcaron tres goles cada uno al 'Ciclón' cuando este los visitó. Es poco entendible cómo Gianmarco Gambetta, con 191 centímetros, puede jugar de lateral izquierdo; se pierden su diferencial y, de paso, también sus oportunidades de volver a la selección o a Argentina. Encima, el cuadro de Wilmar Valencia tuvo mala fortuna: un resbalón de Yordi Vílchez provocó muy rápido el penal para el primer gol en contra.

Luis Aguiar fue otro de los que también tuvo una actuación redonda en el triunfo blanquiazul (Foto: Pedro Monteverde / DeChalaca.com) 

En general, más por falencias defensivas, los chiclayanos cayeron humillados, y solo el cuestionable criterio de Luis Garay salvaguardó que se fueran a vestuarios con los once jugadores completos. Ocurrió que en el segundo tiempo, la impotencia roja degeneró en vehemencia y hubo un par de faltas ajenas al espectáculo: una barrida con piernas adelante de Ronald Quinteros a Kevin Quevedo, y un codazo de Yordi Vílchez al uruguayo Aguiar.

Vale resaltar, igual, que la solución más fácil no es la mejor. El de Aurich no es un problema enteramente de comando técnico sino de desequilibrio: de mediocampo para adelante el equipo es propocionalmente superior, con jugadores peligrosos como Miguel Castro y Jean Pierre Archimbaud. Además, si a Renzo Sheput le dan espacios, lo que continuamente ocurre en el fútbol peruano, va a construir ocasiones. El problema es que con defensa abierta, lo que todos ellos hagan se disemina en el otro arco, sobre todo cuando alguien está en su tarde como Quevedo, un novel valor que debe ser bien manejado.

En ese sentido, Bengoechea es un buen mentor. Sostiene a Alianza con un plantel con jóvenes que aportan a la par que necesitan ir ganando la confianza que él les inyecta. Por lo demás, partidos así otorgan un tip para cuando juega Aurich: vaya a su casa de apuestas más cercana y métale unas fichitas al "3 goles o más". Por ahora el 'Ciclón' quizá no sume puntos, pero usted sí puede sumar en su billetera.

Las Fotos

Los goles

Fotos: Foto: Pedro Monteverde / DeChalaca.com


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La ficha del Alianza Lima 7 - Aurich 2

 

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