Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comGracias a un gol de Robinson Aponzá, Junior hizo la diferencia ante Atlético Tucumán y parte con ventaja para meterse en la fase de grupos. El 1-0, eso sí, se gestó gracias a un segundo tiempo más incisivo de los tiburones, en el que fue clave la inclusión de Bernardo Cuesta en lugar de Roberto Ovelar.
    Kenny Romero | @kenny_romero
    Director Periodístico

LO MEJOR ES ROTAR. El Junior de Alberto Gamero saltó al Jaime Morón León de Cartagena, ciudad que ha acogido la localía tiburona, con un 4-2-3-1 marcado por un movimiento de rotación que fue fundamental para penetrar a la ferrea defensa -sobre todo en el segundo tiempo- del Atlético Tucumán. De esa manera, pues, tanto Jonathan Estrada como Robinson Aponzá intercambiaron posiciones en función de carrileros. Eso sí, el ex Alianza Atlético fue más sólido por la franja izquierda, sector en el que formó una sociedad con Héctor Quiñones.

FUNCIONÓ A MEDIAS. A diferencia de sus anteriores partidos de la Libertadores, Atlético Tucumán tuvo un rol más conservador. Por esa razón Pablo Lavallén conformó un 4-1-trapecio-1 en el que destacaron en el primer tiempo Bruno Bianchi (ex San Martín) e Ignacio Canuto. Es más, fue tan acertada la propuesta del comando técnico del decano que Nery Leyes, Rodrigo Aliendro y Guillermo Acosta buscaron de manera constante cortar el juego del Junior. Fernando Zampedri, el único delantero de la visita, estuvo aislado pero aun así se las ingenió para acechar el arco de Sebastián Viera. De hecho, en la primera fracción, Tucumán, de contragolpe, estuvo más cerca del primero.

EL ACIERTO. Si algo se le debe reconocer a Alberto Gamero, eso es el buen tacto al efectuar sus dos primeras modificaciones: sacó al mediapunta Sebastián Hernández y a Roberto Ovelar para jugársela por Jorge Aguirre y Bernardo Cuesta. Esto, a la larga, terminó siendo un acierto para los tiburones. Principalmente porque Aponzá, con el soporte de los ingresantes, tuvo más libertad para desequilibrar e insinuar en la portería contraria. La constante fue una sola: el ex Alianza Atlético, cada vez que Cuesta salía del área, trocó posiciones con el ex Melgar, con lo cual el vértigo en área visitante estuvo siempre a la orden del día. Hasta ese momento, Christian Luchetti, el '1' del Tucumán, pintaba para figura.

Robinson Aponzá hizo la diferencia en el primer round entre Junior y Tucumán. (Foto: EFE) 

EL MOMENTO ESPERADO. Hasta que llegó el minuto 73. Instante en el que apareció un cuarteto que marcó la diferencia en la calurosa Cartagena. Cuesta, más retrasado, sirvió para Hernández y este lo hizo para Aguirre, quien encontró dentro del área, más adelantado, a Aponzá. El concierto de toques culminó con la definición -con la valla rival prácticamente vencida- del goleador del Descentralizado 2016, para así certificar la ventaja de Junior y, de paso, confirmar que los movimientos de rotación que armó con el ex Melgar terminaron dando sus frutos.

NO ES PARA CONFIARSE. La ventaja parcial del Junior es remontable. Por eso, de cara al partido de revancha en el Monumental José Fierro, no debe sorprender si Atlético Tucumán vuelve a ser ese equipo que, como ante El Nacional ecuatoriano, trata de buscar de manera constante el área rival y que, seguramente, debe apelar a un 4-3-3 en el que David Barbona y Leandro González van a jugar más cerca de Zampedri. La lección de la noche en Cartagena para el 'Decano' es que, en ocasiones, de nada sirve replegarse. Y Junior, más bien, hizo la diferencia por su reiterada insistencia por los extremos. La serie aún está abierta en la antesala a la fase de grupos de la Libertadores. 

Fotos: EFE


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La ficha del Junior 1 - Atlético Tucumán 0

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