Colo-Colo - Botafogo: Bota a Colo
Ángel Amez | @aamez93 Redactor |
INTERCAMBIO DE REGALOS. En Río de Janeiro, un autogol de Esteban Pavez había sumado para la victoria de Botafogo en condición de local. Esta vez, en Santiago, cuando el público en el Monumental apenas iba acomodándose, Émerson Silva apareció de cabeza a los 3' para devolver el "favor" en propia valla. La desafortunada acción del defensor le permitió a Colo-Colo partir con la ventaja global y tomar en cuenta su gol de visitante por el 2-1 de la ida. En adelante, para el conjunto chileno era cuestión de saber aprovechar la situación, pero ello no ocurriría.
ESPECULACIÓN PERJUDICIAL. Luego de encontrar esa inesperada pero grata ventaja, el 'Cacique' debía elegir entre mantener el plan ofensivo de la previa o aguantar atrás a un Botafogo al que le urgía el empate. El equipo de Pablo Guede pareció optar por lo segundo, aunque con una ineficiencia muy pronunciada. Fuera del autogol, Colo-Colo no tuvo un solo remate directo durante el primer tiempo, mientras que su valla sí fue constantemente amenazada.
INJUSTO EL FÚTBOL. El experimentado Justo Villar terminó erigiéndose como la figura de un partido en el que resultó eliminado. Si el 'Gatito' Roberto Fernández era un espectador privilegiado desde el arco albinegro, el capitán de la selección paraguaya fue exigido en reiteradas ocasiones. Sus grandes atajadas lo convirtieron en el principal responsable de que Colo-Colo no sufriera antes el empate. El arquero mostró su valía incluso en la jugada del gol en contra, ya que el tanto de Rodrigo Pimpao llegó después de otra gran intervención de Villar, tras la que quedó tendido en el gramado.
CANTADO. Aún con un Villar inspirado, la sensación de que el empate llegaba era ciertamente muy latente. Casi inmediatamente después de llegar al gol, la inseguridad de Colo-Colo fue notoria en todas sus líneas. Botafogo, en cambio, sin ofrecer una gran propuesta ofensiva, sí contaba con un juego colectivo más armonioso que -por peso propio- inclinó la balanza a su favor. El 1-1, pues, no resultó sorpresivo.
HABAS SANTIAGUINAS. Tras el gol de Rodrigo Pimpao, el juego tuvo que ser detenido durante varios minutos por algunos desadaptados que desde la tribuna comenzaron a lanzar proyectiles. Pedazos de madera sacados de una valla del estadio, así como monedas y encendedores, fueron arrojados al banco de suplentes en el que se ubicaba la delegación visitante. Una actitud absurda de algunos hinchas que ni siquiera tuvieron el tino de pensar en que esos actos afectaban más a su propio equipo que al rival. El juez Patricio Loustau tuvo que adicionar 7 minutos de descuento por este triste espectáculo, lamentablemente arraigado en el fútbol sudamericano.
Fotos: AFP
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La ficha del Colo-Colo 1 - Botafogo 1