Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comSe volverán a encontrar Cristal y Melgar en la final. El cuadro cervecero, que vistió de verde en honor a Chapecoense, remontó la tanda de penales tras haber vencido 1-0 a un Municipal que se fue entre aplausos y definirá el sábado 11 si regresará a la Libertadores tras 25 años.

    Diego Rodríguez | @diroda86
    Redactor

Recuerdos en blanco y negro, pero con una pasión renovada; frente a un proyecto que perdió confianza en los últimos meses, pero se resguardaba en una nueva semifinal. La vuelta de la llave entre Municipal y Cristal tuvo estos antecedentes, que iban a definir su futuro.

El equipo de Marcelo Grioni, tras una gran temporada, buscó recordar décadas anteriores con éxito y desempolvar el baúl de las hazañas, hoy refundado en nuevos hinchas y con un plan consistente. Frente al 'Pitufo', se paró el Cristal del aún joven técnico y también rosarino Mariano Soso; respaldado por una visión institucional más experimentada, pero dependiente de un jugador que roza los 37 años con vigencia: Carlos Lobatón. A un equipo lleno de ambición y a otro con bagaje pero con dudas los recibió el Nacional a las 16:00, aún con rayos solares sobre el lado de Oriente y a un 70% de su capacidad.

El capitán vigente -como Cristal en las finales-, Lobatón, fue el piloto de la remontada. Mandó a guardar el balón a las redes con su diestra singular e hizo que el Nacional vibrara de inmediato, en una tarde en que la tensión iba a ser constante de principio a fin. 'Loba' colocó el esférico pegado al palo, como diciéndole "quédate ahí, que vas a estar cómodo"; y el balón, como casi siempre, le hizo caso. Erick Delgado solo pudo mirar, y Grioni se enfureció. Los planes del técnico edil fueron rotundamente saboteados apenas con 3 minutos jugados.

 

El resto de minutos jugados fue casi protocolar, porque la prioridad pasó por mantener el cero antes que buscar el gol que defina la llave para ambos. Si hubo un equipo que lo intentó más, ese fue Cristal, pero por la inercia propia de un 'Muni' agotado y que prefirió descansar cerca del arco de Delgado: eso pudo costarle caro. Entretanto, el encuentro en el Nacional convivió con las quejas por la permisividad de Miguel Santiváñez para sacar amarillas en el primer tiempo, pero cobrar cuanto roce se le cruzara por la vista. También con los choques de Aldo Corzo contra el rival y contra sus compañeros; los flashes de Lobatón para intentar matar de contragolpe; la omnipresencia y solvencia de Pedro Aquino; las gambetas constantes de Damián Ísmodes para agrupar rivales; las dudas de Diego Penny en algunas salidas -se apagaron con un amague soberbio en el segundo tiempo a Masakatsu Sawa- y las dos acciones erradas por Horacio Calcaterra que pudieron acabar la llave y evitar el sufrimiento de los penales.

Por el lado de los técnicos, un cambio fue enfocado en la tanda de penales: el de Lucas Simón por Pablo Lavandeira en los descuentos. Mientras que en Cristal, los ingresos de Santiago Silva -por un combativo pero poco claro Diego Ifrán- y Alexis Rojas -en lugar de Lobatón, que dejó el campo lesionado- buscaron refrescar el ataque y aprovechar a la desgastada defensa de Municipal. Además, en la franja se buscó sostener las embestidas verdes con los ingresos de Pedro Gutiérrez y Sawa, también a la espera de que la dupla que armó el gol en VIlla El Salvador repitiera la hazaña en el Nacional. Ninguno pudo cambiar la historia como sí estuvo a punto de hacerlo Calcaterra en la última jugada del encuentro, pues frente a Delgado en el área chica mandó el balón al palo y al punto de penal.

Mil frases se han escrito alrededor de los penales. Que son una lotería, que solo si están bien pateados son gol, que deben patearse con fuerza y que colocar la pelota implica mayor riesgo. Que hacerlo a lo Panenka es de locos como Sebastián Abreu. En el Cristal - Municipal todo estuvo más cerca de ser una lotería. Dicen las estadísticas, para darle la contra al azar, que el primer equipo que remata puede poner presión sobre el que debe empatar luego. Pero todo cambia si se falla como Jorge Cazulo; más si luego llegó la confianza de Lucas Simón seguida de las dudas de Silva, quien pone su relación con Cristal cuesta arriba, como su disparo. Tuvo que aparecer Penny, de buen recuerdo en penales con Aurich en el 2011, para adivinar el disparo de un especialista como Luis García. Nada es seguro en los penales; si no que lo diga Alfredo Ramúa, quien remató a la palma de Delgado. Pero como pasó con José Carvallo ante el 'Chapu' en Huancayo en 2013, la mano del 'Loco' no pudo y el balón ingresó con miedo al arco.

Quedará la duda por mucho tiempo acerca de por qué Zela y no Sawa ejecutó el último penal edil. (Foto: Pedro Monteverde / DeChalaca.com) 

Pero en ese punto no empezó la mala fortuna edil: dos jugadores con características más aguerridas que técnicas, pero que tienen costumbre en balones parados en 2016, patearon igual: elevado, a un lado y desviado. Primero Juan Diego Gonzales Vigil y, luego, Adrián Zela pusieron el punto final para el sueño de 'Muni', mientras Penny abrazó al joven Rojas, quien anotó el quinto para poner la presión sobre el penal de 'Bam Bam'. Los más jóvenes le han respondido a Cristal, que repetirá final ante Melgar, pero espera no repetir el marcador de 2015. Municipal, a su vez, se queda con reconocidos aplausos, aunque su lucha no termina: el sábado 11 a las 15:00 definirá contra la 'U' en el Mansiche si regresa luego de 24 años a la Libertadores.

Las Fotos

Los Goles

Fotos: Raúl Chávarry y Pedro Monteverde / DeChalaca.com


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