Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.comEl 23 de noviembre de 1981 Flamengo se consagró campeón de la Copa Libertadores por única vez en su historia. Aquel año, el Mengao ganó también el campeonato carioca y la Copa Intercontinental, gozando así del gran momento de Zico como máxima estrella del fútbol brasileño.

 

Roberto Gando | @Roberto_Gando
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Si bien ya era uno de los clubes más grandes en la historia de Brasil, Flamengo recién pudo convalidar sus colores en el extranjero con la gran temporada que vivió en 1981. Ese año, el Mengao pudo al fin sacar provecho de un plantel en el que abundaban las figuras, siendo Zico el líder de un grupo que hablaba con fútbol en la cancha.

Armazón técnico

Todo comenzó para el Fla tres años antes, cuando tenía como técnico a Claudio Coutinho. Con él al frente, se cimentó la base de un cuadro que en 1980 ganó el campeonato brasileño, título que por primera vez le dio acceso a la Copa Libertadores.

Ya en 1981 -sin Coutinho y tras dos cambios poco afortunados en la dirección técnica-, Flamengo contrató a Paulo César Carpeggiani, quien en la década de los años setenta fue uno de los mejores jugadores del Inter de Porto Alegre, pero que en la anterior temporada se había retirado como campeón con la divisa rubro negra.
Con tarjeta en mano, el árbitro José Wright aplicó cinco expulsiones que al final le dieron la clasificación a Flamengo por sobre Atlético Mineiro (Recorte: revista Placar)
La campaña de Carpeggiani comenzó en la última semana de julio, cuando el campeonato carioca llevaba poco más de dos meses en disputa y el Mengao ya había jugado dos partidos en la Libertadores. El mayor reto que afrontó fue el de asumir un nuevo rol ante sus excompañeros, aunque sin tiempo para realizar grandes cambios.

En medio de esa situación acabó la Fase de Grupos empatado en el primer lugar con Atlético Mineiro. Un partido extra en Goiania fue necesario para destrabar la clasificación, el mismo que acabó empatado sin goles y en escándalo, pues el árbitro José Roberto Wright expulsó a cinco jugadores del Mineiro y el encuentro acabó con solo 37 minutos de juego.

Golpe a golpe

En la semifinal, Flamengo disputó un nuevo grupo junto a Deportivo Cali de Colombia y Jorge Wilstermann de Bolivia, equipos a los que venció en los partidos de ida y de vuelta. El último paso a la gloria lo dio ante Cobreloa de Chile, que se había impuesto en el otro grupo por sobre Nacional y Peñarol de Uruguay.

La final comenzó el 13 de noviembre en el Maracaná, donde el equipo de Carpeggiani ganó 2-1 con un doblete de Zico en la valla de Oscar Wirth -golero que en 1994 reforzó a Alianza Lima-. Una semana después les tocó visitar Santiago, ciudad en la que Cobreloa venció 1-0 con tanto de Víctor Merello. La derrota golpeó duro al Fla, no solo por el resultado, sino también por el clima de violencia que se manifestó en la cancha. Incluso se llegó al punto de acusar al defensa chileno Mario Soto de jugar con una piedra en la mano, con la que supuestamente agredió a varios jugadores brasileños.

 

 

Solo tres días después, el estadio Centenario de Montevideo albergó el choque definitivo, en el que una vez más Zico se hizo presente con otros dos goles para ganar 2-0 -ver video 1-, consagrándose además como el máximo goleador con once tantos. Así, Flamengo ganó por primera vez la Libertadores y conquistó el que hasta entonces era el mayor sueño de su afición.

Para lograr el éxito, el Mengao recurrió a jugadores de reconocida experiencia: en el arco estaba Raúl, campeón de la Libertadores con Cruzeiro en 1976; en la defensa destacaba Junior, eficiente lateral izquierdo con alma de diez; mientras que en el ataque sobresalía Adilio, quien en 1990 tuvo un fugaz paso por Alianza.

Tomando oriente

Mientras sacaba adelante los partidos en la Libertadores, Flamengo también peleó el título en el campeonato carioca. Aquel torneo lo definió contra Vasco da Gama, cuadro que tenía en sus filas a Roberto Dinamite y al que venció en una ronda de tres partidos. El último se jugó el 6 de diciembre y el Fla lo ganó 2-1 con goles de Adilio y Nunes, obteniendo así su segunda estrella en la temporada.

El broche de oro para esa campaña lo obtuvo en Japón el 13 del mismo mes, cuando se enfrentó al Liverpool de Inglaterra en la Copa Intercontinental. El club inglés era el vigente campeón de Europa tras vencer a Real Madrid, contando con toda la fuerza goleadora del escocés Kenny Dalglish como mejor arma de ataque.

 

 

Los dirigidos por Bob Paisley se encontraron ante una fuerza demoledora, la que sacó tres goles de ventaja apenas en el primer tiempo: dos goles de Nunes y uno de Adilio -todos con intervención directa de Zico en las jugadas- sellaron un 3-0 que consagró la capacidad de juego del fútbol brasileño -ver video 2-, que no levantaba el trofeo desde que en 1963 lo hiciera el Santos de Pelé.

Las alegrías en la hinchada rubro negra se prolongaron hasta 1982, año en el que volvieron a ganar el campeonato brasileño de la mano de Carpeggiani y Zico; pero todo acabó en la siguiente temporada, cuando ambos dejaron el equipo en busca de nuevos retos. Y así como se encontró con el éxito, el mismo lo abandonó, pues desde entonces Flamengo no volvió a figurar a nivel internacional como en la época dorada de su historia.

Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: revista Placar; Videos: Youtube / Usuarios: sp1873, Canal @esporte_tube


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