Frente al mejor equipo de América, Brasil, y ante el mejor extremo del mundo, Neymar, Aldo Corzo dio la talla suficiente para no ser doblegado fácilmente por el crack de Barcelona
Jair Villanueva | @Jair_Villanueva
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No empezó siquiera como titular en la Copa América Centenario 2016. En aquella ocasión, Ricardo Gareca le dio la primera opción a Renzo Revoredo por experiencia en la selección. Sin embargo, la actuación de Aldo Corzo ante Brasil en aquel histórico 1-0 con gol de muslo -mano incluida- de Raúl Ruidíaz, dejó al lateral de Municipal en el titularato.

Brasil fue el punto de quiebre a favor de un Corzo que destacó por su esfuerzo y atención en defensa, pero al que le costó en el mano a mano siempre. De hecho, tras el torneo en Estados Unidos, sufrió sobremanera ante Jefferson Montero cuando Ecuador visitó Lima. Pero en estos cinco meses tras la Copa América, el ascenso de Corzo ha sido sostenido e inteligente de su parte y de Ricardo Gareca. Finalmente, ante el rival que marcó un quiebre para su selección en Perú, Corzo se terminó por consolidar como el titular.

La labor de Corzo ante Brasil tuvo un foco: Neymar. Se supo desde antes que el duelo por esa banda se iba a dar por lo visto del '10' brasileño ante otros rivales. De hecho, no habría sorprendido si el nacido de Mogi das Cruzes superaba al lateral blanquirrojo con cierta comodidad. Neymar lo hace semana a semana en España y cada vez que viste la camiseta brasileña, incluso ante rivales individuales más valorados a nivel internacional que Aldo Corzo.

Corzo marcó con mucha atención a Neymar. (Foto: Pedro Monteverde / DeChalaca.com) 

Por lo mencionado antes, sobre todo, es que destaca lo hecho por Corzo en la noche del Nacional. No solo fue esfuerzo -entregó más de lo que suele dar-, también fue inteligencia y atención al mínimo detalle: el diferencial. Porque con sacrificio no alcanza si no hay forma ni fondo en lo que se hace. El jugador de Municipal propuso en la defensa individual a Neymar que no reciba frontal al arco, y si lo hacía no darle nunca la banda y medir sus diagonales. En ese sentido, hay una recuperación que refleja lo hecho por Corzo, cuando se barre a medias y con una cuchara le arrebata la pelota al '10' para devolverle la posesión a Perú.

Corzo se ha convertido en símbolo de esta selección y el proceso: un futbolista que crece a partir de la confianza y el tacto del comando técnico, que ante Brasil y pese a la derrota tiene ganado de cabo a rabo su puesto en el once titular. Corzo se fue aplaudido del Nacional cuando ingresó Advíncula con mucha razón: su mentalidad contagió en muchas ocasiones al estadio, y aun en la derrota, es parte del buen ambiente generado alrededor de la selección a partir de jugadores comprometidos con un mismo objetivo, que hacen grupo y construyen una argolla positiva. Por lo pronto, la selección ya ganó un lateral derecho con competencia internacional.

Foto: Pedro Monteverde / DeChalaca.com


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