Mannucci se aferra a la punta y se mantiene un paso adelante del pelotón de equipos que quieren darle caza. Su victoria 2-1 sobre Coopsol lo mantiene momentáneamente en el primer lugar.

PORQUE EN BRASIL LO PEDÍAN. Los delanteros brasileños son tendencia en esta jornada de Segunda División. Si ayer Los Caimanes se devoró a Sport Victoria con los cuatro goles de Josías Cardoso, hoy Fernando Oliveira apareció con un doblete para afirmar que esa boca no llegará a morder a Mannucci. Uno fue un derechazo y el otro un rebote tomado tras un cabezazo suyo. Hola, Tite.

LA ANGUSTIA DE CARLOS. El arranque del cuadro trujillano fue avasallador. Casi desde el pitazo inicial se percibió el latente peligro de gol en el arco visitante, hasta que este estalló entre los 20' y los 25' en medio del júbilo de las cuatro graderías del Mansiche. Todo parecía color de rosa para el local, tanto que de a pocos se dejó estar para ceder terreno ante un Coopsol que, cual submarino que va ascendiendo para lentamente dejarse ver en toda su dimensión, generaba cada vez más ocasiones de gol. Encontró el descuento a los 75' y luego el partido se tornó trabado. Cerca del final volvió a la carga y provocó que el ansioso público trujillano pidiera airadamente el final del encuentro durante los descuentos.

PUDO COSTARLE CARAZAS. A propios y extraños sorprendió la no inclusión de Kevin Carazas en la oncena titular del cuadro chancayano. Es así que cuando hizo su ingreso, en tan solo cinco minutos, generó tres ocasiones clarísimas que incluyeron un habilidoso desborde desde la derecha, un cabezazo y un remate pegado al palo derecho de Guevara. Después las revoluciones ofensivas se le bajaron a ambos combinados, pero sí que hubo un lapso en el que Carazas fue un verdadero dolor de cabeza para los locales.

TRES PUNTAS, DOS PUNTIAGUDAS. En su afán de parar un equipo más ofensivo, Sergio 'Checho' Ibarra llegó a colocar en el campo hasta tres atacantes para el segundo tiempo: Renzo Benavides, Rodrigo Saraz y Kevin Carazas. Sin embargo, en vez de jugar los tres en el área -el partido no lo pidió porque no se apeló a los centros-, Rodrígo Saraz abandonó su lugar en ataque para recogerse como un volante ofensivo, que buscó desbordar y asistir a los delanteros.

CALAMIDADES NORTEÑAS. Sin duda, otro factor que sumó al nerviosismo del partido fue la inseguridad de los dos guardamentas. Ambos anduvieron flojos con las manos e inseguros en los cortes aéreos. Producto de un mal rebote de Fischer Guevara llegó el segundo, mientras que Sucuitana tampoco se quedó atrás dejando un par de salidas en falso no aptas para carlistas cardíacos.

Las Fotos

Los goles

Foto: diario La Industria de Trujillo


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