Foto: AUFBrasil goleó a Perú y acabó con las mínimas chances de la bicolor de llegar al Mundial Sub 20. Fue la crónica de una muerte anunciada, en una semana para el olvido del fútbol nacional.

La goleada de Huracán a Alianza Lima en Matute apenas fue el inicio de una semana desastrosa para el fútbol peruano. Menos de 24 horas después, la bicolor sufría una humillante derrota ante Brasil para acabar con las minúsculas opciones que tenía de clasificar al Mundial Sub 20 de Nueva Zelanda 2015. La derrota era de esperarse, es verdad –Perú, de lejos, era el equipo más débil de los seis del hexagonal–, aunque siempre queda la esperanza de que los jugadores saquen a lucir esa rebeldía que un futbolista nunca debe perder. Ayer no sucedió.

A cocachos ¿aprendí?

El 4-línea-2 parece ser el sistema que le acomoda mejor a la Sub 20. Se arropa y protege mejor, teniendo un pequeño margen de error -al ser un equipo corto, algún compañero te puede salvar ante una equivocación-, y por ahí intentar atacar. Es, en resumen, más equilibrado. Eso se vio en el primer tiempo ante Brasil, en el que se logró mantener el 0-0 y, lo que es mejor, no se sufrió mucho: la verdeamarelha no generó muchas opciones de gol, y Perú hasta tuvo por ahí alguna chance de anotar. Pero el tempranero tanto de Nathan, a poco de iniciado el complemento, acabó con la ilusión peruana. Otra vez no se supo reponer a un golpe, y eso ya preocupa. No hay rebeldía ni plan B -se esperaba visiblemente aguantar el 0-0 hasta el final-, y sí mucho desorden y desesperación.

Es lo que hay

Pensar que la suerte de la selección sería distinta con Renato Tapia no tiene sustento. Claramente le daría un salto de calidad al equipo de Víctor Rivera, y por ahí se habrían tenido mejores momentos de fútbol en el torneo -y quizá ahorrado un par de papelones-, pero no alcanzaría para pensar en un Mundial. Argentina, Uruguay, Colombia y Brasil son, de lejos, mejores que Perú y Paraguay, como equipos y con respecto a sus individualidades. Por algo lograron su objetivo antes de la fecha final del hexagonal.

¡Pare de sufrir!

Defensores mal parados, que no saben encarar un contragolpe del rival y que suelen rechazar al medio del área, jugadores que no manejan los dos perfiles y con eso perjudican al equipo, volantes que no presionan y que pierden el balón en salida, y delanteros que no saben decidir cuándo hacer una jugada individual y cuándo ceder al compañero; esos son algunos de los errores netamente formativos que se vieron ante Brasil y a lo largo del campeonato. Esos, pues, no son errores del ‘Chino’ Rivera -ni del DT de turno que esté en cualquiera de las selecciones–, sino de la estructura endeble del balompié a nivel local. Hasta que se corra la venda de los ojos y se enfoquen bien las prioridades, se seguirán dando ventajas.

Perú no tuvo las armas necesarias para frenar a Brasil. Casi un calco de lo que sucede durante todo el torneo(Foto: AUF)

Un paso atrás, ¿y dos adelante?

El Sudamericano sirvió para ver en qué nivel está Perú: muchos escalones debajo de los más pintados de Sudamérica. Y eso que se tuvo la "suerte" de no chocar contra Chile o Venezuela, que no llegaron al hexagonal pese a mostrar mejor juego que la blanquirroja. Ahora la mira tiene que estar puesta en trabajar en las bases: darle una real importancia al fútbol de menores. Hacer que, para llegar a Primera, los futbolistas peruanos tengan que ser completos, y no aparecer con tantos errores de formación. No hay que esperar hasta otro Sudamericano para recordar que existen.

Fotos: AUF


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