La gira por tres continentes de Municipal y Boys: Rumbo Asia
Durante el viaje rumbo al continente asiático todo comenzó mal pues el avión sufrió un serio percance cuando estaba por aterrizar: se reventó una llanta. Al ser de noche la emergencia se vieron obligados a cambiar de curso hacia las islas de Hawái y dar varias vueltas mientras amanecía para entonces sí tocar tierra en Honolulu. El saldo del contratiempo arrojó algunos desmayos, varios contusos y un susto para no olvidar.
Su primer partido en Asia, el 24 de enero, lo jugaron en el Velódromo de Korakuen, en Tokio, bajo un clima húmedo y frío que afectó el desempeño de los jugadores, ello según palabras del mismo José Carrasco en declaraciones a los medios al señalar que “en el Perú, donde raras veces llueve, siempre jugamos en canchas secas”. Hay que recordar que por entonces el torneo local aún no era descentralizado (recién lo fue desde 1966) por lo que las visitas a provincia, donde se podían encontrar ante un panorama similar, se realizaban solo ocasionalmente en algún amistoso.
Ya desde los primeros partidos se pudo destacar una acción de camaradería que imperó en toda la gira: la de ceder la cinta de capitán a cada jugador. Partido a partido ésta iba rotando para que así cada uno asumiera tal responsabilidad y a la vez como una manera de figurar al frente de la delegación en igual importancia que el resto del plantel.
Hechos a su medida
Tras dejar Japón la ruta de la gira los llevó a Hong Kong donde se llevó a cabo una gran y anticipada promoción del combinado peruano, lo que llevó a que los 35,000 asientos del Government Stadium fueran vendidos. Aquí fue que se preparó a un seleccionado del sur de China que entrenó durante un mes bajo la guía de Lee Wai Tong, conocido también como “el rey de la pelota” por sus logros como futbolista. Fueron tres los encuentros pactados inicialmente en esta ciudad, todos con un buen marco de público gracias en gran parte a que se realizaban las celebraciones por el Año Nuevo Chino, lo que motivó a que incluso las prácticas de los peruanos contaran con una buena cantidad de espectadores.
A todo esto, y para no depender solo de los cables de las agencias de noticias, en los medios peruanos se las ingeniaron para conseguir algunos audios con las transmisiones radiales. Como se comprenderá, ante la dificultad del idioma en la narración y los comentarios, hubo que recurrir a un traductor para poder entender los pormenores en los partidos del combinado.
Las primeras imágenes que llegaron al Perú con las novedades de la gira fueron propaladas por TV a través de la secuencia Deportegrama de Canal 4, pero no a través del video, sino con la presentación de los diarios chinos que reportaron las incidencias de los encuentros disputados en Hong Kong. Para ver a los jugadores en acción hubo que esperar hasta fines de marzo cuando a Lima llegó un rollo con el resumen de uno de los primeros partidos disputados en dicha ciudad.
Tras jugar tres partidos en Filipinas y dos nuevamente en Hong Kong, y a poco más de un mes luego de partir del Perú, ya se rumoreaba con un posible regreso anticipado del plantel. Para entonces la falta de confirmación de encuentros amistosos comenzó a alterar el itinerario establecido cuando estaban en Manila, el mismo que esperaban poder continuar en Indonesia, plan que acabó por ser cancelado.
Luego siguió Vietnam, donde jugando en Saigón el 20 de febrero, cuando perdieron 1-2 ante un seleccionado militar, los jugadores se vieron envueltos en problemas, tanto en el campo de juego como fuera de él. Sucedió que pese al ajustado marcador el árbitro se mostró parcializado con el local, lo que derivó en airados reclamos del combinado y la reacción del público, que ingresó al campo de juego a impartir su propia justicia. Solo la seguridad del vestuario tuvo a buen recaudo al plantel hasta que la policía logró controlar la situación.
En Tailandia les pasó casi lo mismo cuando el 20 de marzo golearon a un seleccionado de Bangkok por 1-5. En aquel encuentro el juego brusco marcó el ritmo de las acciones, lo que dejó un saldo de cinco jugadores lesionados, tres peruanos y dos tailandeses. Cuando todo estaba por acabar y en medio de una discusión por una falta, Isaac Andrade recibió un golpe en la cabeza que lo desmayó. De inmediato se desató una pelea generalizada entre ambos equipos, a la que se sumaron los espectadores, encolerizados por la derrota, que no dejaron salir del estadio a los visitantes hasta cerca de la medianoche.
En estos casos lo que pudo pesar también fue una gran barrera que experimentaron los jugadores: el idioma. Tanto para las actividades diarias en las ciudades que los recibieron como al disputar los partidos tuvieron más de un contratiempo. Por ejemplo, a Carrasco le tocó ser expulsado en tres encuentros al no saber interpretar las indicaciones del árbitro, así como éstos tampoco podían entender al peruano que tan solo buscaba saber a qué equipo le tocaba cobrar alguna falta.
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