San Martín - Gremio: Gremio de destrucción
Finalmente, la San Martín es del Perú. Una escena paralela lo demuestra. Afuera, los hinchas empezaban la andanada de insultos cuando la cabeza del presidente de la Federación asomó por uno de los palcos de Matute. Adentro, al mismo tiempo, un testazo de ‘Maxi’ López ponía el segundo de Gremio al regreso del descanso. Sí, San Martín puede ser el símbolo de resistencia al caos reinante en el fútbol peruano, pero, en contacto con este, no puede quedar inmune. Y, como cualquier par local, también es víctima del triunfalismo, de los miedos escénicos, de la natural inferioridad ante pesos pesados y hasta de la ‘saladera’ de Burga.
Presión baja
Rivera no planteó mal el partido, pero su equipo acabó siendo un desastre por las bandas. Salas y Guizasola estuvieron con todas las nubes encima; los pasaron en el primer tiempo y los mataron en el segundo. Los goles de ‘Maxi’ López en el complemento se generaron uno por cada banda. Con volantes-laterales adelantados, Gremio les cortó la salida e implantó una presión a la que no supieron responder.
Souza en su salsa
Si bien los de Porto Alegre cargaron por los costados, no descuidaron el centro. Fue clave el trabajo de Souza, la figura. Unos metros atrás del capitán Tcheco, fungió de creativo desde atrás, a la usanza setentera. Ello desconcertó a la dupla Hinostroza-Fernández, que, pese a que no tuvo una mala noche, fue superada por el mayor peso del rival. Como respaldo a su actuación, Souza anotó el primero en gran individual, aprovechando una gruesa falla en salida de Ballón, que, a diferencia del encuentro ante Nacional, esta vez sí decepcionó como central.
Arriba, solo los corazones
Ofensivamente, para analizar a San Martín habría que hacerlo por partes. Sus defensas aportaron poco en salida. Sus volantes creativos tampoco funcionaron: Díaz anduvo desconectado y el debutante Cejas no lució bien físicamente (incluso, se lesionó y fue cambiado). Ludueña fue mil veces extrañado. Destacaron, sí, los balonazos largos de Hinostroza y Fernández, y el pundonor de García y Arzuaga. El empate transitorio llegó así. Un pelotazo del ‘Churrito’ fue muy bien interceptado por el colombiano, que, a la carrera, dribleó hacia adentro y metió un buen zurdazo.
Dormidos y desesperados
Pero si el primer tiempo dejó algo para el aplauso, San Martín no despertó en la complementaria tras el gol post-descanso del ‘Maxi’ López. Los jugadores se aletargaron y, por el contrario, el ‘Chino’ Rivera pareció desesperarse. Las variantes no le funcionaron, salvo la última de Carrillo, que permitió recuperar en algo el balón. Huamán no corrigió el problema por las bandas y Silva solo entró para regalar unos diez off sides. Los últimos veinte minutos fueron funcionalmente anodinos: al menos, evitaron el papelón o la masacre.
Adiós, pero no final
San Martín pagó hoy el pecado de Buenos Aires. Tarde o temprano iba a ponerse enfrente de un peso pesado, pero ante River estuvo en sus manos que no fuera tan pronto. Con el 99.99 por ciento de la clasificación perdida, tendrá que recomponerse para que esta racha fatal de los últimos siete días, la peor en mucho tiempo, no se prolongue. En el caso de San Martín, más que nunca, la función debe continuar.
Fotos: Andrés Durand / DeChalaca.com, ANDINA