Lo agarraron en Bermúdez
El proceso de Mifflin Bermúdez en Alianza Universidad llegó a su final luego de la derrota ante Mannucci. Una vez más, el cortoplacismo cobra una nueva víctima y se tumba un proceso que hasta hace unas semanas iba bien encaminado.
En las últimas cuatro jornadas, Alianza Universidad apenas logró un punto producto de un empate como visitante ante Sport Boys. En ese lapso de tiempo, el equipo huanuqueño mostró serias deficiencias en su juego y sumó un par de derrotas en condición de local ante Pacífico y Mannucci, dos equipos que en el papel se presentaban como inferiores, pero que lograron llevarse sendos triunfos del Heraclio Tapia.
¿Qué cambió en las últimas semanas? Es complicado saberlo de manera certera porque es un tema de la interna del equipo, pero hay que hacer hincapié en que el corto plazo nuevamente vuelve a ser nocivo para un club. Es cierto que Alianza Universidad bajó su rendimiento y los resultados no se dieron en la medida de lo esperado, pero es un grave error cortar de buenas a primeras un proceso que tiene cosas de largo plazo, por más que Bermúdez volvió al club en 2014, ya había estado antes, aunque con un grupo distinto.
Parecidos razonables
Es imposible no hacer un símil entre lo que vive Pablo Bengoechea y lo que ha vivido Mifflin Bermúdez. Ambos lograron sostener un proceso, aunque de manera fortuita, no por un afán de los dirigentes en la Videna o en Huánuco. Bengoechea volvió a la selección luego de algunos meses en los que no contamos con un entrenador, mientras que Bermúdez volvió luego de una temporada en la que incluso dirigió a otro equipo en Segunda División –Sport Victoria-, aunque con escaso éxito.
Es para destacar que Mifflin Bermúdez supo llevar al grupo de Alianza Universidad a pelear un ascenso para el que no era favorito a inicios de año, algo que confirma que cualquier proyecto en nuestro fútbol que tenga visos de largo plazo logra obtener resultados por el nivel deficiente con el que contamos. ¿Y por qué es un error? Simple: el cuadro universitario ya se había acostumbrado a la vertiginosa manera de jugar de su entrenador. Sacarlo a estas alturas del torneo puede ser un error que le puede terminar de costar definitivamente sus chances para ascender.
Refuerzos con disfuerzos
En tienda huanuqueña puede haber dolido en el alma haber perdido la punta del torneo, pero los dirigentes también deben darse cuenta que han tirado abajo un proyecto que iba bien encaminado de todas maneras, algo que iba a dar sus frutos tarde o temprano porque Alianza Universidad cuenta con el respaldo económico para mantener a un plantel sumamente amplio en el que cuenta con hasta tres o cuatro opciones para un mismo puesto.
Precisamente, ese fue un tema que DeChalaca tocó hasta en dos oportunidades. Alianza Universidad llegó a contar con hasta 37 jugadores esta temporada, una cifra excesiva para un plantel que contaba con una base sostenida desde campañas anteriores, con pilares como José Adalberto Cuero, Smith y Jesús Reyes. Es evidente que algún empresario se acercó a Huánuco para meter a una serie de jugadores que no han dado fuego, y que probablemente rompieron con la estabilidad de un plantel que en lugar de potenciarse, se debilitó.
En un fútbol donde todavía gobierna la improvisación, uno de los clubes serios del ascenso se vistió de improvisado y tomó la decisión más facilista a la pequeña crisis que vive. Veremos cuáles serán las consecuencias de haber optado por el cortoplacismo y el resultadismo.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Mihay Rojas / DeChalaca.com
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