Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.comEl 21 de mayo de 1994, Alianza rompió una racha de clásicos nefastos y le ganó a la ‘U’ en Matute después de cinco años. La postal del recuerdo: el puñetazo de Nunes a Kopriva.


Húrguese canas y arrugas frente al espejo, pero nada lo hará sentir tan viejo como saber que han pasado veinte años desde que vio agitarse el puño de Jorge Amado Nunes y la caída de Juan Carlos Kopriva como árbol después de una poda; recordará también el grito de José Soto a pecho abierto y la mueca vengativa de Iván Brzic detrás de sus gafas oscuras. Fue el sábado 21 de mayo de 1994.

Nuevas estrategias

El cuadro aliancista tenía un objetivo inmediato: romper la racha de casi cinco años sin vencer a la 'U' en Matute (Recorte: revista Estadio)Se habían cruzado ya, a principios de año, por la Copa Libertadores: en el debut copero, Alianza había vencido 0-1 a la ‘U’ en el Nacional con gol de Kopriva, mientras que, en la vuelta, en Matute, los cremas habían salido airosos con un 1-2 (goles de Dolmo y Nunes). Universitario había clasificado a la segunda fase, dejando atrás a los íntimos, que tenían otras cuentas pendientes: más de tres años sin vencer en clásicos de campeonatos nacionales y casi cinco sin conseguir un triunfo sobre la ‘U’ en Matute.

En el Descentralizado, Sporting Cristal ya era la máquina arrolladora, pero los ‘compadres’ no pasaban todavía a segundo plano. Se disputaba la octava fecha. En la ‘U’ habían pasado dos semanas desde la eliminación en la Libertadores, a manos del DIM, y la renuncia de Sergio Markarián. El uruguayo Manuel Gregorio Keosseián acababa de ser anunciado como nuevo DT y estuvo en Matute, como espectador. Los cremas, con Freddy Ternero como interino, habían vencido 2-3 a Unión Minas en Cerro de Pasco y 3-1 a Ciclista Lima.

En Alianza, Iván Brzic llevaba ya poco más de un mes trabajando, pero la afición blanquiazul no lo aceptaba. Había sido recibido con insultos por su pasado reciente como entrenador de la ‘U’, por sustituir a un DT querido (Miguel Ángel Arrué) y por encarnar la disciplina europea ante el usualmente festivo juego victoriano. Pese a ello, los blanquiazules también se habían reenganchado a nivel local: venían de superar 2-0 a Alianza Atlético y 1-2 a Sport Boys.

Bajas y altas

El gol de Soto hizo estallar Matute (Recorte: revista Estadio)Brzic mandó a Francisco Pizarro en portería. En defensa, la mayor novedad estuvo en Carlos ‘Mágico’ Gonzales, quien arrancó como lateral izquierdo; por derecha alineó Carlos Basombrío y la pareja de centrales la formaron José Soto y Frank Ruiz. Mario ‘Kanko’ Rodríguez, Juan Carlos Kopriva, Paulo Hinostroza y Marco Antonio Valencia formaron en volante; Darío Muchotrigo y Waldir Sáenz hicieron dupla arriba. Su única baja fue Juan Jayo, expulsado contra Boys.

En la ‘U’, la única ausencia, por lesión, fue Marcelo Asteggiano. Ternero ubicó a Héctor Martín Yupanqui en el arco. El ‘Puma’ José Luis Carranza estuvo como lateral derecho y Ricardo Bravo por izquierda; como backs, Alfonso Dulanto y Juan Reynoso, que acababa de fichar por Cruz Azul y se despedía del fútbol peruano. En mediocampo, Martín Rodríguez y Juan Carlos Bazalar se pararon en la contención y Roberto Martínez y Jorge Amado Nunes en tareas creativas. Arriba, Freddy Torrealba acompañó al hondureño Eugenio Dolmo Flores.

Alberto Tejada fue designado como árbitro y, como siempre, le tocó un clásico difícil e inolvidable. 33,584 personas llegaron a las tribunas de Matute.

El gran golpe

En el trámite, fue de esos clásicos lentos, anodinos, que parecen anticipadamente condenados al 0-0. Tuvo, como ingrediente, una polémica: Dolmo barrió por atrás a Kopriva, aunque sin llegar a tocarlo. Tejada, sin embargo, sacó la roja al ‘Demonio del Caribe’ y dejó a la ‘U’ con diez a poco del descanso.

Tras el puñetazo conectado por Nunes a Kopriva, los reclamos no se hicieron esperar (Recorte: revista Estadio)El segundo tiempo prosiguió a un ritmo lerdo. En Alianza entraron Carlos Guido (por ‘Mágico’) y Juan ‘Peluquita’ Saavedra (por ‘Kanko’); en la ‘U’, Martín Dall’Orso por Torrealba y el hondureño César Obando por Bazalar. Hasta que, faltando diez minutos, un empujón de Dulanto sobre Hinostroza terminó en un tiro libre al borde del área (en realidad fue dentro y fue penal, pero Tejada cobró afuera). Valencia se puso al frente y con precisión la tiró al centro del área, donde Soto llegó a la carrera y mandó un cabezazo fuerte y bajo, al ángulo derecho. Estalló Matute. Soto gritó su gol con el alma y la hinchada aliancista celebró con un desahogo.

La cereza del pastel fue violenta, cuando faltaban segundos para llegar a los 90’. Nunes, luego de una jugada intrascendente, empujó al teatral ‘Churre’ Hinostroza, que se revolcó en el gras como si lo hubieran aplastado cincuenta tractores. Kopriva lanzó alguna puya verbal, con referencia materna. El paraguayo giró el puño y, sin tomar vuelo, aplicó el derechazo que tumbó al larguirucho volante argentino. Tejada sacó roja a ambos y terminó el partido cuando solo quedaban los minutos extras.

El puñete fue repetido hasta el hartazgo: incluso, apareció durante los créditos de una telenovela nacional e ilustró un videojuego. Kopriva, en el umbral de camarines, corría con la mejilla roja y el gesto de “Agárrenme que lo mato”; volverían a encontrarse en más clásicos, donde sí reinó la diplomacia y ni se miraron. A lo lejos, ‘El Gato’ Basombrío, como capitán, cargaba un trofeo más grande que él y Brzic escuchaba los primeros aplausos desde Sur. Pasaron veinte años y es como si el tiempo nos diera también un golpe en la mejilla.

Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: revista Estadio

 

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