Mudanza internacional
El estadio Inca Garcilaso de la Vega recién se encontrará apto entre agosto y setiembre del 2014. Las obras de remodelación recién acabarán casi un año y medio después de su inicio en mayo del año anterior. El año pasado Cienciano en Espinar y Real Garcilaso en Urcos solucionaron el problema de la localía para el torneo local. Sin embargo, ninguna de las dos sedes servirá como alternativa para la Copa Libertadores por temas de aforo e infraestructura por lo que los celestes cusqueños deberán moverse a Huancayo y el estadio de la ciudad para enfrentar a Cruzeiro, Defensor Sporting y el ganador de la Universidad de Chile y Guaraní. No es el primer equipo que deberá moverse de su departamento para jugar Libertadores.
Movidas históricas
El primer equipo peruano que debió moverse de provincia para una Copa Libertadores fue Juan Aurich en 1969. El Elías Aguirre todavía no contaba con los más de 25.000 asientos que tiene en la actualidad por lo que los chiclayanos debieron moverse a Lima para poder recibir a Sporting Cristal y los chilenos de su grupo: Universidad Católica y Santiago Wanderers. La experiencia no dejó aspectos muy positivos ni muy negativos: empataron a dos con Cristal, le ganaron 3-1 a Wanderers y perdieron 2-4 con la Universidad Católica. En 1981, Atlético Torino repitió la experiencia por las mismas razones y en otro grupo con Sporting Cristal y dos chilenos, solo que esta vez eran la ‘U’ de Chile y Cobreloa. Los resultados fueron mucho menos alentadores que los del ‘Ciclon’: un empate a uno ante Cobreloa y dos derrotas por 1-2 cortesía de Cristal y la ‘U’ chilena.
Tres años después el que se mudó fue Sporting Cristal a Trujillo para conseguir más aforo que el que en esas épocas hubiera logrado en Lima. En el grupo se encontraba Melgar y los venezolanos Universidad Los Andes y Portuguesa. El cambio de localía le cuadró bien a los rimenses que consiguieron un cartón lleno: 3-2 a Melgar, 2-1 a Portuguesa y 2-0 a Los Andes. Pasaron 20 años para que otro equipo se mudara de provincia. En 2004, el Garcilaso también se encontraba en remodelación, pero para la Copa América. Cienciano, entonces, alternó entre Lima y Arequipa para jugar con El Nacional, Nacional de Uruguay e Independiente de Avellaneda. En Lima le ganó a El Nacional 1-0 y en Arequipa consiguió un 3-2 ante Independiente, mientras que Nacional se llevó un 1-2.
Consecuencias en la máquina
Mudarse de provincia a veces puede significar cambios positivos o negativos. En resumen, de los 12 partidos jugados en esa circunstancia se consiguieron 6 victorias, 2 empates y 4 derrotas. Un 59.25% de los puntos que se podría traducir en casi 6 puntos de promedio. No es mucho, pero tampoco es una cifra despreciable conseguir dos victorias como local aunque lo que manda es la media inglesa (todo de local y pescar afuera) para pasar de ronda. Los números no son del todo desalentadores pero deberían ser analizados por el comando técnico de Fredy García. Definitivamente cambios van a existir por la mudanza.
Aunque muchos podrían pensar que Real perderá la influencia de la altura, lo cierto es que mudarse a Huancayo no significa un cambio drástico -ni mucho menos- en las condiciones climáticas. No por las puras Real eligió esa sede para el tercer partido. El estadio Huancayo se ubica a 3.259 metros sobre el nivel del mar mientras el Inca Garcilaso lo hace a 3.367. Como se puede observar, una diferencia mínima. Donde sí podrían haber problemas es en los constantes viajes que realizará la ‘Máquina’ de ‘Petróleo’ pues la sede del club se seguirá encontrando en Cusco. Además, una gran parte del plantel tendrá que acostumbrarse a esa cancha ya que esta se va a seguir sintiendo como ajena. Si superan esos inconvenientes no deberían tener muchos problemas. Lo demás dependerá del fútbol.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: revista Ovación, diario La Industria de Trujillo
escrito por Ivan , January 20, 2014
escrito por huaral , January 23, 2014
escrito por Roger Paredes , January 23, 2014