Fidel Voglino: Futuro beato
El amor del argentino Fidel Voglino por San Lorenzo de Mar de Plata traspasa la visita semanal: colecciona, por amor a los colores de su club, camisetas rojinegras a rayas verticales de todo el mundo, entre las cuales se cuentan algunas de clubes peruanos.
El hincha no solo es aquel que va al estadio para alentar a su equipo: existen personajes que, muy distintos al común simpatizante, buscan que su club, pequeño o gigante, perdure en la memoria de la gente con sus acciones.
A esta descripción hace honor Fidel Voglino, un argentino jubilado de casi 70 años que vive y muere por su querido San Lorenzo de Mar de Plata, equipo ubicado en el balneario de Buenos Aires, que no pertenece a la órbita de equipos profesionales, por jugar en una liga inferior (Liga Marplatense de Fútbol) a la del Torneo del Interior.
No se pierde un solo encuentro del ‘Santo’. Lo ha visto coronarse campeón local tantas veces que ya perdió la cuenta. Un fiel admirador de este humilde equipo. Es conocido en el estadio e instalaciones del modesto club por otros hinchas, simpatizantes, jugadores y directivos, ¿pero qué hace diferente a Don Fidel? Su afición por coleccionar camisetas similares al club de sus amores: rojinegras a rayas verticales.
El inicio de la era rojinegra
Fidel siempre tuvo la iniciativa de pedirle a algún jugador la camiseta del club de sus amores, sin embargo, la timidez siempre podía más. No fue hasta el 2002, cuando el equipo de sus amores enfrentaría a Deportivo Norte en una de las finales de la temporada, y decidió ir en búsqueda de Daniel di Gerónimo, una de las estrellas del club, para pedirle que le regalara la camiseta de salir campeones. La respuesta fue negativa, dado que el ‘Kity’ jugaría su último partido antes de ir a radicar a España y ya le había prometido la remera a su madre. Decepcionado como cualquiera, el buen Fidel se resignó a la medida tomada -bastante comprensible- pero luego gozó con la obtención del título, pues su amado San Lorenzo salió victorioso por 1-0. El lunes siguiente regresó a la sede y sin esperarlo, se encontró a Di Gerónimo con un pequeño bolso para decirle: “Mi madre entendió”. Dentro del paquete, se encontraba la camiseta con la cual uno de los referentes del club había disputado la última final.
Aquella anécdota fue la primera en la que estuvo inmerso después de la obtención de más de 100 diferentes réplicas, cada una con una historia distinta. Intercambió correos con el mismo presidente del club Atlético Paranaense de Brasil; conversó con la propietaria de una fábrica de ropa deportiva que confeccionaba las camisetas del Club Central San Carlos de Santa Fe y recibió un obsequio de ella contactándolo mediante su yerno, el futbolista César Carignano, quien le hizo el contacto con un amigo que jugaba en el Neuchâtel Xamax de Suiza para que también añada una del club helvético a su colección –autografiada por todo el plantel-; o consiguió una de la mismísima Brunei, de las manos del piloto privado del Sultán.
Rojinegras peruanas
Quien escribe intercambió comunicación con Fidel Voglino mediante la sección de comentarios en DeChalaca a mediados de agosto. En la presentación de equipos del Interligas 2013 de Copa Perú, él preguntó por camisetas con las características ya mencionadas. Como coleccionista de camisetas, y sabiendo el sinsabor que deja que no te respondan los e-mails, decidí ayudarlo. Le presenté a Melgar, así como algunos equipos de la Copa Perú (José María Arguedas de Apurímac, Mariscal Miller de Tacna y Deportivo Maldonado de Madre de Dios). Para mi sorpresa, ya contaba con las camisetas de dos de los equipos mencionados: tenía la del 'Dominó' y la del histórico Mariscal Miller, obsequio obtenido por un peruano radicado en Chile, que se la envió mediante su hermana, que buscó entre los cajones del cuarto olvidado de su pariente en su querida Tacna.
Indagando un poco más sobre los clubes con camiseta rojinegra a rayas verticales en el Perú, se podría mencionar a Chacarita Junior de Canto Grande, así como dos históricos: el Sport Chacarita Versalles de Iquitos, y una que podría coronar la colección de Fidel Voglino: la del fenecido Sport Progreso del Rímac, primer campeón de los torneos organizados por la Federación Peruana de Fútbol en 1926.
¿Cuál es su propósito final?
El propósito final de Voglino es exhibir la colección, que ya llegó a las 135 camisetas de 41 distintos países, en la sede de su venerado club. El precio de la entrada para contemplar tan peculiar colección será único: una donación de algún alimento que será destinado para los jugadores más pequeños que pertenecen al San Lorenzo de Mar de Plata, que en su mayoría son pobres.
Con esta enorme iniciativa desde el fondo de su corazón rojinegro, quiere robarle sonrisas a los jóvenes valores de su club, que posteriormente harían lo propio con él, cuando en un futuro cercano, celebre los goles de los que alguna vez se beneficiaron con la muestra de camisetas. ¿Algún coleccionista local se anima a imitarlo?
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: cortesía Fidel Voglino, Facebook
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Javier Camacho Garcia
@jahvixo
Agradecer a DeChalaca por este tipo de notas.
Un abrazo
Fidel
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Saludos
Fidel
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