Composición fotográfica: Sandro Mena / DeChalaca.comNo cabe duda de que el Chelsea es uno de los equipos de moda de los últimos años. Los blues, en desmedro de sus grandes actuaciones, aún siguen esperando el título de la Champions. Pero la ilusión que envuelve Stamford Bridge tuvo antesala años atrás, antes de Abramovich, a fines de los noventa y de la mano de un italiano: Gianluca Vialli.

 

En julio de 1995 llegó al club londinense una vieja gloria que buscaba redescubrir su carrera al borde del retiro. Ruud Gullit había sido incorporado al equipo por el técnico Glenn Hoddle (ex internacional inglés en los ochenta), iniciando así la ‘Foreign Revolution’: un desfile de jugadores extranjeros que vistieron las sedas azules del Chelsea entre el 1996 y 2000.

Gullit, con la pinta de siempre, brilló al final de su carrera en Stamford Bridge (Foto: sporting-heroes.com)La lista incluyó a los noruegos Frode Grodas y Tore André Flo, el portero holandés Ed de Goey, el rumano Dan Petrescu, los franceses (y campeones del mundo) Frank Leboeuf, Didier Deschamps y Marcel Desailly, el uruguayo Gustavo Poyet, el danés Brian Laudrup, el español Albert Ferrer, y los italianos Roberto Di Matteo, Pierluigi Casiraghi, Gianfranco Zola y Gianluca Vialli. Este último llegó al club después de ganar la Champions con la Juventus en 1996 y llegó a tener un especial protagonismo en el club londinense.

Repeat after me

Con Gullit, el Chelsea dio un paso gigante en su intención de meterse entre los grandes del fútbol inglés. Un año después de su llegada, el holandés reemplazó en el banquillo a Hoddle -que tomó las riendas de la selección inglesa- y ejerció la doble función de jugador-entrenador. De su mano, los blues ganaron en 1997 su primer título importante tras 26 años (el último lo habían celebrado en 1971, al ganar la Recopa Europea): fue el campeonato de la FA Cup, luego de vencer en Wembley por 2-0 al Middlesbrough con goles de Di Matteo a los 42 segundos Gullit con la FA Cup, su principal logro en su periplo 'blue' (Foto: bbc.co.uk)-gol que, hasta el momento, es el más rápido que se haya anotado en las finales de este certamen– y Eddie Newton. Esta conquista fue un paliativo para el dolor que significó la pérdida, en 1996, de su director financiero, Mathew Harding, en un accidente en helicóptero.

En 1998 Gullit, quien ya solo se dedicaba a la dirección técnica, fue relevado del cargo. Lo sucedió otro jugador que cumplió la doble función de futbolista-técnico: Gianluca Vialli tomó la escuadra para, inmediatamente, encumbrarla en los podios europeos. La llevó a la final de la Worthington Cup (nombre precedente, hasta 2003, de la hoy conocida Carling Cup), en la que venció nuevamente al Middlesbrough por 2-0. Esta vez, dos goles en tiempo suplementario le otorgaron la victoria.

Pizza y vino

Vialli, un triunfador, con la Recopa entre manos (Foto: dailymail.co.uk)Para ese año, el italiano Gianfranco Zola se había convertido en figura descollante de la volante blue. Además, la figura de Vialli como goleador había renacido. La dupla italiana hacía trizas a las defensas de la Premier League.

Chelsea, como campeón de Copa en Inglaterra, participó en la edición número 38 de la desaparecida Recopa Europea, en la que partió como claro favorito. Después de dos contundentes 2-0 y 0-2 ante el Slovan Bratislava, sufrió su primer revés ante el débil Tromso, cayendo en Noruega por 3-2. La revancha fue salvaje: un claro 7-1  que no admitió dudas.

La siguiente fase eliminatoria fue superada sin problemas ante un rival de mayor envergadura, pero que sucumbió ante el poder blue: contra el Betis consiguió otras dos victorias por 1-2 en Sevilla y 3-1 en Londres. Sin embargo, las semifinales le reservaron más de un apuro ante el Vicenza italiano, ante quien perdió 1-0 en la ida, y caía por 0-1 en Stamford Bridge hasta el minuto 32’. Gustavo Poyet, no obstante, puso el empate parcial antes del descanso, y en la complementaria Chelsea resolvió el duelo con tantos de Zola y Mark Hughes. Así llegó a la final.

Verano azul

Para la final, disputada en el Rasunda de Estocolmo, Chelsea presentó a De Goey en la puerta; Leboeuf, Duberry, Clarke y Granville en la defensa; Petrescu, Wise y Di Matteo en la volante; y Poyet, Flo y Vialli en la delantera. Con este once enfrentó al Stuttgart. Contra los pronósticos, el partido se bloqueó en el cero inicial y solo el inteligente cambio de Zola por Flo rompió el empate: a los 71’, un pase largo hacia el italiano lo dejó solo para definir en la portería de Wohlfahrt y concretar el definitivo 1-0 (ver video 1). Así, Chelsea consiguió el título de este torneo por segunda vez.

Si la obtención de la Recopa fue un motivo para hacer delirar al hincha blue, la consecución de la Supercopa de Europa lo fue aún más. En agosto de ese mismo 1998, con Laudrup y Casiraghi en sus filas, y Vialli en el banquillo de los suplentes, Chelsea enfrentó al Real Madrid, flamante campeón de la Champions, al cual derrotó 1-0 con gol de Poyet a los 81’ (ver video 2). Se cerraba un espléndido verano azul.

Importaciones a granel

El ciclo blue de Vialli tuvo un par de años más de vida. El italiano colgó los botines en 1999, pero se aferró a la pizarra y permaneció como técnico del Chelsea hasta el año siguiente, obteniendo una nueva FA Cup y una Supercopa de Inglaterra (Community Shield). Por aquellos años, llegaron otros importantes jales extranjeros, como George Weah, y llegó a convertirse en la primera escuadra inglesa que presentó una alineación íntegramente foránea.

Como técnico, Vialli siguió cosechando técnicos con el Chelsea (Foto: nuovoindiscreto.blogspot.com)La legión extranjera era compuesta por Ed De Goey (Holanda), Albert Ferrer (España), Marcel Desailly (Francia), Frank Leboeuf (Francia), Celestine Babayaro (Nigeria), Dan Petrescu (Rumania), Didier Deschamps (Francia), Gustavo Poyet (Uruguay), Roberto Di Matteo (Italia) y Tore André Flo (Noruega). También alternaban el mismo Vialli, George Weah (Liberia) y Jimmy Hasselbaink (Holanda). Los únicos ingleses que, de vez en cuando, llegaban al titularato eran los seleccionados Dennis Wise y Graemme Le Saux.

Volviendo a ubicarse entre las máximas potencias europeas, aquel Chelsea de fines de los noventa marcó el amanecer del cielo blue: ese que, algún día, espera resplandecer con un título de Champions.

Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com

Fotos: dailymail.co.uk, sporting-heroes.com, bbc.co.uk

Videos: YouTube / Usuarios: abiram12385, BrunoHott

Comentarios ( 2)add
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escrito por LUIS , March 20, 2009
Lastima que ahora le toco al futuro campeón de Europa,el Liverpool. Fue una pena que se quedaran a un penal de levantar la Champions( por el penal de terry). Seguramente si les tocaba otro rival en esta fase. seguro llegaban a la final y ubieran podido tentar ganar la champions.
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escrito por José Sanz , March 20, 2009
Mucha gente critica al Chelsea por supuestamente romper presupuestos por contratar jugadores. Algo que la mayoría de clubes europeos hace, ahí tienen al ejemplo del Real Madrid, millones y millones de euros despilfarrados para no pasar de octavos de la champions ya casi 7 años.
Así tengas millones con malas contrataciones y sin buen DT no se hace mucho, otro ejemplo es el Manchester City.
Cosa diferente al Chelsea que ha tenido protagonismo fuerte en Europa casi los mismos años.
Creo que con Mourinho alzó el vuelo que debía tener. Se rompió la racha de 50 años sin ser campeones de la liga inglesa (salió bicampeón) y se mete de fuerte por ganar la Champions.
A mi parecer el mejor equipo de fútbol los últimos 5 años.
Este año espero levantemos la orejona en Roma. Eliminar al Liverpool será difícil pero tenemos la ventaja de jugar la vuelta en el Stamford Bridge igual que el año pasado.
Pensar que Pizarro aunque integró ese plantel, aunque para los tramos finales de la Champions no estaba en la lista oficial, los partidos iniciales si los jugó.

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