Solo un rasguño
En un partido muy parejo, Tigre logró un importante -pero corto- 2-1 sobre Olimpia que dejó abierta la llave de octavos. Los paraguayos, pese al resultado, salieron bastante disgustados porque no les cobraron dos penales, uno más claro que el otro.
El capo: Picardía gaucha
Matías Pérez García fue el jugador más destacado del partido, no solo por llevar peligro al arco paraguayo en base a su desequilibrio en los metros finales, sino también porque se asoció de buena forma con Botta y asistió en muchas ocasiones a Maggliolo, aunque este no estuvo fino en las definiciones. Su muy buena actuación la coronó con el 2-0 marcado de cabeza, pese a su baja estatura, sobre los 63'.
La clave: Penal antes y después
El partido tuvo una gran intensidad durante los 90' y el dominio fue alternado por momentos, pero dos situaciones en el área de Tigre -una antes y otra después del gol de Peñalba- tranquilamente pudieron cambiar la historia del partido. A los 22', un cabezazo en el área de Bareiro pegó claramente en la mano de Echevarría, pero el árbitro no sancionó el penal. Cinco minutos después llegó el gol de Tigre. Y a los 39', Báez fue trabado dentro del área, pero una vez más el juez no sancionó el penal.
El cambiazo: Sin Botta no hay sociedad
La lesión de Rubén Botta a los 75' obligó a Gorosito mandar al campo a Leandro Leguizamón, pero este no fue tan incisivo en el ataque como lo venía siendo el 'Magic Left'. Por ello, Tigre perdió profundidad en ataque y permitió que Olimpia adelantará sus líneas. Es más, apenas dos minutos después de la salida de Botta, llegó el descuento paraguayo. Por el lado de Olimpia, el ingreso de Juan Ferreyra por Aquilino Giménez le dio mayor equilibrio a la banda derecha.
La joyita: Donde tejen las arañas
Herminio Miranda se encargó de marcar una pinturita en la noche bonaerense. Cuando se jugaban los 77', ejecutó de forma masgistral un tiro libre desde 35 metros aproximadamente y la clavó en el ángulo superior izquierdo de Javier García, que pese a la estirada no pudo impedir el descuento de Olimpia. Ese mismo, además de ser un gran gol, bien podría ser determinante para el duelo de vuelta.
El jugadón: Faltó un poquito
A los 21', una buena acción colectiva de Olimpia le quedó a Fredy Bareiro, quien se sacó la marca de Orban con "huacha" incluida, pero su remate final fue contenido por el arquero Javier García.
El tapadón: La mano del buen Silva
En el arranque del partido, Tigre tuvo la ocasión de abrir la cuenta. A los 4', luego de romper la trampa del offside, Botta encaró al arco y quedó frente al arquero paraguayo. Dentro del área, remató a colorar de zurda, de forma cruzada; sin embargo, Matías Silva, en gran intervención, se estiró y evitó la caída rápida de su valla.
La cancha: La doce del 'Decano'
El José Dellagoviana, más conocido como el 'Coloso de Victoria', tuvo un muy buen marco de espectadores, que fueron a alentar -como era obvio- al cuadro argentino. Pero lo que más sorprendió fue la presencia de una nutrida barra de hinchas de Olimpia, que en su gran mayoría viajaron desde Asunción. Fueron cerca de tres mil los seguidores que llevó el 'Decano' a tierras gauchas, algo bastante admirable por cierto.
Kazuki Ito: Para qué te traje Ponce
La frase de un conocido relator argentino le caería justa a la cuarteta arbitral ecuatoriana encabezada por Omar Ponce, que tuvo una muy discreta actuación. El de negro se equivocó mucho a la hora de sancionar las faltas; de hecho, cobró algunas inexistentes y pasó por inadvertidas otras bastante claras. Sus dos errores más graves terminaron perjudicando directamente a Olimpia. A los 22', no sancionó un claro penal tras una mano de Echevarría en el área argentina y, a los 39', tampoco cobró la falta de Orban contra Báez. En cuanto a las tarjetas, tuvo criterio para mostrar las seis amarillas (tres por equipo), aunque dejó pasar algunas otras.
Fotos: AFP
Leer más...
Mostrar/Ocultar comentarios
