Rufino Bernales: El sino de Rufino
La flamante contratación de Moisés Barack como entrenador de Sport Huancayo tranquilamente podría desatar una ola de resurrecciones que sean encabezadas por la frase “¿Y por qué yo no?”. El que la busca, la encuentra, y una larga fila de entrenadores a los que la Primera División ya tenía fuera de órbita podría dar un sorpresivo brinco desde el pasado.
Por qué no, por ejemplo, Rufino Bernales Francia, quien en los noventa transitara por varios clubes, ganándose, gracias a su parecido físico con el entonces célebre Francisco Maturana, el apelativo de ‘Maturana’ Bernales.
El discípulo de Hohberg
Como futbolista, Bernales fue un cumplidor defensa que jugó por Deportivo Municipal (1972, 1983-1984), CNI (1973, 1975-1980 y 1985) y Juan Aurich (1981-1982).
Como técnico, Bernales se declaró seguidor de Juan Eduardo Hohberg, quien lo dirigió tanto en Aurich como en Municipal. Su primera experiencia fue un breve interinato con ‘Muni’, en 1987: sustituyó a Gustavo ‘Polaco’ Merino, antes de la llegada de Máximo Carrasco.
Al año siguiente, la carrera de Bernales tomó alas propias: fue contratado por Cienciano, con quien cumplió una regular campaña en el Descentralizado 1988 y al que clasificó a cuartos de final del Plácido Galindo de 1989.
Un año después, con Melgar de Arequipa, cumplió una de sus mejores campañas: lo sacó campeón invicto del Primer Regional Sur de 1990 y lo llevó a la liguilla. Desavenencias con la dirigencia mistiana no le permitieron concluir su labor y fue sustituido, meses después, por Jorge Machuca.
1993 fue su año más recordado: asumió la dirección técnica de Deportivo Municipal, con quien cumplió una buena campaña, clasificando a la preliguilla, donde lo eliminó Sporting Cristal. Sin embargo, también consiguió darle un título al cuadro de la Comuna: salió campeón del Intermedio 1993, derrotando por penales, en la final, a Deportivo Sipesa de Chimbote.
Declive en barrida
La buena campaña del ’93 fue aval para que le renovaran la confianza en 1994, cuando Municipal formó un ‘súper equipo’, con Ronald Baroni como fichaje estrella. Sin embargo, un flojo papel en el Apertura de ese año, sumado a las desorbitadas ambiciones de la dirigencia edil, apresuraron su salida; lo reemplazó Roberto Chale.
La carrera de Bernales, a partir de entonces, se diluyó en irregularidades. En ese mismo 1994, retornó a Cienciano, pero, increíblemente, lo hizo solo por un partido: en la fecha 23, tuvo un debut y despedida en Sullana, con derrota (3-0) contra Alianza Atlético.
En 1995 dirigió a dos clubes norteños, con resultados disímiles. En la primera rueda, condujo a Atlético Torino y fue uno de los tantos técnicos que el ‘Taladro’ cesó antes de encontrar la racha final que lo libró milagrosamente del descenso. En la segunda rueda, dirigió a Aurich/Cañaña, con el cual logró salvar la categoría, recordándose especialmente sus triunfos sobre Alianza Lima (2-1) y Universitario (1-2) en menos de cinco días.
En 1996, regresó a Municipal y pareció, incluso, que iba a mejorar la campaña de tres años antes. Muni tuvo una muy buena primera rueda y fue segundo (detrás de Alianza Lima) en un tramo del Descentralizado; en la segunda rueda, sin embargo, los ediles se desbarrancaron y en la fecha 24, tras caer 1-4 contra La Loretana en Matute, Bernales fue despedido y reemplazado (nada menos que) por Moisés Barack.
1997 fue un año nefasto para ‘Maturana’. Lo despidieron de Alianza Atlético apenas en la segunda fecha del Apertura, tras dos derrotas consecutivas. En el Clausura, tomó las riendas de José Gálvez, con el cual descendió.
Al año siguiente, dirigió por última vez en Primera División: volvió a Municipal por cuatro encuentros del Clausura 1998; perdió los cuatro y fue reemplazado por Ramón Quiroga.
Por la misma franja
En los años siguientes, Rufino Bernales rondó únicamente el fútbol de ascenso. En 2003, por ejemplo, dirigió a Juan Aurich en Copa Perú.
Sus experiencias más recientes no fueron gratas. En 2009 pasó uno de los momentos más amargos de su carrera: a mediados de la segunda rueda, tomó la conducción de su querido Deportivo Municipal, que perdió la categoría en Segunda tras caer (1-0) en la última fecha ante Atlético Torino en Sullana.
Desde entonces, Municipal juega la Copa Perú, torneo que también ha sabido albergar a ‘Maturana’: Bernales dirigió a Mannucci en 2010, Defensor Politécnico en 2011, y Volante de Bambamarca y Universidad San Pedro en 2012.
Quién sabe si, como la ‘Academia’, Don Rufino aún no sueñe con retornar a los primeros planos.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: archivo DeChalaca.com; Recortes: diarios El Tiempo de Piura, El Bocón y Ojo, suplemento deportivo Super Crack, revista La Copa y los Mejores
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