Ospina en Alianza 1999: Una espina que no sale
Édgard Ospina, a punto de lograr una segunda clasificación internacional con Inti Gas, pudo ser campeón con Alianza en 1999, pero lo destituyeron cuatro fechas antes del final. ¿Qué habría pasado si el ‘Peinadito’ se hubiera quedado en Matute?
Uno de los grandes misterios del fútbol peruano ocurrió en noviembre de 1999, cuando Édgard Ospina fue destituido como entrenador de Alianza Lima a cuatro fechas del final, como líder en víspera de un clásico decisivo y con una clasificación casi asegurada a las semifinales de la Copa Merconorte.
Ospina recibió muchas acusaciones disfrazadas de rumor: las más benévolas apuntaban a una sucesión de cortocircuitos con el plantel de jugadores y una supuesta broma a Carlos ‘Kukín’ Flores interpretada como amenaza (“te mando la moto”). Las otras dos versiones fueron más graves: una sugería que el técnico había promovido ‘incentivar’ árbitros; la otra lo inmiscuía en un lío de faldas en el cual no ahondaremos. Lo cierto es que ni Ospina ni la dirigencia de Alberto Masías quisieron darle más vueltas al asunto: el 15 de noviembre de 1999, ante la sorpresa de todos, el ‘Peinadito’ fue desembarcado como entrenador de Alianza.
Lo que pasó
El domingo 14 de noviembre, Alianza Lima derrotó 2-1 a Juan Aurich en el estadio Nacional y asumió el liderazgo del Clausura, con dos puntos de ventaja sobre Universitario (que empató 2-2 en Cusco contra Cienciano), al que iba a enfrentar el fin de semana siguiente. El cuadro blanquiazul había perdido poder tras la venta de Claudio Pizarro al Werder Bremen, en agosto; sin embargo, consiguió acomodarse en dicho escenario y, a falta de cuatro fechas para el final del Clausura, era el más firme candidato para ser campeón.
El lunes 15 de noviembre, se pararon las rotativas: Ospina había sido destituido como entrenador blanquiazul. La sorpresa fue general. Emilio Lafferanderie, ‘El Veco’, sostuvo que “en mi vida periodística, nunca nada había desafiado tanto mi capacidad de asombro como el despido de un técnico puntero en el campeonato y en un torneo internacional”.
De inmediato, la dirigencia de Alianza confirmó el regreso de Jorge Luis Pinto y su debut en el clásico; el jueves 18 de noviembre, Alianza formalizó una clasificación inminente a semifinales de la Copa Merconorte con un triunfo 2-0 sobre The Strongest; esa noche, dirigió al equipo el colombiano Juan Francisco Arteaga, quien trabajaba en las divisiones menores.
A Pinto no le fue mal y cumplió con el primer objetivo: ser campeón del Clausura. Venció 2-3 a Universitario y ganó también los tres últimos encuentros de este certamen: 1-0 a Alianza Atlético, 1-6 a Deportivo Municipal (partido que lo consagró) y 2-1 a Cienciano.
En la Merconorte, las sonrisas se acabaron. En la ida, en el Pascual Guerrero, Alianza perdió 3-1 ante América de Cali y el sistema enviado por Pinto fue tildado de conservador, en contraste al que empleaba Ospina; además, incluyó a algunos suplentes, como Marco Flores, Wilmer Carrillo (como lateral derecho) y John Hinostroza. En la vuelta, los íntimos consiguieron un 2-0 en Matute, pero la imprecisión en los penales los eliminó.
Los desatinos fueron más graves en la primera final por el título nacional, que Alianza perdió 3-0 contra Universitario: Carlos ‘Kukín’ Flores vio una roja tan absurda como prematura, Christhian Del Mar ‘regaló’ los tres goles (uno de ellos en complicidad con el finado Sandro Baylón) y Pinto llegó a declarar que no sabía que la diferencia de goles contaba. Alianza ganó la revancha en Matute, pero el 1-0 no alcanzó: la ‘U’ dio la vuelta en La Victoria, en uno de los episodios futbolísticos más dolorosos en la historia aliancista.
Lo que pudo haber pasado
Como siempre, las conjeturas de Virtual Replay son debatibles: nadie puede asegurar qué pudo haber ocurrido ante un hecho ya inamovible. Pero es la especulación la que manda en esta sección, así que procedemos a bosquejar los escenarios alternativos que habría dejado la permanencia de Ospina en Alianza.
Es complicado saber qué habría ocurrido con el clásico del 21 de noviembre, que Alianza finalmente ganó por 2-3. Si una deuda tenía Ospina, eran los choques decisivos de aquel año. En el Apertura, torneo en el que Alianza avasalló rivales con un nivel altísimo de fútbol, sucumbió las dos veces contra la ‘U’; eso le costó perder el torneo. El colombiano, en el primer clásico (derrota 2-1), cambió su 4-rombo-2 por un más conservador 4-3-1-2; en el segundo, no manejó bien las bajas por la participación de Perú en la Copa Kirín (sobre todo, la ausencia de Claudio Pizarro) e incluyó a un bisoño Pedro Ascoy como segundo delantero, en lugar de armar dupla con Waldir Sáenz (que siguió jugando de ‘10’) y Tressor Moreno e incluir a Henry Quinteros o Chiquinho para acompañar a Víctor Mafla en la volante ofensiva. Tampoco ganó el clásico de la primera rueda en Matute, que se selló con un 0-0. Muchos suponen que, con Ospina, Alianza posiblemente habría perdido aquel clásico contra la ‘U’; con ello, los cremas habrían enfilado hacia el título nacional sin tener que disputar las finales; es más, habrían conseguido cuatro títulos consecutivos en torneos cortos (los dos de 1999 y los dos de 2000).
Como contraparte, también podría especularse un escenario exitoso para Alianza en la final nacional, con Ospina en el banco. Tal hipótesis radica en dos jugadores que contribuyeron en aquella derrota: el volante Carlos ‘Kukín’ Flores (por su expulsión infantil) y Christhian Del Mar (quien falló en los tres goles cremas; en el segundo, en complicidad con Sandro Baylón). Ospina, al momento de su salida, le había reducido la confianza a ambos. Con ‘Kukín’ tuvo un desencuentro en Santiago, tras un amistoso contra la selección de Chile (derrota 2-0): los rumores sostuvieron que Flores había tenido una discusión con Tressor Moreno y Ospina había salido en defensa de su compatriota; en ese incidente, habría nacido la célebre frase “Te mando la moto”. A Del Mar no le tenía confianza y por eso trajo al arquero colombiano Oscar Galvis, que tampoco rindió; sin embargo, tras un clamoroso error de Del Mar en Arequipa ante Melgar, Ospina le bajó el pulgar y le dio la titularidad al joven Marco Flores. Ante Aurich, aquel 14 de noviembre, ni Del Mar ni ‘Kukín’ arrancaron. Vistos los hechos, más de uno sostiene que esas ausencias habrían sido claves para no perder la final contra la ‘U’.
Siendo o no campeón, si Ospina se hubiera quedado, tal vez la campaña del año 2000 no habría sido tan terrible. Alianza, de todas formas, habría tenido que armar un plantel austero; con el tiempo se ha comprobado que este tipo de planteles son los que mejor le acomodan al ‘Peinadito’. Pinto, pese a su disciplina táctica y otras virtudes, no mostró ‘buen ojo’ cuando tuvo que decidir las contrataciones en Alianza, tanto en 1998 (Lino Morán, Aldo Cavero, Marco Lovera, etc.) como en 2000 (Bratzo Gil, Rafael Villanueva, Galileo Pércovich, etc.). En 1997, en cambio, llegó con un plantel ya armado (su única solicitud fue el defensor Víctor Hugo Marulanda), al que potenció magníficamente.
La campaña de 2000, como se recuerda, le costó mucho políticamente a Alberto Masías; si bien su gestión aguantó hasta el Centenario, los errores apresuraron la llegada de Alfonso Souza Ferreyra a la presidencia del club, en 2002. ‘Volando’ un poco, con el título de 1999 y con Ospina en el banco en 2000, tal vez ‘Cuchi’ habría tardado un par de años más en asumir el cargo.
El ‘Peinadito’, como se recuerda, también dirigió a Cienciano en la primera parte del año 2003. Comenzó bien, pero pronto los resultados dejaron de sonreírle y fue reemplazado por Freddy Ternero, quien gestó la histórica campaña en la Copa Sudamericana. Tal vez un título con Alianza le habría dado más crédito a Ospina en Cusco; tal vez, con él, Cienciano no habría conseguido sus títulos internacionales; o tal vez sí, y Ospina, y no Ternero, habría sido el reemplazo de Paulo Autuori tras su renuncia a la selección. No seremos tan descabellados como para suponer a Ospina como alcalde de San Martín de Porres.
Es muy probable, asimismo, que, con el prestigio de un título en Alianza, Ospina no hubiese reiniciado su carrera en el Perú en equipos con serios problemas, como Grau/Estudiantes (Apertura 2004), Deportivo Wanka (Clausura 2004) y Total Clean (Clausura 2007). Un pasado blanquiazul más exitoso, definitivamente, le habría impedido llegar a Universitario en 2007: Alfredo González, quien lo puso en reemplazo de Jorge Amado Nunes, jamás habría contratado a un técnico que le ganó una final con Alianza.
Finalmente, quizá Ospina no habría tenido la necesidad de dirigir, en la Segunda 2008, al Olímpico Somos Perú, club que luego se convirtió en Inti Gas. Tal vez Inti Gas no habría ascendido y Ayacucho no hubiese visto, en estos años, fútbol de Primera División; y mucho menos habría soñado con su segunda clasificación internacional consecutiva, la que este 25 de noviembre, contra Cobresol, tiene al alcance de la mano.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: revistas Don Balón Perú, Once y El Gráfico Perú, diario Líbero
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QUE TE HACE PENSAR QUE IBA A GANAR LA FINAL FACIL
OSPINA CAMPEON DE ALGO? NO ME LO IMAGINO
PINTO TIENE MAS FUSTE, ILUSO
PD: A mà no me dolió nada porque también campeonamos y Sà dimos la vuelta en el mismo Lolo. En el estadio de Gremco nunca hemos tenido la oportunidad de ser campeones, sino lo hubieramos hecho, si hasta Cristal pudo hace poquito nomás...
Saludos.
NO LA OLVIDARAN JAMAS !!
pudieron vengarse 10 años despues
pudieron ?