Se fue el último patrón
Esta tarde dominical fue la última de Juan José Jayo Legario (Nasca, 20 de enero de 1973) con la camiseta de Alianza Lima en Matute. El mediocampista central de 39 años se despidió de su gente con un triunfo sobre el Real Garcilaso. Jayo fue reemplazado por Henry Quinteros en el segundo tiempo y las cuatro tribunas reconocieron su esfuerzo con aplausos y cánticos por los 22 años de carrera, que tuvo escalas en Argentina, España y Chimbote.
Jayo, quien empezó su carrera como puntero derecho, es quizás el mejor volante central que pasó por La Victoria en los últimos tiempos. No fue un crack como el legendario José Velásquez, pero sí fue un futbolista que explotó sus cualidades para destacar en un puesto en el que se hizo indiscutible en el club de sus amores y en la selección nacional.
El 'Pulpo', como le puso la prensa, iba a retirarse a fines de 2011, pues la idea era que lo haga con el título nacional en el bolsillo. Pero eso no fue posible. Prolongó seis meses su permanencia en el fútbol para ayudar a Alianza Lima a salvarse del descenso en 2012. La situación, sin embargo, se complicó sobremanera porque hubo fuga masiva en Matute, por lo que Jayo acabó la temporada como titular. Quizás por ello 14008 personas acudieron a despedirlo. Quisieron reconocer la lealtad y la entrega de un jugador que dio la vuelta olímpica cuatro veces con los blanquiazules en nueve años de permanencia en el club.
Jayo, pues, es el último de los potrillos de 1993 que decidió colgar los botines. Y lo hizo bajo el mando de su compadre José Soto, justamente integrante de esa generación dirigida por el chileno Miguel Ángel Arrué. Su sueño era retirarse campeón, quizás en el año más duro de la historia de Alianza Lima, pero nadie puede reclamarle nada. Siempre puso el pecho. Muchos no lo considerarán ídolo del club, pero es un hecho que su nombre quedó imborrable por tantos años de identificación.
Foto: Abelardo Delgado / DeChalaca.com
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