Mal de copas
La Copa Inca fue definitivamente cancelada para este 2012, pero la contrapropuesta de la FPF causa risa: que se dispute solo cada cuatro años, como un torneo de relleno.
La Copa Inca, torneo destinado a enfrentar entre sí a equipos de las diferentes categorías del fútbol peruano, fue oficialmente cancelada por la FPF para este 2012. Se ha acordado, además, que el torneo se dispute en el futuro en años que coincidan con el de la Copa América, por lo que su siguiente edición tendría espacio aun en la temporada 2015.
Hay que ir por partes. Que la Copa Inca se cancele este año tiene cierto sentido pues, como esgrimió la FPF al anunciar su suspensión a mediados de junio, existe un problema estructural con los derechos de televisación de los clubes de Primera División: varios de estos, ante la crisis económica, han hipotecado sus contratos a mediano plazo con el canal que transmite los partidos del Descentralizado y firmado convenios que les impiden negociar con libertad los partidos de un nuevo torneo. Siendo la Copa Inca, justamente, un nuevo campeonato, es imprescindible que sus derechos y sponsors se manejen de modo independiente, pues eso justamente legitimará que el certamen constituya en sí en una oportunidad de negocio y su realización tenga lógica económica; sin embargo, algunos clubes se han hecho cabe a sí mismos en esta materia.
Con ese entuerto en la mesa y el calendario 2012 ya bastante apretado por las 44 semanas que el Descentralizado debe llenar -a partir de las mismas obligaciones de mediano plazo con la TV ya acordadas-, se hacía inevitable la cancelación. Pero lo que no tiene mucho sentido, en esa línea, es que se haya manifestado que el torneo se disputará en principio cada cuatro años, en las temporadas que coincidan con la Copa América. Esto es un despropósito mayúsculo que refleja, una vez más, que en la FPF hay escasa visión de cómo se gestiona el fútbol en el mundo y cuáles son los problemas reales del fútbol peruano.
Así, al limitar la Copa Inca a años que coincidan con la Copa América, se está dando un doblemente peligroso mensaje. Por un lado, se sugiere que el torneo tiene como único fin económico asegurar ciertas taquillas en una época en la que el calendario está copado por el evento internacional y domésticamente no hay otra actividad; es un pensamiento, por decir lo menos, demasiado chato, que no entiende que hoy justamente los retos económicos para la Copa Inca pasaban porque despertara interés en otros campos, como nuevos auspiciadores principales o canales de televisión interesados en los derechos. Por otro lado, en lo deportivo, se vende el torneo como uno de medio pelo y subyugado a un torneo principal (Copa América), cuyas migajas hay que recoger, en vez de explotar el potencial que tiene en sí mismo un certamen que integra clubes de distintas categorías.
Lo anterior tiene que verse a la luz de cuál es el espíritu auténtico de los torneos de copa. En otros países, suelen servir para tener algo que ofrecerle al público a mitad de semana y, así, foguear nuevos jugadores que no tienen chance los fines de semana de actuar en los torneos de liga. Dicho de otro modo, cumplen la función que ahora equivocadamente están cumpliendo los propios clubes de Primera al tener que jugar domingos y miércoles: varios están teniendo que apelar a sus juveniles y reservistas, con lo cual desnaturalizan un torneo de liga en el que son auténticamente otros los protagonistas cuando los equipos están completos. En cambio, si hubiera una copa a mitad de semana, esos juveniles y reservistas igual tendrían la oportunidad de mostrarse pero peleando los puntos que ellos sí están destinados a luchar -los de un torneo aparte de la liga-.
Así, lo que queda como impresión tras esta nueva decisión tirada de los pelos de la FPF de anunciar un torneo cuya disputa sería cada cuatro años es que el rumbo, una vez más, no lo tiene claro nadie en la Videna en lo que respeca, principalmente, a sistemas de torneos. Y que las decisiones al respecto se adoptan políticamente y no con criterios deportivos o económicos elementales que cualquiera que entienda un poco de fútbol peruano tomaría en cuenta.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
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Burga y su dirigencia siguen tras su gran plan de hace muuuchos años: no hacer nada
en mi opinion las cosas se pusieron dificiles en el momento en q se decide aumentar nuevamente a 44 fechas el torneo de primera y no seguir con las 2 ruedas que es como debe ser una liga, mejor dicho el poder economico al cual estan empeñados los presupuestos de los equipos de primera ya habian minado anticipadamente el calendario.
PEro al margen de eso, los dirigentes una vez mas han demostrado incapacidad para solucionar las dificultades q se les aparecen en el camino, y la federacion q tampoco asume su papel de regir el futbol peruano y poner orden.
Es innegable q el producto futbol necesita ser sostenible y para ello pensar en la economia q se lo permita, pero ojala se puedieran dar consensos con los patrocinadores q posibiliten diversificar los torneos y hacerlos mas atractivos, futbolisticamente hablando seria muy interesante tener una copa de nacion como esta que se habia planteado y q tenga recompensas deportivas tambien claro como el acceso a sudamericana, eso empezaria a ordenar el sistema peruano que ademas necesita fortalecer su segunda division y desconectar el acceso q da la copa Peru a primera.
Por otro lado el torneo de promocion y reserva esta funcionando en su principal objetivo que es el de dar continuidad a los futbolistas y ritmo de competencia especialmente a los mas jovenes, pero tambien debe ser desvinculado del de primera en lo que respecta al otorgamiento de puntos
Bueno seguiremos lamentando esta cancelacion talvez una propuesta viable sea relanzarla unicamente con equipos de primera ya no con el objetivo de cruzar divisiones sino simplemente con la disputa futbolista de acceso a una copa internacional lo q instalaria mas emocion sobre el final del año sobre todo para los equipos que no esten en los primeros lugares y asi hasta q lo que se dispute sea el prestigio de la misma copa como sucede en otros paises mas ordenados futbolisticamente hablando
