Perú - Brasil: Saliendo adelante
La selección jugó el mejor partido posible ante el mejor
equipo del continente. Fue empate. Si bien el resultado no es para salir de
caravana, ha quedado la impresión de un equipo que sí puede funcionar, algo que
había puesto en duda el apático arranque eliminatorio. Sobraron ganas, pero se
repitieron también algunas falencias. El 1-1, por ello, exige una
cuota de moderación.
Aplausos.- Sería ingrato iniciar la crónica de este partido sin resaltar la entrega de los 14 peruanos que pisaron el gramado del Monumental. Sin excepciones. Al margen del rendimiento individual de cada seleccionado, el equipo se mostró entusiasta y solidario, muy lejano de la desidia de los dos primeros partidos. El esfuerzo se vio correspondido con las gargantas en la tribuna, con una hinchada que vira su aliento conforme a las circunstancias del partido (y no al revés, como debería ser siempre). Hacía mucho tiempo que un equipo peruano no se merecía un aplauso.
Apuesta.- Tras el pésimo inicio eliminatorio, quedaba claro que se necesitaban cambios y ‘Chemo’ no tuvo miedo de hacerlos. Incluso, le respondieron las apuestas más arriesgadas, como las de Guillermo Salas y Carlos Lobatón. El primero anuló a Robinho; el segundo respondió a las exigencias del puesto que más controversia ha suscitado. Si existe un rival que permite medir las cosas en su real dimensión, ese es Brasil, así que tanto Salas como Lobatón pueden haberse ganado ya un lugar entre los titulares. La otra apuesta fundamental de Del Solar fue la inclusión de Vargas como lateral izquierdo, demostrando que quienes afirmaban que el ‘Loco’ era un jugador sin marca no suelen ver el Calcio italiano.
Arco.- Más de uno tembló cuando no vio a Leao Butrón posar para las fotografías de rigor. Los nervios hacia Diego Penny demostraron estar fundados solo en aspectos fisonómicos; tan alto como flaco, el arquero de Bolognesi da la impresión de que cualquier balón podría escabullírsele por las manos o por las piernas, enredado en su propia contextura física. Pero, por suerte, Penny estuvo a la altura, literal y metafóricamente hablando. Realizó dos atajadas notables, especialmente la magistral mano cambiada puesta ante un zurdazo de Kaká. En el gol no tuvo nada que hacer.
Defensa.- La defensa central fue otra vez el sector más sólido de Perú, pese a los naturales errores que pudieron cometerse. Alberto Rodríguez esta vez tuvo algunas imprecisiones que hicieron tambalear la retaguardia. Sin embargo, en la zaga peruana, si uno falla, el otro corrige. Es muy difícil que coincida una mala tarde para ambos. Y hoy Santiago Acasiete corrigió todo lo que pudo. Su presencia en la Liga Española lo ha enseñoreado. Fue un capitán sin cinta.
Contención.- No puede decirse que Juan Jayo haya tenido una mala actuación porque falló en la entrega de balones. De ser así, jamás habría tenido una buena tarde. Jayo es un marcador neto, que necesita siempre de un acompañante que compense su escasa técnica para la distribución. Eso lo entendió Del Solar y por ello ubicó a un hombre de buena pegada como Lobatón. La dupla, que era la mejor opción de acuerdo a lo que se tenía a la mano, funcionó y eso es lo que vale.
Creación.- La selección puede no tener el genio desequilibrante de algún diez a la antigua. Pero apoya en Nolberto Solano la precisión que se requiere para la sorpresa. ‘Ñol’ es un arma imprescindible, ya sea en un pase a profundidad, en un tiro libre o en el servicio de un córner. No lució, pero complicó a la zaga brasileña, sobre todo en los balones lanzados desde la esquina. De la vieja guardia también se contó con Roberto Palacios, ingresado en la segunda mitad por Guerrero, y que mostró a cuentagotas el ingenio de épocas mejores. Eso sí, derrochando la misma actitud de siempre, aquella que lo convirtió en el jugador de la gente.
Déficit.- Hubo momentos en que el viejo karma peruano, la gambeta infructuosa, volvió a aparecer como hacía tiempo no lo hacía. Y aunque a veces resulte un recurso levanta-tribunas, y sea largamente más provechoso que el pelotazo hacia la nada, preocupó la poca disposición a disparar al arco. El ping pong de derecha a izquierda incluyó (y he ahí lo que más contrarió) a tres hombres que deberían ser asesinos: Farfán, Pizarro y Guerrero. No puede cuestionarse a ninguno falta de ganas o actitud -todos mostraron en su momento un espíritu combativo-, pero sí las enormes carencias técnicas que vienen exhibiendo. Siendo claros: si a este tridente no lo invade de una vez un instinto criminal, no habrá posibilidad alguna de que Perú tiente la clasificación.
Divinidad.- Cuando uno observa un gol como el de Kaká, solo queda resignarse. Ni siquiera aplaudir. Es una obra que trasciende los límites humanos. Ahí no valen el ímpetu ni los merecimientos que pudiera haber tenido la selección. No hay lugar a reclamos. Es la dictadura de la genialidad.
Humanidad.- Pero existen conquistas más terrenales, en las que el hombre se rebela ante cualquier fuerza superior. Como ocurrió en el minuto 71. Una pelotera en área brasileña salió a encontrarse con la zurda de Vargas. El zapatazo se encontró a su vez con la humanidad de Lucio, y luego con las redes brasileñas. Pareció un gol a las trompadas. Por eso quizás se gritó tanto. Los 251 minutos de euforia contenida ayudaron. Pero, sin duda, la gran razón de tanta alegría desbordada fue saber que la gracia divina también llega a los hombres de buena voluntad. Como Vargas.
Epílogo.- Pasó Brasil. Jugadores como Ronaldinho y Robinho no pasaron de ser meros turistas de hotel, además de fuente primordial de instantáneas que algunos hinchas conservarán por el resto de sus días. Perú sacó un empate que entusiasma más por el rendimiento que por el mismo resultado. En tres días viene la cita eliminatoria en Quito, oportunidad inmejorable -dados los múltiples problemas con los que llega el rival- para sostener el crecimiento mostrado. Faltarán Vargas, Solano y De La Haza, víctimas de las amarillas. Sobrará esperanza, si se juega como este domingo.
escrito por La U es la U pe !!!! , November 18, 2007
escrito por mono , November 18, 2007
feliz empate, mamá.
escrito por cantona. , November 18, 2007
escrito por dextroyer , November 18, 2007
escrito por Manuel , November 18, 2007
escrito por ichGERARDO , November 18, 2007
1- Creo que nadie esperaba que Salas tuviera una actuación tan buena y con respecto a Penny no me sorprendió lo de hoy ya que con el Bolo ha demostrado un buen nivel en varias oportunidades.
2- El arbitraje dejó mucho que desear. Con respecto a la amarilla de Vargas, es importante señalar que el reglamento de la FIFA deja al criterio del arbitro en que casos se coloca amarilla o no. A pesar de esto los arbitros siempre colocan amarillas en situaciones como la de hoy, incluso lo hizo un arbitro español cuando Sergio Ramos del Madrid se levantó la camiseta al marcar un gol para rendirle homenaje a Antonio Puerta del Sevilla que habÃa fallecido hace pocos dÃas. SerÃa bueno que todos los arbitros le den una buena repasada al reglamento.
3- Finalmente, lo vergonsoso fue ver algunos 'brasileros' mas peruanos que el cebiche aplaudiendo a los visitantes en el Swissotel. Sin embargo, en el estadIo los miles de asistente demostraron que todos estaban con Perú haciendo sentir que eramos locales.
Saludos.
escrito por felucho , November 19, 2007
escrito por Diego Caceres , November 19, 2007