Profecía inca
La selección ya no tendrá tiempo para más ensayos: los exámenes finales se acercan y vendrán uno tras otro en el segundo semestre del año. ¿Qué factores influirán en el rendimiento de la blanquirroja durante las Eliminatorias en este 2012?
En este año, la selección peruana completará la primera rueda de los Eliminatorias Brasil 2014. Seis encuentros que se reparten en la mitad de local y la otra de visita. Además, aparece un calendario atípico, pues recién empezando el sexto mes del año se reanudará el torneo clasificatorio: queda un tiempo prudencial que debería ser aprovechado al máximo por jugadores, comando técnico y dirigencia. Se juegan partidos que pueden empezar a cambiar la historia y dejar el aroma a fracaso de siempre.
Vuelvan y van
Se ha implementado en el inicio de estas Eliminatorias un 4-cuadrado-2 que no aparecía por encima del 4-3-2-1 o 4-1-4-1 que se hicieron conocidos entre la Copa Kirín y la Copa América. Dependiendo del nivel de cada uno, en algún momento Perú se dará el lujo de tener a Vargas, Farfán, Pizarro o Guerrero en la banca y, por consiguiente, bien podría pasar a emplearse algunos de estos sistemas tácticos que Sergio Markarián ya conoce al derecho y al revés para aplicarlo con la blanquirroja.
A esta banca, o dentro de la cancha, regresarán dos nombres que son los llamados a integrar y liderar esta selección en los dos años que restan: Carlos Zambrano y Luis Ramírez. El ‘León’ es uno de los pocos jugadores que dejó para valorar la era Del Solar, y en la era Markarián no ha tenido momentos por recordar, pero por proyección tiene la carta más alta para reemplazar a Santiago Acasiete.
El caso de Luis Ramírez más que por una reivindicación como Zambrano, pasa por una expectativa general de ver a uno de los jugadores que, al igual que Rinaldo Cruzado, era un nombre seguro en el once de don Sergio. No ha mermado su nivel por lo poco pero bueno que se vio de él en Brasil. Es otro jugador que por edad debe acabar el proceso como uno de los nombres principales.
Pueden aparecer nuevas figuras, pero difícilmente se consoliden este año. Casos como los de Andy Polo, Edison Flores, Jorge Bazán, Paolo Hurtado e Írven Ávila, nombres que quizás empiecen a ser asiduos con la blanquirroja recién este año. En cambio, situaciones distintas se dan con Raúl Ruidíaz y Andrés Carrillo, frecuentemente cuestionados, pero que han dejado un 2011 positivo para sus carreras y no tendrán que esperar una "aclimatación" en la selección, pues tienen días de concentración y minutos. Fue un acierto a mediano plazo.
Café pasado
En el partido ante Colombia, a pesar de ser el cuarto en el torneo, se jugarán puntos que serán vitales posteriormente. No habría que olvidar que en tres Eliminatorias anteriores (Francia 1998, Corea - Japón 2002 y Alemania 2006), los cafeteros se llevaron puntos de Lima que hicieron perder el paso a Perú, e incluso la clasificación. La selección podría aprovecharse de un rival desgastado en lo sicológico por el constante cambio de entrenador.
Tras ello, toca el duelo ante Uruguay que llega a ser como un partido bonus, que está fuera de la misión, pero si no sobra nada habría que aprovechar toda oportunidad de sumar que se presente. Después vienen dos de local (Argentina y Venezuela) y dos de visita (Paraguay y Bolivia), estos últimos en contra de rivales directos. ¿Qué partido se debería ganar sí o sí de local? Venezuela, el rival directo al fin y al cabo. ¿En qué partido se podrán arañar puntos de visita? En Asunción se debería estar a la altura, y en La Paz habría que dejar de creernos los favoritos así Bolivia esté kilómetros por detrás.
Luego de la fecha doble que se jugará en junio, la selección tendrá tres meses para mejorar, fortalecer y replantear si es que el contexto lo amerita. Después de ello el tiempo es corto y llegan cuatro partidos en un mes, en el que difícilmente se vean nuevas caras en las convocatorias o cambios bruscos en el juego. En setiembre la selección debería transmitir una idea de juego sólida en su propuesta y variantes. Cambiar a mitad de camino nos llevará a lo mismo. Continuidad es la palabra clave, siempre que el respaldo dentro y fuera de la cancha sea el idóneo.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: José Salcedo / DeChalaca.com, AP, AFP
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30 fechas el torneo descentralizado y paralelo a ella la copa inca en dos grupos de 8, los ganadores, y subcampeones de los grupos ganan 3 y 2 adicionales. Al final se enfrentan en la copa federacion en el Nacional de Lima.